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España

Tomás Gómez juega al desastre total: busca que Gabilondo tire la toalla y deje a Sánchez noqueado

Tomás Gómez, entre Jaime Lissavetzky y Alfredo Pérez Rubalcaba.

En la operación diseñada por Pedro Sánchez con Alfredo Pérez Rubalcaba para descabezar al PSOE madrileño y borrar del mapa a Tomás Gómez, hay algo con lo que ambos no contaban. El sector del PSM que se siente perjudicado ha declarado la guerra y utiliza como arma los estatutos y los reglamentos del propio partido. Casi una semana después de la caída en desgracia de Gómez, nadie en la ejecutiva federal ha sabido explicar por qué se prescindirá de las elecciones primarias en Madrid y cómo va a obligarse al destituido a abandonar la cúpula que toma asiento en la calle Ferraz.

Tomás Gómez utilizará los estatutos y el reglamento de primarias para impugnar la candidatura de Ángel Gabilondo

El reglamento federal de primarias reza en sus artículos segundo y tercero: “El procedimiento de elección de candidatos y candidatas mediante el sistema de elecciones primarias constituye una norma de aplicación directa y de obligado cumplimiento en todos los ámbitos orgánicos del PSOE… La elección de los candidatos y candidatas del PSOE a las presidencias de las comunidades y ciudades autónomas, cuando exista más de un aspirante a la candidatura, se realizan mediante elecciones primarias celebradas entre los militantes y afiliados directos del PSOE”. Con estos mimbres, Tomás Gómez cree que tiene más que suficiente para impugnar la previsible designación de Ángel Gabilondo como candidato por Madrid y obligarle a que tire la toalla, a sabiendas de que el exministro ni milita en el partido ni está para líos. De hecho, desde la ejecutiva federal se ha dejado claro que no habrá primarias, pero no se ha detallado el sistema que regirá en las agrupaciones para elegir al sustituto de Gómez. Pedro Sánchez eligió este lunes a Mari Luz Rodríguez como portavoz de la ejecutiva para decir que se escuchará a los militantes en las asambleas y que, en todo caso, será un proceso “rápido, transparente y democrático” dentro de una “situación extraordinaria”. ¿Y con garantías?, se le preguntó. Entonces ella volvió a repetir la misma letanía y a confirmar que ni siquiera está prevista la convocatoria de la Comisión de Garantías Electorales que opera dentro de su partido.

Gómez se atrinchera en la cúpula de Ferraz

Tomás Gómez y su equipo han tomado buena nota de todas estas debilidades: la organización que más ha presumido en el último lustro de abrirse a un proceso tan innovador como el de las primarias, decide enterrarlas de golpe en Madrid, el principal escaparate de España. La entrada en escena de la exdelegada del Gobierno en Madrid Amparo Valcarce, colocada en el tablero por José Luis Rodríguez Zapatero para competir con Gabilondo, acentúa este flanco débil del PSOE. Pero los movimientos del sector defenestrado en el PSM van todavía más allá. Gómez ya no puede acceder a su antiguo despacho de la madrileña plaza del Callao, donde le han cambiado la cerradura, pero todavía nadie ha explicado por qué procedimiento va a expulsársele de la ejecutiva federal, donde en el congreso extraordinario de julio se le dio un puesto como vocal. Fuentes socialistas reconocen que en los Estatutos del partido no se detallan las causas de una posible expulsión de estas características, teniendo en cuenta que los miembros de la ejecutiva se eligen en congresos y, de momento, no hay ninguno a la vista. Cuando se le ha preguntado a Tomás Gómez por sus planes, ha dicho alto y claro que no piensa abandonar su cargo porque desde él debe “velar por la limpieza de las primarias” que están previstas en julio para elegir al candidato a La Moncloa. A juicio de algunos miembros de la cúpula socialista, ha quedado claro que juega “al desastre total”.

Nadie sabe en la ejecutiva cómo puede obligarse a Tomás Gómez a dejar el asiento que ocupa desde julio

Si mantiene su plan de permanecer como una mosca cojonera en la ejecutiva federal, compuesta por 38 miembros, Gómez no se encontrará del todo aislado ya que comparten con él cierta sintonía, entre otros, la exministra Carmen Chacón, el actual responsable de Movimientos Sociales, Pedro Zerolo, que el lunes mostró su disposición a presentarse como candidato a la comunidad, y el valenciano Ximo Puig, aspirante a la presidencia de la Generalitat dentro de noventa días.

Mientras Pedro Sánchez aspira a cerrar la grieta abierta en el PSOE madrileño en una semana, los perjudicados por su golpe de mano se resisten y amenazan con agrandar el socavón y extenderlo a toda la organización. Detrás del pulso aparece la lucha por el control del partido que volverá a librarse después de las elecciones de mayo. De hecho, tanto Carmen Chacón como Ximo Puig esperan pacientes al escenario que se abrirá después de las autonómicas y municipales para acompañar los movimientos que realice la presidenta andaluza Susana Díaz y convertir el mandato de Pedro Sánchez en un mero paréntesis. Todos ellos lo tendrán más fácil si el PSOE no conquista en ellas Madrid y obtiene magros resultados en el resto de España, hipótesis que pondría francamente difícil a Pedro Sánchez competir en las primarias.

Pedro Zerolo también anuncia su disposición a concurrir como candidato por Madrid

De momento, los barones y los parlamentarios socialistas ven a su partido noqueado. Hace 15 días que no celebra ejecutivas y la última comisión permanente, que solo agrupa a los responsables de área, se celebró la semana pasada, precisamente, para descabezar al partido en Madrid. En una de las ruedas de prensa más singulares que se recuerdan en el PSOE, el lunes salió a la palestra la secretaria de Empleo, Mari Luz Rodríguez, amiga personal de Pedro Sánchez, para hablar de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, cuestión por la que el líder del PSOE preguntará el miércoles a Mariano Rajoy en el Congreso. Todas las preguntas de los periodistas versaron sobre la crisis interna en el partido o sobre la amenaza de Podemos, al que nuevas encuestas siguen situando por encima del PSOE en intención de voto. Con estos ánimos, Sánchez intentará coger algo de oxígeno este fin de semana en Madrid juntándose con el primer ministro francés, Manuel Valls, su homólogo italiano, Matteo Renzi y otros líderes socialdemócratas europeos para hablar de crecimiento económico y desempleo juvenil.

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