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España

Botín cierra las cuentas de los familiares de un imputado de la Gürtel por "riesgo reputacional"

Imagen de archivo de Emilio Botín, presidente del Santander.

Emilio Botín, con dos consejeros imputados por la Justicia española, no quiere que apellidos salpicados por casos de corrupción figuren en su lista de clientes. Ni siquiera cuando el titular de la cuenta corriente es simplemente un familiar del presunto delincuente. Así lo ha denunicado ante el juez Pablo Ruz uno de los implicados en el 'caso Gürtel', Ángel Sanchis Perales, extesorero de AP y sospechoso de haber ayudado a su amigo Luis Bárcenas a ocultar el dinero que atesoraba en Suiza. Sanchis remitió recientemente un escrito al magistrado en el que le informaba que el Santander había cerrado unilateralmemte las cuentas que desde hace años tenían en la entidad su mujer, dos de sus hijos y una empresa inmobiliaria de la familia. El argumento esgrimido por la entidad financiera había sido el supuesto 'riesgo reputacional' que le suponía tenerlos como clientes, a pesar de que que ninguno de ellos se encuentra involucrado en el sumario ni está siendo investigado. El juez dictó este jueves un auto por el que informaba al exdirigente 'popular' que no puede hacer nada para dar marcha atrás a la decisión de Botín precisamente porque ni las cuentas ni sus titulares estan inmersos en el sumario sobre la trama de corrupción.

El juez Ruz señala en un auto que las cuentas cerradas por el Santander no tienen ninguna relación con sus investigaciones de la trama de corrupción 

Ángel Sanchis denunció la decisión del banco en un escrito que presentó en la Audiencia Nacional el pasado 2 de octubre. En el mismo, señalaba que el Santander había remitido el 11 de julio anterior varias cartas, todas ellas indénticas, a sus familiares para anunciarles que debían sacar todo el dinero de las cuentas que tenían abiertas en la sucursal que la entidad tiene en la Plaza de La Moraleja, de Alcobendas (Madrid). Aquellos depósitos estaban abiertos a nombre de una empresa familiar llamada Inmobiliaria Gordo SA, de su mujer, Carmen Herrero Gordo, y de dos de sus hijos, Rafael y Carmen Sanchis Herrero.

En las misivas, a las que ha tenido acceso este diario, el banco se remitía "a lo dispuesto en las condiciones generales de dichos contratos" para "declarar resueltos" los mismos de manera unilateral y daba "diez días" a los titulares de las mismas para retiraran el saldo. En la carta firmada por dos responsables de la sucursal bancaria donde estaban las cuentas, el banco les exige también la entrega "inmediata" de los talonarios no utilizados, tarjetas de crédito y débito "y otros medios de pago que tenga en su poder y que se le facilitaron por nuestro banco en su momento", advirtiendoles de que no hacerlo el banco "desde ahora quedará exonerado" del uso indebido que se hiciera de ellos. El texto concluye con un "aprovechamos la ocasión para saludarle atentamente".

Con su escrito, el imputado solicitaba al magistrado que ordenara al banco dejar sin efecto dichas comunicaciones al considerar que no había ningún razón que justificase la medida y recordaba que todas eran "de naturaleza familiar, donde están domiciliados los recibos de luz, el colegio de los niños, las tarjetas de crédito, etc". "El trastorno es, pues, enorme", añadía en su escrito en el que se mostraba confiado de que "es tan de razón nuestra pretensión que, pensamos innecesario fundamentarlo jurídicamente, convencidos, además de que el juzgador comprende todo nuestro discurrir".

El juez remitió la petición del exdirigente 'popular' a la Fiscalía, que el pasado 10 de octubre presentó un escrito en el que aseguraba que el cierre de dichas cuentas era "una decisión de la entidad bancaria respecto de la que no procede efectuar ningún procedimiento judicial en el seno de esta causa". Ayer, el propio magistrado dictaba un auto en el que, en la misma línea marcada por el Ministerio Público, anunciaba a Ángel Sanchis que no era "competente" para reclamar al banco que diera marcha atrás "al tratarse de decisiones autónomas adoptadas por la entidad bancaria" que para nada afectaban a la instrucción del sumario. Fuentes de la defensa del empresario han reconocido la frustración de la familia Sanchis por la decisión del juez y la indefensión que le ha provocado. "Son cuentas con saldos humildes. Además, algunas llevaban abiertas más de veinte años sin que hayan registrado ningún movimiento sospechoso en todo este tiempo", añaden.

El Grupo Wolfsberg

La defensa del exdirigente del PP señalaba en el escrito presentado ante el juez como posible causa de la decisión del Santander la pertenencia de la propia entidad al llamado Grupo Wolfsberg, que agrupa a once grandes bancos internacionales que tienen fijadas una serie de "normas voluntarias contra el blanqueo de dinero de origen ilegal". Dicho grupo elaboró en el año 2000 unos "principios" para el control de los clientes que tuvieran patrimonios "elevados" en sus sucursales, entre los que se incluían las pautas a aplicar en el caso de operaciones sospechosas. Con la mera sospecha de la existencia de irregularidades, el grupo recomienda a las entidades el bloqueo de cuentas.

El HSBC también ha cerrado cuentas de la familia Sanchis, pero en este caso ligadas a empresas que sí están siendo investigadas en el caso Gürtel

De hecho, otra de las entidades que forma parte del Grupo Wolfsberg, el HSBC, procedió el pasado martes a cerrar una cuenta corriente ligada con Ángel Sanchis, en este caso la abierta en EEUU a nombre de la sociedad TQM, de la que es titular otro de sus hijos, Ángel. Una medida que ya había realizado anteriormente con otras ligadas a La Moraleja SA, la sociedad que explota el limonar argentino para el que trabajó Bárcenas. En estos casos, la medida está respaldada por la propia investigación del juez Ruz, que ha recabado información sobre dichos depósitos como supuesto destino de una parte importante de la fortuna que el extesorero del PP ahora encarcelado ocultaba en Suiza. Este diario se puso ayer en contacto con el banco Santander para que explicaran su versión sobre los motivos del cierre de dichas cuentas de la familia Sanchís. La entidad financiera declinó hacer comentarios. 

La decisión del Santander de expulsar de su lista de clientes a los familiares del imputado en la Gürtel contrasta con los recientes fichajes por parte de la entidad financiera de Juan Miguel Villar Mir y Rodrigo Rato como consejero y consejero internacional, respectivamente, de la misma pese a que ambos se encuentran imputados en otros dos sumarios de la Audiencia Nacional. El primero se incorporó al banco el pasado 29 de abril, mes y medio después de que recayeran sobre él una cascada de acusaciones dentro del llamado 'caso de los papeles de Bárcenas', que instruye el juez Ruz como una pieza separada de la Gürtel. Está acusado de participar en la supuesta financiación irregular del PP mediante donaciones ilegales, por lo que ya ha tenido que acudir a declarar al juzgado. También por la sede de la Audiencia Nacional ha pasado como imputado Rodrigo Rato, quien se encuentra inmerso en el 'caso Bankia', que busca purgar responsabilidades por la quiebra del grupo bancario que agrupa a siete antiguas cajas. En ambos casos, el consejero delegado de la entidad, Javier Marín, ha salido en su defensa públicamente.

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