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España

Operación ‘Gran Hermano’: El PSOE hace una endoscopia a todo el cuerpo electoral para recuperar antiguos votantes

En las pasadas elecciones generales, al PSOE se le esfumaron cuatro millones y medio de votos. Pasó de 169 a 110 diputados antes de morder el polvo en Galicia y el País Vasco en las últimas elecciones autonómicas. Ahora tiene por delante los comicios europeos de 2014, a los que seguirá la consulta local y autonómica de 2015. Ferraz quiere empezar ya a calentar motores y para ello ha puesto el lazo a un plan de acción electoral que comenzó a esbozarse en la etapa de Zapatero como secretario general y acaba de culminar ahora. El invento consiste en un programa informático en el que se han cruzado millones de datos demográficos y sociológicos. De esta forma,  ofrece un perfil localizado del votante que vive en cada barrio y cada manzana. Abarca toda la geografía nacional y se ha nutrido de la secuencia histórica de voto en todas y cada una de las secciones de los 52.000 colegios electorales que hay en España.

El programa informático tiene en cuenta niveles de renta, edad de la población, número de hipotecas, tasas de paro y todo lo necesario para adaptar el discurso político a cada barrio

En el programa se han introducido también, entre otros, los datos correspondientes a edades de población, nivel de renta, tasa de paro, estudios y prestamos hipotecarios. Una especie de “gran hermano” a gran escala que la ejecutiva socialista considera muy útil para definir su acción electoral en cada una de las zonas donde se juega la posibilidad de recuperar antiguos votantes si se les sirve en bandeja el menú adecuado.

Para coordinar el trabajo en las zonas que el PSOE estime prioritarias, el partido nombrará un agente electoral que será el encargado de incidir en los aspectos más sensibles para cada barrio, pueblo o provincia. El programa permite detectar si en una determinada calle los ciudadanos están que trinan por la instalación de un parquímetro o por el mal funcionamiento de la recogida de basuras. Todo bajo control.

Los socialistas han perdido 26.000 militantes en los dos últimos años y el partido lo achaca a las dificultades para abonar las cuotas mensuales en tiempos de crisis

En la agenda de Ferraz figura también el desarrollo de un plan para recuperar militantes, ya que en los dos últimos años se han dado de baja más de 26.000 de los 200.000 con que, aproximadamente, cuenta la organización. Esta fuga ha empobrecido todavía más las arcas del partido, muy castigadas desde que perdió el 60% de los ingresos como consecuencia de la derrota electoral y de la baja de 59 diputados. La idea que se baraja es la reducción de las cuotas, pues en la ejecutiva federal se achaca, curiosamente, la mayor parte de los abandonos a los problemas económicos, no a la desafección por la deriva que ha tomado el proyecto socialista.

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