Pablo Iglesias propone regular la entrada de los bancos en los medios de comunicación

El eurodiputado de la formación Podemos, Pablo Iglesias, explica en el libro ‘Conversaciones con Pablo Iglesias’, que es partidario de someter a regulación pública los medios de comunicación, por lo menos a “una parte” y garantizar así “la libertad de prensa, sin condicionantes de las empresas privadas o la voluntad de los partidos políticos”, según trató con el periodista Jacobo Rivero en una conversación con el líder de la formación tras las elecciones europeas del 25 de mayo y publicado en forma de libro.

El politólogo, según recoge Europa Press, defiende "¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación".

La regulación, según Iglesias, no quiere decir que todos los medios deban estar bajo el control del Gobierno, sino que sea garantizado mediante la regulación del sector la independencia y veracidad de los medios, a lo que añade, que eso no quiere decir que los medios tengan que estar bajo el control del Gobierno, sino que los medios de comunicación, “por lo menos una parte”, tienen que tener mecanismos de control público y que esto no tiene que ser institucional.

Su ejemplo, en Latinoamérica

Esta postura que refleja el contenido del texto ya ha sido expresada por el conocido político en su propio canal ‘La Tuerka’ en un documental sobre los medios de comunicación: ‘Una mosca en una botella de Coca-Cola’, donde se ponen como ejemplo las medidas llevadas a cabo en distintos países de Latinoamérica contra la inversión de capital privado en los medios de comunicación y en donde aparecen periodistas de todos los signos políticos aportando su visión, entre ellos Juan Carlos Monedero, uno de los líderes de la formación, que expresa que “Lo democrático es que desde los parlamentos nazcan leyes que establezcan que la información no es una mercancía y el hecho de que haya medios de información privada no implica que tengan derecho a tergiversarla”.

Monedero:  “Lo democrático es que desde los parlamentos nazcan leyes que establezcan que la información no es una mercancía"

Además, en dicho documental el politólogo también expresa que en esta línea debe haber una ley que impida a las empresas de medios de comunicación “darnos la carne podrida de sus telediarios, sus informativos o sus documentales donde nos están queriendo adoctrinar en ese tipo de principios que tienen como conclusión final que su privilegio lo tenemos que leer como un interés colectivo”.

En el libro, el profesor de la complutense ha declarado ante el ejemplo de la Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador del Gobierno de Rafael Correa que él sería partidario de una regulación de la comunicación desde el poder público y ha alegado que “si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho”, sentencia.

Pablo Iglesias cree que hay una "voluntad política" de desprestigiar la información pública

Asimismo defiende que “la gestión de la información no puede depender de hombres de negocios y de su voluntad por permitir la libertad de expresión” y cree que “no puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios” y que hay una “voluntad política” de desprestigiar la información pública. Además califica de “mito” que los medios privados ofrezcan calidad en sus productos, y señala que la privatización es la lógica de funcionamiento del beneficio, no del interés social, ni utilidad social.

En el libro, Iglesias y el periodista de Diagonal analizan el panorama político en España tras el 25-M y los desafíos soberanistas catalanes y vascos, de los que el eurodiputado ha calificado a PNV y CiU como partidos “de lo viejo, del régimen”, “miembros de esa casta a la que también pertenecen las élites del PP y el PSOE.