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España

El PSOE mete miedo a los empleados públicos: la reforma laboral destruirá un millón de puestos de trabajo

Los socialistas concluyen en un documento que la reforma laboral abre el camino de los despidos colectivos en el sector público y considera directamente afectados a un millón de trabajadores  que no tienen categoría de funcionarios y prestan sus servicios en las empresas públicas, ministerios, comunidades autónomas y ayuntamientos.

Como en las administraciones públicas, a diferencia de las empresas, no se puede hablar en sentido estricto de “pérdidas”, “ventas” e “ingresos”, la reforma dicta que concurren causas económicas que justifican el despido colectivo cuando se produzca una situación “de insuficiencia presupuestaria sobrevenida y persistente para la financiación de los servicios públicos”.

El PSOE denuncia que para abrir el camino a los despidos colectivos en el sector público no se tendrán en cuenta criterios de eficiencia ni de utilidad pública a la hora de abordar los despidos en la administración, “pues estos dependerán de la voluntad discrecional de la administración que ostente la potestad de asignar recursos presupuestarios”.

Además de meter el miedo en el cuerpo a los empleados públicos, Andalucía es una de las comunidades que más ha engordado con ellos las nóminas, el PSOE pasa por alto en su argumentario que fue el Gobierno de Zapatero el que abarató el despido objetivo en la etapa de Celestino Corbacho como ministro de Trabajo. Olvidando la reforma que aprobaron entonces y que levantó ampollas dentro del Grupo Parlamentario, los socialistas argumentan que los cambios aprobados ahora por decreto “generalizan el abaratamiento del despido a 20 días” con independencia de que la empresa esté en beneficios. La responsabilidad que tuvo el PSOE en el origen de esta reforma laboral y las críticas que recibió en 2010 de los sindicatos fue uno de los motivos por los que las jornadas parlamentarias celebradas ayer sobre el mercado laboral se celebraran a puerta cerrada, salvo una breve intervención en abierto que se reservó para Rubalcaba.

En opinión del equipo del líder socialista, la reforma del PP “beneficia especialmente a grandes empresas que necesitan una mejora rápida de su estructura de costes”. El documento apunta, sobre todo, al sector financiero. “Estamos asistiendo en la práctica a una capitalización del sector financiero vía reforma del mercado laboral”, concluyen los autores del documento.

Entre los lemas que ha elegido el PSOE para hacer campaña electoral contra la reforma destacan los siguientes: “Despido libre”, “Destrucción de empleo”, “despidos colectivos”, “rebaja salarial” y “atención, reforma peligrosa”. En el documento no se menciona a los más de cinco millones de parados ni a los 3,6 millones de empleos destruidos en la pasada legislatura.

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