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España

Los escándalos que noquean al PSOE bloquean su tarea de oposición y hacen soñar a IU con el 'sorpasso'

Alfredo Pérez Rubalcaba preguntó este miércoles a Mariano Rajoy en el Congreso por el ‘caso Bárcenas’ y el presidente solo aludió de forma implícita al ‘caso Griñán’: “No voy a entrar en el y tú más y fíjese que tendría oportunidades para hacerlo y más en el día de hoy…”. Minutos antes, interrogaba también a Rajoy sobre el mismo escándalo el portavoz de IU, Cayo Lara, quien le invitó a seguir el ejemplo del expresidente de la Primera República Estanislao Figueras cuando convocó en 1873 un consejo de ministros para decirle a su equipo: “Ya no aguanto más, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros”. Dentro del hemiciclo, la frase fue recibida con risas en la bancada de la izquierda, pero una vez acabada la sesión de control al Gobierno, podían verse caras de funeral en algunos diputados socialistas.

"Yo no aguanto más, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros", una frase que el expresidente de la Primera República Estanislao Figueras dijo en 1873 y que Cayo Lara anima a Rajoy a pronunciar ahora

Acababan de comprobar que el Gobierno ya utiliza, de forma discreta, pero eficaz, el ‘caso Griñán’ como contrapeso del ‘caso Bárcenas’ y, lo que es todavía mucho más preocupante para el PSOE, que Izquierda Unida se desenvuelve con mayor soltura dentro y fuera del hemiciclo en la denuncia de los principales escándalos de corrupción, y eso que ha sido el sostén del Gabinete que el expresidente andaluz presidió hasta hace cuatro días y va a seguir siéndolo de su sucesora, Susana Díaz.

El ‘gabinete de crisis’ del que Rubalcaba suele echar mano cuando sucede algún terremoto en su partido concluyó el martes que a la vista de las lagunas jurídicas que contiene el auto de la juez Mercedes Alaya, una pista de despegue para la imputación de Griñán y de Manuel Chaves, lo mejor es cerrar filas y esperar a que, en el mejor de los casos, la investigación sobre el desvío de fondos del desempleo en Andalucía acabe en el Tribunal Supremo. Pero una cosa es el discurso del PSOE cara a la galería y otra muy distinta el desgarro que el escándalo está provocando en las filas del partido y del Grupo Parlamentario. Si hace unos meses los diputados más propensos a los análisis solo veían la posibilidad de un sorpasso electoral por parte de IU en las próximas elecciones europeas como un ejercicio de ciencia ficción, ahora ninguno de ellos descarta que el batacazo en estos comicios, los primeros en la agenda de ámbito nacional, sea de tal envergadura que coloque a Cayo Lara como principal referente de la izquierda.

El 'gabinete de crisis' de Rubalcaba cree que lo mejor que podría pasar con el escándalo de los ERE en Andalucía es que acabara en el Tribunal Supremo

El PSOE está noqueado, reconocen en su Grupo Parlamentario, porque a la pelea interna motivada por el incierto liderazgo de Rubalcaba y su calendario para la elección del futuro cartel electoral se suma un rosario de errores y escándalos que van desde la moción de censura en Ponferrada de la pasada primavera hasta la oscura trama de espionaje dirigida desde el PSC, pasando ahora por el protagonismo que han tomado Griñán y Chaves, vieja guardia de pata negra, en el saqueo de los ERE andaluces. La falta de reacción de los socialistas, aseguran fuentes parlamentarias, ha provocado una caída libre en las encuestas difícil de frenar y una tendencia hacia la debacle bastante clara.

Rubalcaba se retrató en las legislativas de hace casi dos años con la obtención del 28% de los votos y 110 escaños. Tres años antes, los socialistas tenían consigo el apoyo del 43% del electorado y 169 diputados. Las últimas encuestas conocidas le dan al PSOE entre el 25% y el 30% de los apoyos y reflejan la posibilidad de que quede por debajo de los 100 diputados. En intención directa de voto, sin cocina demoscópica, solo se sitúa a 1,9 puntos de Izquierda Unida, algo que no pierde de vista Cayo Lara y que está teniendo muy en cuenta a la hora de ejercitar su oposición de forma mucho más combativa que el PSOE en asuntos tan sensibles como el del paro, los desahucios o las pensiones. Sus proyecciones reflejan que, si se celebraran ahora elecciones, IU podría colocar en el Congreso más de 50 diputados frente a los 11 que tiene ahora.

En la intención directa de voto, la ventaja del PSOE sobre IU es inferior a dos puntos, lo que llevaría a Cayo Lara a instalarse en el Congreso con más de 50 diputados

Rubalcaba llegará a su conferencia política de noviembre con este espectro del sorpasso revoloteando en las encuestas y con el estado de ánimo de su partido bajo mínimos. De ahí que en su propio equipo no se descarte que el debate sobre las primarias termine por eclipsar el contenido programático que la ejecutiva del PSOE aspira a darle al encuentro.

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