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España

El suntuoso menú de la Casa del Rey: salmón, cordero lechal, fresones, brandy...

La reina Letizia brinda con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en una cena de gala el pasado marzo.

La Casa del Rey acaba de abrir el concurso público para el suministro de productos alimenticios del próximo año (del 1 de enero al 31 de diciembre). La lista de la compra que ha redactado es una de las más amplias entre las elaboradas por otros organismos oficiales o instituciones; si no es la más extensa. El contrato va dirigido a "la cocina del personal de servicio de la Casa del Rey y la Guardia Real en el Palacio de la Zarzuela y la cocina de los acuartelamientos de la Guardia Real en El Pardo".

El presupuesto de licitación asciende a 786.000 euros (impuestos incluidos) y está dividido en siete lotes, según consta en el pliego de prescripciones técnicas elaborado por el jefe de administración económica del Cuarto Militar del Rey y Guardia Real y consultado por Vozpópuli. El primero de los lotes recibe la mayor cuantía, en concreto 271.129,94 euros, y cubre artículos de carne, embutidos y ovoproductos. No faltan aquí el cordero lechal, la paletilla, la presa ibérica, el secreto ibérico o el rabo de toro.

El segundo lote con un importe más elevado es el de pescados y maricos, que se sitúa en los 175.027,72 euros. En este caso, el pedido incluye, entre otros manjares, el salmón, cuya "presentación se hará en los envases de origen procedentes de Noruega y/o Escocia", según establece el pliego, el rodaballo o el genuino besugo, el pagellus bogaraveo, el más caro de su especie. También se encargarán gambas, langostinos, cigalas, cangrejos, mejillones o almejas finas, entre otros tipos de marisco.

El salmón tiene que ser presentado en "envases de origen procedentes de Noruega o Escocia"

A continuación, el tercer lote de mayor cuantía es de "ultramarinos, aguas, bebidas y productos varios". En este apartado aparecen algunas bebidas alcohólicas de alta graduación, pese a que están siendo retiradas de la lista de la compra de la mayoría de organismos oficiales que ofrecen menú a los empleados públicos. Por ejemplo, hay encargo de botellas de "brandy", "anís semidulce" y "anissette dulce". Todo con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

La dispensa de bebidas espirituosas costeada con dinero público también se da en el Ministerio de Defensa. Tal y como informó Vozpópuli, el departamento de Pedro Morenés mantuvo para 2015 la venta de bebidas alcohólicas a un precio muy inferior al de mercado en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), considerado el principal centro docente militar. Defensa fijó a las empresas candidatas unos "precios máximos" para su oferta de combinados. En concreto, los importes límite (con IVA incluido) se establecieron en 3,80 euros para gin-tonic nacional; 4,30 ginebra de importación; 3,80 ron Bacardí; 3,80 ron Negrita; 3,80 whisky nacional y 4,30 whisky de importación.

En el pliego de la Casa del Rey y la Guardia Real, es llamativo igualmente el amplio número de salsas que son demandadas. Una de ellas es la "Worcestershire", de origen inglés, que contiene vinagre, agua, melazas, azúcar, sal, anchoas, tamarindo, chalote, ajo, especias y aromas naturales.

El lote restante que no baja de los 100.000 euros (alcanza los 109.370,17 euros) hace referencia a las frutas, verduras, hortalizas y tubérculos. En el epígrafe de frutas frescas, hay mención a picotas y cerezas extra, ciruelas, "fresones", wikis o actinidias, manzanas "golden delicious" o plátanos de Canarias, por citar algunos productos. Otros más exóticos son las papayas o las paraguayas.  

Pizza, bombones y helado

La lista de la compra real es completada con los lácteos (40.744,46 euros), los congelados y precocinados (37.439,73 €),  el pan (26.821,16 €) y la bollería y pastelería (13.785,58 €). Entre los precocinados figuran los "rollitos de primavera" y las pizzas. Tampoco faltan los bombones y los helados.

La calidad que se pide para estos productos suele ser "extra" o "primera". El pliego detalle al máximo los componentes que deben tener cada uno de ellos. Por ejemplo, a la hora de encargar los huevos, el contratista fija el porcentaje mínimo de proteínas que han de contener o la cantidad máxima de ácido láctico. Una precisión muy por encima de la habitual en este tipo de licitaciones públicas. El plazo para la presentación de ofertas de las empresas candidatas concluye el próximo 9 de septiembre.

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