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España

Don Juan Carlos sigue ausente: La Zarzuela, desbordada ante las demandas para la Fiesta Nacional

Juan Carlos I y Felipe VI durante un desfile militar en 2013.

Los servicios de Protocolo de la Casa Real se han visto desbordados estos últimos días antre la demanda de solucitudes, procedentes de todos los estamentos y todos los rincones del país para asistir a la recepción en el Palacio Real con motivo de la celebración del día la Fiesta Nacional. El pasado año, primero en el que don Felipe presidía esta celebración tras su proclamación como rey, unas 1.500 personas asistieron a esta tradicional recepción, que se prolongó por espacio de más de dos horas. Este año se han superado con creces las demandas de asistencias, en torno a un 30 por ciento más de lo habitual, por lo que se supone que incluso tendrá que ampliarse el número de invitaciones. Don Felipe y doña Letizia ampliaron el ámbito de la representación social de este acto a sectores de la sociedad que hasta ahora no tenían presencia en la ceremonia, en especial en el ámbito de los movimientos sociales, ONG y el mundo de la cultura, a los que tan sensibles se muestra habitualmente doña Letizia.

Una excusa muy exótica

Representante de todas las instituciones del Estado estarán presentes en la cita, tanto en el desfile militar, que se desarrollará en el clásico escenario  del Paseo de la Castellana, así como en la sesión del Palacio Real. Hasta el momento todos los presidentes autonómicos han confirmado su asistencia con excepción de los representantes de Cataluña, País Vasco, Navarra y Baleares, que se han excusado aduciendo distintas complicaciones de agenda. Gran parte de los dirigentes de las comunidades autonómas debutarán en este acto ya que se trata de presidentes que resultaron elegidos en los comicios del pasado mes de mayo. Uno de los nombres que más expectación ha despertado ha sido el de Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, que debutará en estas lides. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, declinó la invitación con un comunicado en el que incluía justificaciones algo fuera de lugar como que "consideramos que nuestra presencia es más útil en la defensa de los derechos y la justicia social en este país, como hacemos a diario con otras personas e instituciones, que en este tipo de actos". Se trataba de dar la nota, han señalado desde el PP. Tanto el ministro del Interior, Jorge Fernández, como dirigentes de Nuevas Generaciones, han subrayado el rídiculo inmarcesible de la actitud del líder de Podemos, cuya formación cae poco a poco en los sondeos. Iglesias reprochó a la Zarzuela, en primer lugar, no haber sido invitado. Cuando se confirmó que tal extremo no era cierto, enjaretó el singular comunicado para excusas su asitencia. 

No estará presente tampoco, ni en el desfile ni en la recepción ulterior, el rey don Juan Carlos, como ya viene siendo habitual en las últimas ediciones de la festividad. El pasado año, el rey emérito evitó su presencia para no robarle protagonismo a su hijo en su primer año como jefe del Estado en la conmemoración de la Fiesta Nacional. Hace dos años, el rey padre no pudo estar presente, pese a que aún no había renunciado al Trono, porque se encontraba convaleciente de una intervención quirúrgica en la cadera. Doña Sofía tampoco acudió al desfile el pasado año, pero sí se personó a la recepción de Palacio, y conversó animadamente con los numerosos asistentes al ágape.

Don Juan Carlos dedica su tiempo a despachar asuntos oficiales en las dependencias que se le han asignado precisamente en el Palacio Real, donde cuenta con una infraestructura de personal y medios muy escueta, y también viaja con profusión tanto por España como fuera de nuestras fronteras. Se trata de desplazamientos que, en ocasiones, tienen que ver con la agenda oficial que le señala el rey don Felipe y, también, con compromisos de índole estrictamente personal. El rey padre, plenamente recuperado de sus serios achaques de salud, gusta ahora de visitar fogones y comedores de locales muy reputados en todo el planeta. Aventuras gastronómicas que le llevan por todos los rincones del mundo. También ha retornado a su afición por la vela, y a su fiel compañero de la mar, Josep Cusí, ha adquirido un nuevo velero, que también se llamará también 'Bribón', con el que proyecta regatear en diversas competiciones la temporada próxima, una vez que el navío se encuentre ya en condiciones.

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