Quantcast

España

Al PNV le quema la presencia de Podemos, pero facilitará a Sánchez llegar a La Moncloa

Los miembros de la delegación del PNV que ayer se reunieron con el PSOE.

Podemos comenzó defendiendo en su programa la nacionalización de las eléctricas y la intervención de los precios de la luz y, aunque ha matizado sus planteamientos, mantiene su oposición a las centrales nucleares y su exigencia de que las compañías devuelvan los más de 3.000 millones de euros que cobraron por los costes de transición a la competencia. Estas reivindicaciones no gustan nada al PNV y así se lo hizo saber este miércoles al equipo del PSOE que aborda la investidura de Pedro Sánchez durante una reunión en la que participaron los diputados vascos Aitor Esteban y Pedro Azpiazu, junto a los dirigentes nacionalistas Iñaki Goikoetxea y Joseba Aurrekoetxea, este último principal estratega del lendakari Íñigo Urkullu.

Los nacionalistas vascos creen que si Podemos llega al Gobierno se dispararía la deslocalización de las empresas vascas

El PNV está convencido de que la presencia de Podemos en el Gobierno no solo perjudicaría los intereses de una compañía como Iberdrola, una de las tres grandes que controlan el mercado español, sino que dispararía todavía más la deslocalización de las empresas vascas, motivada en parte por el alto precio de los costes de producción. Sin embargo, le ha trasladado a Pedro Sánchez que ello no impedirá el apoyo a su investidura, hasta el punto de que en el PSOE se consideran seguros los votos de los seis diputados obtenidos por el grupo vasco el pasado 20 de diciembre.

Hay otras cuatro claves que acabarán condicionando la actitud final del PNV en la investidura.

Elecciones vascas en ocho meses. El próximo octubre, el PNV afronta las autonómicas y aunque parte de una buena posición, pues nunca ha tenido tanto poder institucional, se juega mucho en ellas teniendo en cuenta que en las pasadas legislativas Podemos quedó en segunda posición tras absorber buena parte del voto de Bildu, penalizado desde su entrada en las instituciones. Los nacionalistas encaran también estos comicios gobernando con la ayuda del PSOE en las tres diputaciones vascas, donde se maneja un presupuesto de  15.000 millones de euros.

Dudas sobre el PP. Fuentes nacionalistas apuntan que, a día de hoy, todavía se desconoce sobre quien acabará vertebrándose en realidad el próximo Gobierno, pues el PNV no descarta la posibilidad de que, al final, el PP acabe jugando un papel determinante, bien apoyando con la abstención un Gobierno del PSOE con Ciudadanos, bien precipitando unas nuevas elecciones generales.

Ciudadanos y el Concierto. Durante la pasada campaña electoral, Albert Rivera dejó puesto uno de sus acentos en la necesidad de acabar con el Concierto económico vasco, visto desde Ciudadanos como un privilegio inexplicable. Esto es tanto como mentarle la bicha al PNV, dispuesto a todo, incluso a reactivar su programa soberanista, si en algún momento el próximo Gobierno cuestionara la continuidad del régimen foral.

El gran error de CiU. Si bien de forma episódica el PNV reclama un estatus especial para el País Vasco, si algo tiene claro en estos momentos el PNV es que no quiere imitar en nada el proceso que en 2012 abrió Artur Mas en Cataluña, pues lo considera un gran fiasco que ha acabado con Convergencia y no ha tenido efecto positivo alguno sobre la sociedad catalana. Vacunados por el plan Ibarretxe, los nacionalistas vascos están decididos ahora a beneficiarse del papel de bisagra que en el pasado jugaron junto a Convergencia i Unió en el Parlamento nacional, pues consideran que es lo más beneficioso para su comunidad.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.