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España

El asturiano Javier Fernández, la ‘tercera vía’ socialista por la que apuesta el PP

El presidente asturiano, Javier Fernández, junto a sus homólogos de Andalucía y Extremadura, Susana Díaz y Guillermo Fernández Vara.

La XII legislatura que arrancará el martes será una de las más complejas de las vividas desde el inicio de la Transición y en el PP hay por ello “plena predisposición” a establecer una relación leal con el Partido Socialista. Este objetivo no va a ser fácil de alcanzar con Pedro Sánchez, aseguran fuentes del Gobierno, después de los vaivenes conocidos durante su gestión como líder del PSOE desde hace dos veranos. El camino por recorrer “sería mucho más sencillo”, añaden las fuentes, si al timón de la oposición se colocara alguien como el presidente asturiano, Javier Fernández, uno de los barones con el que varios de los ministros ahora en funciones  han trabado una relación de confianza más intensa.

El presidente asturiano es uno de los barones socialistas preferidos como interlocutor por el PP y el actual Gobierno

“Con el presidente asturiano nos separa la ideología, pero nos une el sentido de Estado”, afirma un alto dirigente del PP que le conoce bien y sabe de los esfuerzos que está realizando junto a la andaluza Susana Díaz para reconducir el rumbo adoptado por el PSOE desde que Sánchez lo dirige. No deja de resultar paradójico que, precisamente, alguien que está en las antípodas de la ideología conservadora se haya convertido en uno de los preferidos por quienes se vienen sirviendo de ella para gobernar España desde 2011. “En política hay que valorar tener enfrente a alguien dialogante, con las ideas claras y con criterio en los asuntos de Estado, algo que hemos echado de menos en muchas ocasiones con Pedro Sánchez”, apunta otra fuente del Gobierno. Es una opinión que este mismo ministro amplía a Susana Díaz, uno de los pocos dirigentes socialistas que mantiene hilo directo, cuando lo necesita, con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Fernández ha sido durante bastantes meses la ‘tercera vía’ soñada también por amplios sectores del Partido Socialista para relevar a Sánchez. Si bien su trayectoria dentro de la organización es valorada de antiguo, desde cuando era tan solo un diputado de a pie en el Congreso, la cresta de su prestigio llegó cuando hace ahora un año hizo de telonero de Pedro Sánchez en su discurso de proclamación como candidato a las generales de 2015. Con una bandera de España al fondo, el discurso del asturiano eclipsó, incluso, al del secretario general y fue más aplaudido cuando reivindicó la vigencia de las diferencias ideológicas entre la izquierda y la derecha.

"No somos un partido de laboratorio"

En aquel discurso, Fernández emplazó a Sánchez a presumir de partido y a narrar su historia. “No somos un partido nuevo ni de laboratorio, somos una organización centenaria con una historia de trabajo y ejemplaridad que debe contarse y fue protagonista de la Transición, a la que no renunciamos”, señaló. Acabado aquel acto, algunos barones socialistas comentaron entre ellos que el presidente asturiano tenía madera de líder y podría ser el relevo más idóneo de Sánchez si Susana Díaz acababa sin atreverse a dar el paso.

Fernández no aspira a liderar el PSOE, por lo que todos los ojos siguen centrados en el tándem Susana Díaz/Eduardo Madina

Después de produjeron dos amagos por parte de la presidenta andaluza para pegar el salto a Madrid, pero  ninguno de ellos prosperó, a decir de algunos dirigentes regionales por su cobardía y de otros, por la falta de apoyos suficientes. A la vuelta del verano, cuando se convoque el 39º Congreso, se verá con mayor precisión en qué liga juega cada uno, aunque la percepción más extendida en estos momentos dentro del PSOE es que Díaz está dispuesta, esta vez sí, a dar la batalla por la secretaría general en tándem con Eduardo Madina, mientras que Fernández ha decidido por motivos personales, que poco tienen que ver con la política, continuar en un segundo plano, intentando también que la división interna que sufre la federación asturiana de su partido no vaya a más. El PP, por tanto, no tendrá probablemente al frente de la oposición a su barón preferido, aunque verá siempre con agrado cualquier alternativa, la andaluza incluida, que se consolide como relevo a la actual dirección del PSOE.

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