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España

Pinchazo de Iglesias en las primarias: Podemos apenas moviliza a un 10% de sus inscritos

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, presentando el acuerdo con ICV-EUiA.

Salvo un aluvión de votantes en las dos jornadas que faltan, Podemos registrará en sus primarias de las generales una participación demasiado baja para las expectativas del partido. De momento, los cuatro primeros días de votación apenas han movilizado a un 10,8% del total de inscritos en Podemos, esto es, sólo se han pronunciado 41.000 'afiliados' de los 379.000 simpatizantes que están registrados en el censo, según la web de la formación morada.

El adelanto de estas primarias de las generales para atajar el debate sobre la confluencia y el modelo establecido de votación (circunscripción única, listas plancha y puestos reservados 'ad hoc' a nacionalistas) han generado en las últimas semanas un visible descontento entre las bases, que se ha podido traducir en esta baja participación. Los críticos pedían tiempo para armar una candidatura de unidad popular con otras fuerzas de izquierdas. En este contexto surgió la iniciativa Ahora en Común, integrada por miembros de IU, Equo y del sector descontento de Podemos, entre otros representantes de movimientos sociales. El candidato de IU a la Moncloa, Alberto Garzón, ya ha dicho que está dispuesto a encabezar esta candidatura unitaria.

Asimismo, días antes del inicio de la votación el pasado viernes, más de 900 cargos y representantes del partido firmaron un manifiesto donde planteaban que "necesitamos unas primarias que abran un plazo razonable que permita discutir con otras fuerzas sociales y políticas sin caer en una suma de siglas o de aparatos".

Todo lo que no sea acercarse a los 112.070 del proceso de Vistalegre sería un revés para Iglesias

A la espera todavía de que los inscritos más rezagados acudan a votar a la plataforma online durante este martes y miércoles (el día 22 concluye la elección que empezó el pasado viernes), Podemos registra ahora mismo su peor nivel de participación de todos los procesos democráticos internos celebrados desde su nacimiento. Desde la votación de la Asamblea fundacional de Vistalegre del pasado octubre para elegir el modelo de partido a seguir (aquí fue sonada la pugna entre el núcleo de Iglesias y la corriente de Pablo Echenique, Teresa Rodríguez e Izquierda Anticapitalista), la implicación de los simpatizantes  ha ido en descenso. Si entonces votaron 112.070 personas de las 205.750 inscritas, este porcentaje del 54% no ha vuelto a repetirse en ninguna convocatoria.

Más bien al contrario, ha ido cayendo hasta el 20% en las primarias de marzo para la elegir a los candidatos a las elecciones autonómicas del 24-M. Este dato, conocido el pasado 1 de abril, indicó que apenas 48.023 simpatizantes de los 237.929 inscritos ese momento en las trece comunidades en liza (no se incluían Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco) se interesaron por votar a sus cabezas de lista.

Probablemente, los 40.000 contabilizados en las primarias de ahora, de cara a la generales, superarán esos 48.023 al cierre de la votación el miércoles, pero todavía seguiría siendo una cifra poco contundente. Teniendo en cuenta que aquí participan los 'afiliados' de todas las comunidades y círculos exteriores, sin excepción, y que Podemos cuenta ya con 379.000 inscritos, todo lo que no sea igualar o acercarse a os 112.070 que votaron en el proceso de Vistalegre sería un importante revés para la dirección de Pablo Iglesias, una seria advertencia de las bases.

La consulta de la polémica

A tenor de este nivel de participación, la convocatoria paralela de un referéndum sobre la confluencia parcial que defiende la cúpula de Podemos tampoco ha servido para animar a las bases a acudir a la plataforma online de votación. Esta jugada del eurodiputado y su círculo de colaboradores para legitimar así entre los simpatizantes su 'no' a la lista de unidad popular, ha recibido también la desaprobación del sector crítico que viene reclamando ir a las urnas mediante la fórmula que siguieron Ahora Madrid o Marea Atlántica.

El equipo de Pablo Iglesias sólo está dispuesto a ir de las mano a las elecciones generales con "fuerzas del cambio" en aquellos territorios que tienen "ecosistemas políticos distintos" (Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia y Baleares). Así, en las listas que salgan de estas primarias han reservado huecos para "individualidades" de esas formaciones nacionalistas (ICV, Compromís, Anova y Més).

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