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España

La confesión íntima del PSOE: “No nos conviene que Rajoy se vaya”

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, durante su último encuentro en el Congreso de los Diputados.

Si Mariano Rajoy sucumbiera a las presiones políticas de quienes exigen su abandono y cediera el puesto a otro candidato del PP, Pedro Sánchez se enfrentaría “a dos problemas muy serios”, argumentan fuentes de su partido. El primero, que su continuidad sería duramente cuestionada por quienes todos estos meses le han venido recordando dentro de la organización que el 20-D se lució con los peores resultados obtenidos por el PSOE desde el inicio de la Transición. El segundo, que se vería obligado a encarar otra vez las exigencias de todos los que en el Partido Socialista vienen trabajando por una alianza con el PP, mucho más factible sin Rajoy que con él. Es decir, que tendría que hacer frente a los barones que, ante este nuevo escenario, apostarían de cabeza por la ‘gran coalición’, algo que también agradaría a Pablo Iglesias para convertirse en el referente principal de la oposición.

La despedida de Rajoy abriría dos debates en el PSOE: el de la continuidad de Sánchez y el de la gran coalición

“Lo que menos nos conviene ahora es que Rajoy se vaya”, confiesa un alto dirigente del PSOE. “Si tenemos que ir a nuevas elecciones, que será lo más probable, disfrutaríamos de una enorme ventaja si continúa al frente del PP. Con otro candidato desvinculado totalmente de los casos de corrupción y el austericidio, posiblemente el PP conseguiría mejorar el resultado del 20-D, pues dejaría de estar tan penalizado por el altísimo nivel de rechazo que Rajoy sigue reflejando en las encuestas”.

Hace casi tres meses, el PP obtuvo el 28,7 de los votos y 123 diputados, frente al 22% del PSOE y sus 90 parlamentarios. Ninguno de los sondeos que se conocieron antes de las pasadas elecciones mostraron una tendencia del electorado contraria a lo que, finalmente, sucedió en las urnas. En esta ocasión, los sondeos conocidos después del 20-D vuelven a colocar al PP como primera fuerza política y apuntan a la posibilidad de que Podemos supere al PSOE en votos y escaños.

“Si Rajoy se fuera, se volvería a abrir de nuevo en el partido el debate sobre los dudosos méritos de Pedro Sánchez como candidato”, refieren fuentes socialistas. El líder ha buscado su blindaje en la secretaría general manteniendo viva la ficción de que hasta el 2 de mayo puede seguir negociando a izquierda y derecha para auparse a La Moncloa, proceso temporal en el que va a resultar muy difícil que los barones que quisieron su cabeza las pasadas Navidades vuelvan a intentar ahora la misma operación. Sin embargo, la caída de una pieza tan importante como la de Rajoy en el tablero del PP, cambiaría todo el escenario, admiten en el PSOE.

El riesgo de que se dispare la abstención

La evidencia de que cuando Sánchez y otros dirigentes socialistas exigen la marcha de Rajoy lo hacen con la boca pequeña, se extiende también a Ciudadanos. El equipo negociador del PSOE que hizo posible el acuerdo con la formación de Albert Rivera ha detectado también que a éste no le haría ninguna gracia la espantada de Rajoy antes de las elecciones, pues le obligaría a tener que concurrir a ellas en peores condiciones que el 20-D: frente a un candidato en la derecha sin el rechazo que suscita el actual presidente en funciones y habiendo roto su virginidad después del acuerdo sellado con el Partido Socialista a bombo y platillo y con la solemnidad que revestiría algo así como un gran pacto de Estado.

En las pasadas elecciones, Ciudadanos consiguió 40 diputados y el 13,9% de los votos y en las del 26 de junio, si llegan a celebrarse, podría ser la formación más castigada por la abstención. Casi 9,3 millones de españoles se quedaron en casa el 20-D y en unos nuevos comicios esta cifra podría aumentar de forma considerable si el penoso espectáculo que están dando las principales fuerzas políticas en las últimas semanas mantiene su vigencia en el tiempo.

A Ciudadanos, la fuerza que podría resultar más castigada por la abstención, tampoco le interesa la retirada de Rajoy

En ello están de acuerdo no solo los dirigentes de los dos grandes partidos, sino también los grupos nacionalistas. “De una participación del 73% podríamos pasar a una de poco más del 50%”, reflexiona un veterano parlamentario del PNV, extrañado de como el PP y el PSOE no pactan unas reglas de juego de aquí al 3 de mayo para evitar que, en caso de otras legislativas, el grueso de la ciudadanía se retraiga y el Gobierno que salga de las urnas esté mucho menos legitimado que el que habría podido nacer de los resultados del 20-D.

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