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España

La hoja de ruta de Podemos: prepara el terreno para una alianza con el PSOE tras las elecciones generales

Carolina Bescansa, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, en el Consejo Ciudadano de Podemos.

Desde su irrupción en la escena política, Podemos ha pasado de arremeter duramente contra el PSOE como "partido de la casta" que sostiene un "régimen obsoleto" a protagonizar acuerdos de investidura exigiendo un cambio de "180 grados" en las políticas socialistas. Esta última fase ya ha sido completada con los apoyos en las regiones de Aragón, Baleares, Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Desde la dirección de Podemos preparan el terreno para el siguiente paso: el "entendimiento" tras las elecciones generales previstas para noviembre.

El equipo del secretario general, Pablo Iglesias, trabaja con la posibilidad de verse obligado a establecer alianzas con otras formaciones parlamentarias para impedir que el PP vuelva a gobernar. De hecho, reconocen que a día de hoy esta situación se presume como la más probable, a tenor del ciclo de resultados obtenidos en las últimas citas electorales. La dirección de Podemos se ha marcado como meta ganar las próximas generales y a ello dedicará todos sus esfuerzos. Sin embargo, fuentes internas consultadas por Vozpópuli admiten que el escenario al que "damos prioridad" es el que "nos sitúa como alternativa al bipartidismo" y en función de ello "proyectamos nuevas alianzas que convergen en un punto: apartar al PP del poder".

De este modo, el secretario de Política de Podemos, Iñigo Errejón, avanzó este martes una primera línea roja para poder estrechar la mano de otros partidos. "Toda formación que quiera llegar a entendimientos con Podemos tendrá que estar de acuerdo en reformar la ley electoral para acercarla más a lo que dice la Constitución", señaló el número dos de la organización morada en un claro mensaje dirigido al PSOE, que se ha convertido en su principal interlocutor a nivel autonómico. Acto seguido, Errejón criticó que el sistema actual, basado en la ley D'Hondt, "trampea la voluntad popular", porque se transforma en "mayoritario" en vez de "proporcional" en aquellas circunscripciones menos pobladas.

El PSOE sólo ha abierto la puerta a estudiar la doble vuelta en la elección del jefe del Gobierno

Preguntado sobre si el partido tiene alguna propuesta al respecto, el portavoz de Podemos dijo que todavía no disponen de una fórmula concreta y afirmó que la formación trabajará en ello para incluirla en el programa electoral. "Hay que caminar hacia un sistema más proporcional", enfatizó. Por su parte, el PSOE todavía no ha hablado de reformar la ley electoral en términos de proporcionalidad y, de momento, sólo ha abierto la puerta a estudiar la doble vuelta en la elección del jefe del Gobierno, de los presidentes autonómicos y los alcaldes, como ha planteado la secretaria de los socialistas andaluces y presidenta de la Junta, Susana Díaz.

La última propuesta del PSOE para cambiar la ley electoral e incrementar la proporcionalidad tuvo lugar durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de Ferraz. Fue en el discurso de su proclamación como candidato a las elecciones generales de 2011, donde el entonces secretario general del PSOE puso sobre la mesa una modificación inspirada en el modelo alemán. Este mecanismo consiste en un sistema mixto compuesto por dos votos, uno a los candidatos directos de las circunscripciones y otro a los partidos.

Las circunscripciones electorales en Alemania son unipersonales, de tal forma que el candidato que obtiene la mayoría simple de votos en su circunscripción, consigue un escaño. Estos candidatos directos conforman la mitad de los escaños parlamentarios, independientemente de cuál sea el resultado de sus respectivos partidos. El segundo voto, a una formación concreta, decide sobre la composición proporcional definitiva del Parlamento, siguiendo el método Hare-Niemeyer que determina mediante un complejo modelo de cálculo el número de escaños de cada organización.

La medida obligaría a reformar la Constitución

El modelo alemán permitiría traducir en escaños con una mayor proporcionalidad que el español (de circunscripciones muy desiguales y reducidas) el número de votos obtenidos en las urnas por pequeños o medianos partidos estatales. El sistema vigente ha hecho imposible la aparición de una fuerza bisagra con posibilidad de pactar con alguno de los dos grandes partidos. Izquierda Unida (IU), cuyo electorado ha absorbido Podemos, ha sido la principal perjudicada (en las elecciones de 2008 obtuvo sólo dos diputados pese a cosechar casi un millón de votos). El principal inconveniente de aplicar el modelo alemán es que obligaría a cambiar la Constitución (art. 68.2), algo a lo que Rubalcaba dijo estar dispuesto. Además, Ferraz destacó entonces que la propuesta de su líder tenía "mucho que ver" con lo que reivindicaba "en calles y plazas" el movimiento del 15-M. Podemos es el principal heredero del 15-M.

PSOE y Podemos empezaron a dispensarse un trato cordial y cercano justo después de los comicios locales y autonómicos del 24-M, donde la formación morada se convirtió en tercera fuerza. A las llamadas telefónicas en plena resaca electoral siguió una reunión el pasado 3 de junio. Desde aquella entrevista informal entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se han tendido muchos puentes y facilitado gobiernos. "Podemos ya no nos llama casta", valoró el secretario general de los socialistas esta misma semana. Hay incluso quienes sitúan el punto de inflexión, hacia una mayor receptividad entre ambas formaciones, en el encuentro privado de noviembre que protagonizaron Iglesias y su 'número dos', Iñigo Errejón, por un lado, y el exjefe del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y el expresidente del Congreso José Bono, por otro. Los agrios ataques son ya época pasada.

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