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España

El Sabadell comienza a negociar una salida para los inversores atrapados en las cuotas de la CAM

El Banco Sabadell ha comenzado a negociar la salida para los 50.000 inversores de la CAM atrapados en las cuotas participativas. El Consejero Delegado de la entidad, Jaume Guardiola, mantuvo ayer una reunión con los representantes de la Asociación de Impositores la CAM, AIVCAM, para evaluar la situación. El primer contacto sirvió para abrir una puerta a “resarcir a los pequeños ahorradores” que invirtieron en unos instrumentos financieros (similares a las acciones pero que no dan derechos de voto) cuyo valor en el mercado ahora es nulo. La solución final se cerrará, previsiblemente, en marzo, cuando se cierre la integración de la CAM en el Banco Sabadell.

Las dos partes consideran que hay una buena disposición al otro lado de la mesa, por lo que abren la puerta a un acuerdo, hasta tal punto que los pequeños inversores representados en AIVCAM (Asociación de Inversores Valencianos en cuotas participativas de la CAM) han decidido aparcar de momento la demanda que preparaban contra la entidad y la campaña para retirar los ahorros que tenían prevista. Al encuentro acudieron, por parte del Banco Sabadell, su consejero Delegado, Jaume Guardiola; su Secretaria General, María José Beato; Miquel Montes, Director de Operaciones y de Desarrollo Corporativo, encargado de dirigir la absorción de la CAM, y el Director de Relaciones Institucionales de la entidad, Enric Badía. También ha sido invitado uno de los antiguos responsables de la CAM: Carlos Moyano, actual director de la Obra Social de la Caja del Mediterráneo. La posición oficial de la entidad sigue siendo la de que el problema de quienes invirtieron en las cuotas participativas de la caja valenciana está “fuera del perímetro de la operación de absorción de la CAM”.

Apoyo a la fusión

Los inversores en cuotas participativas son, en su mayoría, pequeños ahorradores. Tras la primera reunión, su Presidente Víctor Baeta ha declarado “su apoyo a la fusión”. Los pequeños inversores confían en que “cuaje” la integración, conscientes de que no podrán ser compensados si queda en el aire la viabilidad de la Caja del Mediterráneo.
 

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