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España

Sánchez autoriza desde hace semanas contactos secretos con Podemos para lograr la investidura

Pedro Sánchez pasa delante de Pablo Iglesias en el Congreso.

Las relaciones entre la dirección del PSOE y la de Podemos no son tan frías como las que aparentan en público, al margen de las maneras en que los dos partidos han decidido teatralizar la negociación de la investidura. Hace semanas que ambas formaciones mantienen contactos al más alto nivel para tomarse mutuamente la temperatura ante una partida muy compleja que puede abocar a la formación de Gobierno o a la convocatoria de nuevas elecciones. Entre quienes participan en estos contactos secretos figura el exsecretario de Organización socialista Óscar López, actual portavoz de su grupo en el Senado, hombre de la máxima confianza de Pedro Sánchez y de Antonio Hernando, quien cumple con la misma misión en el Congreso. López, Hernando y Sánchez formaron parte del equipo de apoyo del ex ministro José Blanco en su etapa también como responsable de Organización de Ferraz.

Óscar López y Carolina Bescansa estuvieron reunidos la semana pasada en un céntrico restaurante de Madrid

Por parte de Podemos está siendo Carolina Bescansa una de las encargadas de tomar la temperatura al PSOE. Ella y Óscar López mantuvieron la semana pasada  una reunión en la que analizaron todos los escenarios que se les abren a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias en la sesión de investidura fijada para el 2 de marzo. Según fuentes socialistas, el análisis que ambos hicieron concluye que será muy difícil el acuerdo, dato que se ha confirmado este lunes cuando Iglesias presentó en público un programa de imposible digestión para el Partido Socialista. A partir de este momento, se ha desatado un pulso entre Sánchez e Iglesias que el primero tratará de superar trasladando al segundo un nuevo documento que incorpore los aspectos coincidentes de los dos programas. Hay también miembros destacados de la ejecutiva federal del PSOE que han establecido en las últimas semanas conversaciones privadas con miembros de la dirección de Podemos. Su conclusión, trasladada a Sánchez, es la misma: la posibilidad de que los diputados de la formación morada acaben apoyando la investidura de Sánchez es remota.

Este termómetro le ha servido al secretario general del PSOE para aumentar su desconfianza en Pablo Iglesias. De hecho se resiste a una nueva foto con él “hasta que no haya acuerdo”. También le ha valido para orientar sus negociaciones con el resto de los grupos sondeando con ellos todos los espacios que pueden conducirle a La Moncloa. La prioridad en estos momentos, refieren las fuentes, es cerrar un pacto con Ciudadanos –es el que está más avanzado– y trabajar a favor de que formaciones como Podemos, el PNV, la antigua Convergencia, Esquerra Republicana, Coalición Canaria, Nueva Canaria y el resto de las marcas que integran el grupo Mixto, se abstengan escogiendo como catalizador el desalojo del PP del Gobierno. Si ello fuera así, Sánchez tendría garantizado su triunfo por mayoría simple en la votación prevista para el 5 de marzo. Solo si Podemos votase en contra o negara al PSOE su abstención, tendría que irse a la convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarían el 26 de junio.

Los independentistas ponen precio a su abstención

Para seguir escudriñando el terreno que pisa, Pedro Sánchez se reunió este martes en el Congreso con el portavoz de Democracia y Libertad, Francesc Homs, y con los dirigentes de Esquerra Republicana Joan Tardá y Gabriel Rufián. Más allá de las palabras altisonantes y de los mítines a favor de la independencia de Cataluña que ayer tarde protagonizaron los segundos al finalizar el encuentro, lo importante para el líder socialista es que los dirigentes de DyL y de ERC no le cerraron totalmente la puerta a la posibilidad de abstenerse en la investidura, aunque para ello exigieron el visto bueno al referéndum. Sánchez les prometió derogar la reforma educativa del PP que tanto ha escocido en Cataluña, más inversiones en infraestructuras y una reforma constitucional que ayude a desbloquear el proceso soberanista.

Miembros de la ejecutiva del PSOE también mantienen contactos con la dirección de Podemos, de los que informan a Sánchez

 Los dirigentes republicanos castigaron a Sánchez recordándole que el expresidente Zapatero defendió la “plurinacionalidad” de España y el PSC el derecho de autodeterminación, durante la etapa de Pere Navarro como primer secretario del partido. “Nos da igual si hay en España nuevas elecciones o no porque lo que ocurra en Cataluña solo va a depender de los catalanes”, apuntó Tardá, asumiendo el papel de “soldado de la república catalana”.

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