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España

Susana Díaz mercadea con los 46.000 militantes que pastorea en Andalucía para influir en el sucesor de Rubalcaba

Susana Díaz y Alfredo Pérez Rubalcaba en una conferencia política del PSOE

La opinión predominante en las filas socialistas es que Alfredo Pérez Rubalcaba ha hecho un traje a medida de Eduardo Madina para auparle a la secretaría general, pero al final la prenda le queda demasiado ajustada al diputado vasco como para vestir con holgura. En otras palabras, el todavía líder socialista habría conseguido frenar a la andaluza Susana Díaz en su carrera hacia el liderazgo del partido –ayer la baronesa anunció que de momento se queda en su tierra–, pero sin garantizarle a Madina transitar bajo palio hasta el congreso extraordinario del mes que viene. De los 200.000 militantes aproximados que tiene el PSOE en su censo, más de 46.000 proceden de la federación andaluza, lo que da una idea de la importancia que tendrán el próximo 13 de julio cuando voten al sucesor de Rubalcaba. Madina tuvo tiempo ayer de reflexionar junto a Rubalcaba y Elena Valenciano, la cabeza de cartel que logró escaño de eurodiputada con solo el 23% de los votos, ya que esta última regresó rápido de Bruselas a Madrid para analizar la situación después de participar en una reunión de las delegaciones socialistas en el Parlamento europeo. Valenciano, todavía 'número dos' del PSOE, ha sido un apoyo fiel a Madina desde que éste inició su carrera para controlar el 'aparato' del partido.

Un sector del PSOE teme que Susana Díez acabe apoyando a Pedro Sánchez para frenar a Madina

En el Grupo Socialista se especula con la posibilidad de que la presidenta andaluza se vengue ahora de Rubalcaba, al que ve como cerebro en la sombra de Madina, poniendo esta fuerza electoral al servicio del joven diputado Pedro Sánchez. Tendrá dos ocasiones para ejecutar su revancha: en la votación del 13 del mes que viene y, posteriormente, en el congreso extraordinario previsto para los días 26 y 27, donde su federación aportará también más de la cuarta parte de los delegados asistentes al cónclave. Su peso será decisivo en la configuración de la nueva dirección federal que acompañará al secretario general hasta el próximo congreso.

Madina no cedió a las presiones

“Si alguien piensa que Susana [Díaz] no va a mercadear con estos votos, es que no la conoce. Que nadie la dé por muerta, ella sabe también que si Madina es elegido secretario general y se enfrenta a Rajoy el año que viene, tiene altas probabilidades de perder, sin un amarre orgánico que le proteja dentro del partido. Solo se está jugando el primer tiempo, pero falta el segundo y definitivo”, reflexiona un parlamentario andaluz.

La tardanza con la que la presidenta andaluza ha dado a conocer sus intenciones, lógica si se tiene en cuenta que hasta el último momento presionó a Madina para que se retirara de la carrera, ha dejado descolocados a todos los dirigentes territoriales que se han retratado a su favor en las últimas semanas. Al menos nueve ‘barones’ tendrán que recolocarse, no así los que controlan las principales capitales andaluzas, satisfechos de que la baronesa haya priorizado los intereses que la retienen en esta comunidad. En poco tiempo se ha aupado a la Junta, a la dirección regional del partido y ahora solo le falta pasar por las urnas, animada por los 10 puntos de ventaja que le sacó al PP en las elecciones de mayo.

La 'baronesa' andaluza jugará fuerte en el congreso extraordinario de julio

En la galopada emprendida desde que Rubalcaba decidió después del 25-M que tiraba la toalla, ya hay dos jinetes gravemente heridos: la exministra Carmen Chacón, fuera de juego casi desde que inició su retiro en Miami, y Susana Díaz, a la espera de ganar tiempo para reponerse desde la cuadra más poderosa que tiene el PSOE. Salvo que surjan más mirlos blancos, serán solo dos, Madina y Sánchez, los que compitan por conducir el relevo generacional en su partido.

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