Pablo Iglesias, dispuesto a forzar el adelanto electoral si Pedro Sánchez no cede

Si hace dos semanas Pablo Iglesias sorprendió a todos con la oferta de un Gobierno de coalición entre PSOE, Podemos e IU, este viernes lo hizo al negarse a constituir un equipo negociador mientras Pedro Sánchez no descarte a Ciudadanos como interlocutor, horas antes de que ambos partidos celebraran su primera reunión técnica para acercar posiciones ante un hipotético pacto de legislatura, la opción preferida por Albert Rivera.

Sánchez, que pretende demostrar a sus barones que va a hacer todo lo posible por llegar a acuerdos con Ciudadanos, ya sabe que si lo consigue tan sólo puede aspirar al voto negativo de Podemos, que ha anunciado que no facilitará, ni con su voto afirmativo ni con la abstención, ninguna otra opción que no sea el Gobierno de coalición con IU.

Una apuesta tajante que hace incluso excesivo el plazo de un mes que Sánchez ha pedido al presidente del Congreso, Patxi López, para intentar conseguir apoyos suficientes a su investidura. Al líder del PSOE le queda solo avanzar en sus conversaciones con Ciudadanos, sabedor de que si concluyen en un acuerdo no contará con otros apoyos, lo que conduciría inexorablemente al adelanto electoral. Eso sí, podría presentarse ante el partido y sus electores como el hombre de Estado que ha intentado pactar a derecha e izquierda y que no lo ha conseguido por la pinza de PP y Podemos.

Iglesias repite que no quiere un anticipo electoral, pero las encuestas señalan a Podemos como el partido que más puede ganar

En el argumentario difundido a través de la Telegram, la Secretaría Política de Podemos, que dirige Íñigo Errejón, señalaba que el sondeo del CIS “debería ayudar a Sánchez a elegir entre una de las dos opciones antitéticas que tiene por delante”, en clara alusión a que si no lo hace con ellos el sorpasso será un hecho. “Consideramos esencial revertir los recortes y el rescatar a la ciudadanía. Con Ciudadanos esto parece incompatible a la hora de gobernar”.

Iglesias repite que convocar nuevas elecciones es el peor escenario para Podemos, que quien ha hecho una oferta de Gobierno de coalición no está pensando en nuevos comicios, pero los datos de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) demuestran que sólo PP y Podemos experimentarían un alza en su intención de voto y que éste se convertiría en la segunda fuerza política, por delante del PSOE. El escenario ideal para Iglesias, que antes del 20D defendió dicha correlación de fuerzas como la mejor para alcanzar un acuerdo de izquierdas con los socialistas.

Podemos juega con la doble ventaja de que sólo pactará si entra a formar parte del futuro Gobierno, vicepresidencia y varios ministerios importantes incluidos, y de que si el PSOE no acepta y fracasan sus alianzas alternativas habrá que ir a un anticipo electoral que le beneficia. En definitiva, gana en los dos escenarios con los que juega.

Sánchez, que reivindica su potestad para negociar con otras formaciones políticas y no en exclusiva con Podemos, sabe que está abocado a la investidura y quiere que si no logra sacar adelante su candidatura nadie le pueda reprochar no haberlo intentado con opciones políticas de distinto signo.