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España

El miedo de los barones: “Si PSOE y Podemos suman mayoría no habrá quien frene a Sánchez”

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante su negociación de la investidura.

Los mismos dirigentes regionales del PSOE que se hicieron fuertes en el comité federal para frenar la posibilidad de un Gobierno de 'frente popular' capitaneado por Pedro Sánchez, reconocen ahora que si después del 26 de junio los socialistas suman mayoría absoluta con Podemos o se acercan a ella, será difícil evitar que esta alianza a la portuguesa acabe gobernando el país.

Los barones recuerdan que Sánchez salió del 20D convencido de que iba a pactar el Gobierno con Pablo Iglesias

“Pedro acudió el 20 de diciembre a las elecciones con la idea preconcebida de que iba a llegar a La Moncloa con el apoyo de Podemos e, incluso, de los grupos independentistas. Se lo impedimos a tiempo, pero si en junio el partido se acercara a la mayoría absoluta con el concurso de la izquierda radical, sería impracticable repetir la misma operación y el manoseado Gobierno a la valenciana resultaría inevitable”, asegura un influyente barón regional.

La pregunta que surge dentro del Partido Socialista ante este posible escenario es muy simple. ¿Se dejaría pactar a Sánchez con Pablo Iglesias, incluso en el caso de que Podemos lograra el sorpasso dentro de la izquierda? Aquí las respuestas están más divididas. Hay quien considera que en este supuesto, Sánchez se refugiaría en una nueva consulta a la militancia para desautorizar al comité federal y también hay quien opina que la presión sobre él sería tan grande para que dimitiera, que evitaría introducirse en nuevas aventuras y se plegaría a los movimientos que desde hace tiempo vienen fomentando para desalojarle de Ferraz el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, el exministro José Bono y la presidenta andaluza, Susana Díaz, entre otros.

En todo caso, fuentes de la ejecutiva del PSOE reconocen que si del 26-J sale un mapa político más favorable a la izquierda que el del pasado 20-D, los barones tendrían muy difícil volver a poner las mismas líneas rojas que marcaron hace cuatro meses, prohibiendo un pacto con Podemos mientras no renuncie al referéndum soberanista en Cataluña y, al mismo tiempo, frenando cualquier acuerdo con el PP, con o sin Rajoy.

El riesgo de cerrarse puertas durante la campaña

Ahora el objetivo de Sánchez es no cometer los errores de la pasada campaña electoral y evitar cerrarse las puertas que su partido podría estar obligado a abrir después de las próximas legislativas. Por lo tanto, es previsible que sus ataques al PP sean más moderados que los de hace cuatro meses y que los destinados a Pablo Iglesias siempre dejen viva la posibilidad de alcanzar un entendimiento tras el 26J. Con Ciudadanos, Sánchez tendrá más problemas esta vez para descalificarlo como la “marca blanca” del PP, ya que incurriría en una contradicción poco digerible criticar a una formación con la que hasta hace unos días pensaba compartir el Gobierno tras firmar un acuerdo de 200 medidas.

La militancia socialista sigue siendo el principal blindaje de Sánchez frente al comité federal

A la espera del próximo sondeo del CIS con intención de voto, las encuestas hasta ahora conocidas reflejan un descenso en la participación electoral de cinco puntos de media que penalizaría claramente a la izquierda. En las puntuaciones globales, Ciudadanos sigue siendo el partido más valorado, a pesar de que el PSOE es percibido por los ciudadanos como la formación que más se ha esforzado en conseguir un pacto de Gobierno. La estimación de resultados es variopinta, aunque de momento los sondeos coinciden en que los socialistas se mantienen, con tendencia a la baja, en la representación parlamentaria del 20D (90 diputados), mientras Podemos cedería más de 15 escaños y el PP y Ciudadanos se acercarían, entre los dos, a la mayoría absoluta (176 diputados).

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