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España

El jefe de la Policía de Carmena aprueba un plan para evitar “conflictos" en la persecución de manteros

Policías municipales de Madrid.

El Comisario General de la Policía Municipal de Madrid, Teodoro Pérez García, responsable máximo de la policía de la capital de España, ha dictado una instrucción sobre la venta ambulante en la que señala que “la seguridad de los ciudadanos y de los policías debe ser un factor esencial de cualquier actuación policial”.

Esta circular se produce meses después de que un mantero muriera en Lavapiés de un infarto tras haber corrido minutos antes por la aparición de policías en la Gran Vía. Igualmente se han producido incidentes con estos vendedores en Sevilla y Barcelona, donde la alcaldesa Ada Colau, fue reprobada recientemente por la permisividad con estos mercados urbanos.

La circular califica la venta ambulante como “un fenómeno cambiante, con características diferentes, según la naturaleza de los productos que venden, la actitud de las personas que ejercen la actividad o la tipología de los espacios que ocupan”.

Por esas razones la instrucción señala que no se puede dar un tratamiento homogéneo a todas las situaciones, “sino unos criterios generales deben facilitar la adaptación de la respuesta policial a las circunstancias de cada caso como se hace en todas las intervenciones”.

“La buena práctica policial -añade- en su tarea de proteger la convivencia y la seguridad, así como hacer cumplir las ordenanzas, necesita una ponderación de los bienes jurídicos en juego” y esta perspectiva debe estar orientada “a priorizar la evitación de orden público o el riesgo de viandantes”.

Aconseja que las intervenciones tengan oportunidad, proporcionalidad y “congruencia para alcanzar un libre y respetuoso uso del espacio público para evitar las actividades contrarias a las normas, reforzar el principio de autoridad y evitar las ocupaciones intensivas del espacio público”.

Plan contra los manteros

Se definirá una graduación progresiva de las actuaciones en función de su posible conflictividad, ademas del dimensionamiento adecuado del dispositivo y se programarán acciones coordinadas entre las diferentes unidades de Policía Municipal y otros cuerpos policiales.

Los jefes de Unidades Integrales deberán conocer las localizaciones donde exista mayor problemática, como grandes centros comerciales, mercados o tiendas, así como los horarios durante los que se producen mayor número de llamadas, número de personas que venden, tráfico de la zona,…

Se fijará un nivel de actuación bajo, medio o alto, según el riesgo de la actuación. El operativo policial valorará los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad.

El plan se elevará a la División de Planificación y Coordinación Territorial con el fin de su análisis y su coordinación con el resto de distritos y posteriormente se elevará a la Jefatura del Cuerpo.

Se evitará la circulación de vehículos oficiales por las aceras y los espacios habitualmente reservados a los peatones

“La actuación o el dispositivo que se establezca -señala la instrucción- deberá ser proporcional al bien jurídico del bien que se necesita proteger”. Así mismo, se evitará la circulación de vehículos oficiales por las aceras y los espacios habitualmente reservados a los peatones.

Las localizaciones de carácter medio o alto deberá ser coordinada por el Jefe de Turno de la Unidad de Distrito “donde se valorará la necesidad de la intervención y la posible petición de colaboración de la Unidad de Apoyo a la Seguridad” y no se actuará “hasta que se pueda garantizar la seguridad de los actuantes y de los ciudadanos”.

En los niveles medio y alto se hará una “comunicación inmediata al Cuerpo Nacional de Policía”. Trimestralmente se evaluará el plan “con el fin de adaptarla a los cambios que toda actividad conlleva o en caso de ser necesarias rectificaciones”.

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