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España

La difícil 'hora del Rey': ¿Brazos cruzados o quinta ronda de consultas?

El Rey con Rajoy, en una de sus entrevistas.

La hora del Rey. De nuevo, la ‘pelota’ del bloqueo institucional pasa al terreno de juego de la Corona. Si Mariano Rajoy no logra no logra ser investido presidente del Gobierno en la votación de este viernes, tal y como apuntan todos los pronósticos, su ‘hora’, de acuerdo con la terminología que maneja habitualmente el PSOE, habrá concluido. Fuentes socialistas se empeñaban en seguir señalando a Rajoy como el encargado de mover ficha, quien ha de seguir ‘sudando la camiseta’ a la busca de apoyos para dar con una solución. No es así, de acuerdo con lo que señala la Constitución. La batuta institucional estará ya en manos del Rey, aunque la responsabilidad de superar el atasco sigue siendo de los dirigentes políticos, incapaces, hasta ahora, de ofrecerle al Monarca una solución al gran embrollo nacional.

Si este intento de investidura de Rajoy resulta fallido, tras la votación de la tarde del viernes, en la que necesita una mayoría simple por ahora inalcanzable, el encargo de Su Majestad para intentar formar gobierno quedará finiquitado. Pasaría ‘la hora de Rajoy’ y se volvería a la casilla de salida. Es decir, deberá ser nuevamente el Rey quien, tras la pertinente ronda de consultas, proceda a comunicarle al presidente del Congreso, el nombre del nuevo aspirante. Puede ser el propio Rajoy, ya que la Carta Magna no menciona que quede invalidado para intentarlo de nuevo quien haya fracasado en un empeño. Puede ser Pedro Sánchez. O cualquier español con sus derechos civiles en regla. El texto legal habla tan sólo de que la Corona tramitará ‘sucesivas propuestas’, pero sin mayor precisión al respecto. Es decir, un candidato derrotado puede tener una segunda oportunidad si así lo considera el Jefe del Estado.

El texto legal habla tan sólo de que la Corona tramitará ‘sucesivas propuestas’, pero sin mayor precisión al respecto. Es decir, un candidato derrotado puede tener una segunda oportunidad si así lo considera el Rey

Límite: dos meses

La única limitación que señala el texto constitucional es el del tiempo. Desde la primera votación fallida de Rajoy, es decir, la de este pasado miércoles, en la que se quedó a diez escaños de ser investido, empezó a correr el cronómetro que señala los plazos para conseguir un acuerdo. Los representantes políticos tienen dos meses para negociar, consensuar y buscar un candidato que logre los apoyos que señala la ley. Caso de no lograrlo, su Majestad convocaría nuevas elecciones a celebrar en un plazo no superior a los 54 días.

¿Qué ha de hacer la Corona en estos dos meses de nueva búsqueda de un candidato con garantías? Tiene varias opciones, dada la vaguedad del articulado de la Carta Magna a este respecto. Puede abrir una nueva ronda de consultas a la busca de un candidato. Sería la quinta en ocho meses, una especie de particular récord sin precedentes desde nuestra restauración democrática. O, en el caso de no hallar candidato alguno con garantías de salir investido, podría incluso no hacer encargo alguno a la espera del 31 de octubre, cuando se cumple el plazo límite para la obligada convocatoria de nuevas elecciones.

La Zarzuela mantiene, a este respecto, una actitud de neutralidad intachable. Amén de un prudente silencio. Cuando el Rey crea llegado el momento de intentarlo de nuevo, convocará a Palacio a la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor, para que le traslade la lista de los dirigentes políticos a los que recibirá posteriormente en audiencia. Un procedimiento que don Felipe se conoce muy bien. Quinto desfile de parlamentarios por los salones de Palacio en busa de una investidura. 

El Rey `puede abrir una nueva ronda de consultas a la busca de un candidato. Sería la quinta en ocho meses, una especie de particular récord sin precedentes desde nuestra restauración democrática

No hay calendario señalado ni fechas estipuladas para que se ponga en marcha de nuevo la rueda de visitas. Cabe pensar, de acuerdo con lo que trasciende de fuentes próximas a la Casa Real, que no se arranque hasta después del día 25 de septiembre, es decir, cuando se hayan celebrado las elecciones vascas y catalanas. “No tiene sentido que estemos metidos en campaña y, al mismo tiempo, los líderes políticos estén de procesión en Palacio para proponerse ante el Rey”, comenta un diputado socialista con varios trienios de experiencia parlamentaria.

Paso directo a las urnas

Es potestad del Soberano arrancar la ronda cuando lo crea conveniente. E inocluso no pnerla en marcha. Caso de que no haya un candidato con garantías de éxito, el Rey bien podría abstenerse de la nueva ronda y esperar a la convocatoria de elecciones. El Rey podría hacer varias propuestas, como señala la ley, o ninguna. Se da como poco posible que esta última circunstancia se produzca, de acuerdo con la mencionada fuente. Es más, en círculos del Partido Popular se da por hecho que Mariano Rajoy tiene la intención de seguir buscando apoyos, quizás en el PNV, quizás la abstención del PSOE, para intentarlo de nuevo. El presidente en funciones ha repetido con insistencia que no tirará la toalla. También podría ocurrir que el líder socialista, Pedro Sánchez, si se decide a dar el paso de buscar apoyos en el ala izquierda e independentista de la Cámara, logre reunir el número necesario de respaldos para conseguir lo que no logró meses atrás. Es evidente que antes de dar un paso al frente en alguna dirección, Su Majestad lleve a cabo los contactos necesarios con los diferentes líderes políticos para ‘tomar la temperatura’ de la situación. Una nueva ronda inútil, otra investidura fallida resultaría 'demasiado frustrante', señalan. Pero no hacerlo trasladaría la idea de que el Rey está de 'brazos cruzados', algo poco favorable a la imagen de la Institución.

Todo es posible. La Constitución se muestra, en este aspecto, absolutamente abierta. Tan sólo hay un factor claro e indiscutible. Desde la tarde de este viernes, en el caso de no resultar elegido presidente, habrá pasado ‘la hora de Rajoy’ y entraremos de nuevo en la fase de ‘la hora del Rey’. Un trasiego sin precedentes, una situación inverosímil, un panorama muy difícil de asimilar. En Zarzuela se confía en que finalmente se dé con alguna fórmula que evitar volver a las urnas. “Unas terceras elecciones dañarían enormemente a las Instituciones”, se ha escuchado en círculos próximos a la Casa Real.

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