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España

Rubalcaba y González mediarán para evitar que el PSOE se rompa en dos el 26J

La presidenta andaluza, Susana Díaz, entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Felipe González.

Alfredo Pérez Rubalcaba y, en menor medida, Felipe González, se han ofrecido para mediar entre las diferentes tribus del PSOE que pueden acabar enfrentadas el 26J a la hora de tener que gestionar una nueva derrota en las urnas. El objetivo último de esta mediación, según fuentes cercanas a Rubalcaba y González, es evitar que la organización acabe saltando en pedazos ante la previsible resistencia de Pedro Sánchez a reconocer su fracaso y el enfrentamiento entre los barones regionales ante el camino a tomar. El 20D, Sánchez calificó de “históricos” los peores resultados obtenidos por su partido en unas generales.

Sánchez tiene a su favor las federaciones de Madrid, Cataluña, País Vasco, Baleares, Murcia y Canarias

Como si se tratara de un Ejército dividido en bandos, las diferentes organizaciones del PSOE ya han hecho sus planos para saber con qué fuerzas contarían una vez abierta la batalla. A día de hoy, Sánchez suma el apoyo de Madrid, Cataluña, País Vasco, Baleares, Murcia y Canarias. Asturias está dividida, pues parte de la federación no entiende el rechazo que profesa hacia el secretario general el presidente del Principado, Javier Fernández, mientras que Andalucía, Aragón, la comunidad valenciana, Extremadura y Castilla-La Mancha son los principales bastiones donde se trabaja de forma acelerada a favor de un nuevo liderazgo.

Rubalcaba es uno de los miembros de la vieja guardia que en privado están mostrando mayor preocupación por la fractura interna del PSOE y también uno de los más pesimistas sobre las soluciones que pueden alumbrarse después del 26J para volver a unir al partido en un momento en el que tendrá que volver a elegir entre lo malo y lo peor: colaborar con un Gobierno previsiblemente presidido por el PP dejando a Podemos el mando de la oposición o aliarse con la formación morada y con IU en una especie de ‘frente popular’ que dejaría libre a los populares y a Ciudadanos todo el espacio de centro.

Este es uno de los peligros que Sánchez intentó combatir el pasado febrero firmando el pacto de Gobierno fallido con Albert Rivera, es verdad que forzado a hacerlo por una resolución del comité federal que le impedía facilitar la continuidad de Mariano Rajoy en La Moncloa y, al mismo tiempo, forjar un acuerdo de izquierdas con Pablo Iglesias con el pretexto de su apuesta a favor del referéndum soberanista en Cataluña.

La presidenta andaluza impone otro límite imposible

“Ahora Susana Díaz le ha vuelto a poner a Pedro otro límite imposible, como es el de ganar las elecciones para poder gobernar. Nadie podrá extrañarse el 26 de junio si, ante tanto acoso, el secretario general decide dar la batalla y pelear por su proyecto político”, previene un miembro de la ejecutiva afín a Sánchez, escandalizado por las “malas artes” de la presidenta andaluza y de los barones que la secundan, a pesar de las escenificaciones de unidad, puramente artificial, organizadas en los últimos días.

En Ferraz se recuerda que no hay nada en los estatutos del PSOE que obligue a Pedro Sánchez a dejar la secretaría general la noche del 26J si la ejecutiva federal aguanta el tirón y no se desata una cadena de dimisiones que fuerce la formación de una gestora provisional. Los fieles al líder socialista consideran que si él resiste, pese a los altibajos emocionales sufridos hace un mes al comprobar la imposibilidad de llegar al Gobierno, no será tan fácil como cree Susana Díaz la convocatoria urgente del 39º Congreso, ya que es una decisión que deberá estar arropada por la mayoría en el comité federal, donde los equilibrios de poder están muy igualados en estos momentos.

No hay nada en los estatutos del PSOE que obligue a Sánchez a dimitir la noche del 26J

Este lunes, durante un desayuno informativo, Sánchez dejó clara la intención de ligar su futuro a la militancia, que fue la misma que le abrió paso a la secretaria general en el verano de 2014 en dura competencia con el exdiputado vasco Eduardo Madina. Este último repite en las listas del PSOE por Madrid como número siete con la esperanza esta vez de salir elegido o de cubrir la vacante que deje el propio Sánchez si los resultados del 26J le llevan a dimitir y dejar el escaño.

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