Publicado: 18/04/2016 18:19
La salida de José Manuel Soria del Gobierno era esperada por el PSOE, pero ahora que se ha producido la consideran una pieza de caza menor. El trofeo grande a conseguir es la cabeza de Mariano Rajoy, al que Pedro Sánchez y todo su equipo consideran un obstáculo para ahormar cualquier fórmula de Gobierno de coalición después del 26 de junio, en el caso altamente probable de que las urnas vuelvan a obligar a los partidos a negociar un Gabinete multicolor que no han sido capaces de componer después del 20-D.
PSOE y Ciudadanos coinciden en que Rajoy dificulta la formación de Gobierno a tres
“La gran ventaja es que compartimos el mismo criterio también con Ciudadanos y el resto de las fuerzas de la oposición: con Rajoy, que ha sido el principal referente del PP durante la ola de corrupción que ha invadido España, no hay nada que pactar”, afirma un alto cargo socialista.
En Ciudadanos hay coincidencia en que Rajoy no puede ser en ningún caso un “símbolo de la regeneración que necesita el país” y, por tanto, se ha emplazado al PP a buscar después del 26-J una figura nueva que facilite un posible pacto de Gobierno. Pero en la formación de Albert Rivera se introduce un matiz relevante: “La duda es si después de las elecciones, el PSOE estará o no en condiciones de exigir la retirada de Rajoy sin que se vaya también Sánchez”.
En el Partido Socialista, buena parte de sus dirigentes regionales dan por hecho que si Sánchez va como cartel electoral al 26-J y obtiene los mismos o parecidos resultados que en diciembre (90 diputados y segunda fuerza política), la presidenta andaluza, Susana Díaz intentará dar el salto definitivo a Madrid aprovechando el congreso federal que el PSOE ha dejado pendiente para después de las elecciones.
Esta es la razón por la que Sánchez va a pelear hasta el último minuto para evitar la nueva cita con las urnas, consciente de que su continuidad está también en peligro. Fuentes socialistas consideran que la caída del ministro José Manuel Soria es una oportunidad de oro para presionar a Podemos y convencerle de que es el momento propicio para desalojar limpiamente a Rajoy de La Moncloa bajo la receta de un “Gobierno de cambio” en el que estén representados el PSOE, Ciudadanos y la formación morada.
Pendientes de la consulta de Podemos a sus seguidores
El problema es que esta crisis de Gobierno le ha pillado a Pablo Iglesias de sorpresa, en medio de una consulta a los simpatizantes de Podemos que, previsiblemente, arrojará este lunes un claro rechazo al tándem PSOE/Ciudadanos y la apuesta por una combinación a la valenciana que excluya al partido de Albert Rivera.
¿Provocará la caída de Soria un cambio de actitud en Podemos? En el PSOE lo ven improbable y se temen una nueva ofensiva de Iglesias a favor de un Gobierno de izquierdas que tome como bandera la lucha contra la corrupción, uno de los capítulos que, curiosamente, ocupa más espacio en el acuerdo firmado a mediados de febrero por Sánchez y Rivera.
El 'caso Soria' le ha servido a los socialistas para llenar una agenda que tenían vacía
La crisis gubernamental abierta por el ‘caso Soria’ supone para el PSOE una oportunidad de oro para reforzar su cruzada a favor de un Gabinete de cambio que evite las elecciones, pero la dificultad para desactivar los vetos que se han impuesto Podemos y Ciudadanos la convertirá en una ocasión perdida, resumen en el Grupo Parlamentario Socialista, donde se valora, en cualquier caso, el ruido aportado por el ministro de Industria y sus paraísos fiscales en la larga travesía hasta el 26-J, donde el PSOE se ha quedado, desde el fracaso de la negociación con Podemos, sin agenda y sin discurso.
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