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España

Sánchez margina a Ciudadanos en su intención por gobernar con Podemos y nacionalistas

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de C's, Albert Rivera.

El plan para formar gobierno que llevará el líder del PSOE, Pedro Sánchez, al Comité Federal del 1 de octubre, tal y como han adelantado este miércoles fuentes de su entorno, no ha estado precedido de ninguna conversación discreta con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Según fuentes de la dirección del partido naranja consultadas por Vozpópuli, antes de que la noticia avanzada por Ferraz estuviera en todas las redacciones, ni Sánchez había informado de sus intenciones a Rivera ni tampoco sus equipos habían conversado al respecto. 

De este modo, el objetivo del secretario general de los socialistas se ha conocido después de trascurrir varias semanas en la que Sánchez había deslizado que contactaría tanto con Rivera como con el líder de Podemos, Pablo Iglesias. En cambio, el jefe de gabinete de Sánchez, Juan Manuel Serrano, sí ha estado en permanente contacto con su homóloga en Podemos y portavoz adjunta en el Congreso, Irene Montero, según confirman a este diario fuentes parlamentarias.

De este modo, los primeros pasos de este nueva aventura que pretende iniciar Sánchez muestran un distanciamiento con su antiguo socio, Albert Rivera, y una inclinación por la vía del Gobierno Frankenstein (bautizado así por Alfredo Pérez Rubalcaba) que sumarían los escaños de PSOE, Unidos Podemos, nacionalistas e independentistas. No ha hecho falta ni que Podemos y Ciudadanos se levanten el veto mutuo, como había demandado el propio Sánchez.

"Un gobierno con 85 escaños, con división interna y dependiente de 44 partidos, es inviable", sostiene el presidente de C's, Albert Rivera

En su cuenta oficial de Twitter, Rivera ha contestado con el siguiente mensaje al anuncio procedente de Ferraz: "Un gobierno con 85 escaños, con división interna, dependiente de 44 partidos, es inviable. Ningún político debería anteponer su silla a España".

La escasa fortaleza que suponen esos 85 escaños es un argumento compartido por los barones críticos del PSOE, entre los que se encuentran la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, o el jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara. "Con 85 años no se puede gobernar este país y hay que hacer una oposición útil".", dijo Díaz la semana pasada.

Entre estos barones se baraja una posible salida al bloqueo actual que pasaría por una abstención del PSOE con "condiciones", que incluirán determinadas reformas sociales y, sobre todo, otro candidato del PP distinto a Mariano Rajoy. Una vía a la que Ciudadanos no cierra la puerta, tal y como ha revelado este diario.

Rivera confía en la respuesta de los barones críticos

Horas antes de conocerse a mediodía el plan de Sánchez, el propio Rivera le había pedido en televisión que en el próximo Comité Federal socialista adopte una "decisión importante para España" y "no sólo para su partido". En una entrevista en Antena3, el presidente centrista emplazó al líder del PSOE a sentarse con el PP y buscar un acuerdo partiendo de la base de las 100 reformas que Ciudadanos consiguió pactar con populares y socialistas. Pero esa "decisión importante" que reclamaba Rivera parece que Sánchez ya la ha tomado, a tenor de los movimientos de su equipo en los últimos días.

Poco después, con el anuncio de Ferraz recogido ya por la prensa, el dirigente de C's avanzó que el diálogo con su antiguo socio será ahora muy difícil. "Yo no puedo hablar con el señor Sánchez si la mitad de su partido dice que no lo ve. Un Gobierno con 85 escaños, y encima con un partido dividido que no lo ve, imagine el futuro que le espera a ese Gobierno", declaró Rivera en La Sexta.

En su opinión, lo que necesita España es un Ejecutivo estable pero controlado por la oposición, que le ponga al PP "un corsé democrático" y que "el Parlamento mande sobre el Gobierno", circunstancia que sería "una novedad en la política española". Además, Rivera confió en que sea el Comité Federal del PSOE del 1 de octubre, donde podrán tomar la palabra los barones críticos, el que decida "pasar a la acción" y negociar con el PP las condiciones de su abstención.

Iglesias se congratula de la decisión de Sánchez

Por su parte, después de haber rogado una y otra vez a Sánchez que se decidiera por volver a intentarlo con Podemos, el secretario general de la formación morada, Pablo Iglesias, saludó este jueves el rumbo que ha tomado el líder socialista para construir un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy. En declaraciones en la Cámara baja, Iglesias dijo a Sánchez que puede contar con Podemos para "participar en un diálogo abierto y sin líneas rojas con fuerzas políticas como ERC, PNV y CDC". "Va a ser un debate difícil, pero merece la pena tenerlo", enfatizó.

Sin embargo, cuando la dirección de Podemos habla de "líneas rojas" se refiere a políticas y no a ocupar ministerios, puesto que ayer mismo la jefa de gabinete de Iglesias recalcó que "no nos han votado cinco millones de personas para regalarle un gobierno al PSOE". Podemos mantiene así su intención, la misma que en enero cuando reclamó la mitad del Ejecutivo (incluido el CNI y el Ministerio de Interior), de conformar con los socialistas un "gobierno proporcional".

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