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España

Roca reparte puyas entre la clase política: "No vale para cambiar la Constitución"

Miquel Roca

Miguel Roca dijo anoche que los grandes estadistas están para movilizar a la sociedad y proponerla cambios que se adapten a las circunstancias. En su opinión, ni Mariano Rajoy, ni Alfredo Pérez Rubalcaba ni Artur Mas, a los que evitó citar, están a la altura de estas circunstancias, pues hasta ahora han sido incapaces de sentarse a negociar una reforma constitucional que, en su opinión, debería abarcar aspectos mucho más amplios que el modelo territorial, con recetas para resolver problemas como el modelo educativo, el sanitario o el de la propia ley Electoral.

MAFO aprovecha su presentación a Roca para dar lecciones de política económica sin citar al sistema financiero

La conferencia de Roca fue organizada por la Fundación Francisco Fernández Ordóñez y debió ser presentada por el ministro Alberto Ruiz-Gallardón, pero este excusó su asistencia por problemas de agenda. Como recambio de última hora se echó mano del exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, hermano del exministro centrista, quien se permitió la valentía de dar algunas lecciones económicas y criticar al Gobierno por la alarmante evolución del desempleo. De la herencia que dejó en el sistema financiero, ni hablar. Tanto MAFO como Miguel Roca tuvieron un auditorio singular del que formaron parte, entre otros, Emilio Ybarra, Carlos Solchaga, Pedro Solbes, Javier Solana y hasta Narcís Serra.

Emilio Ybarra, Narcís Serra y Carlos Solchaga, entre otros, acudieron a escuchar las recetas de Miguel Roca sobre Cataluña

Roca se definió como “un ejemplar de arqueología política”, una humildad que contrastó con los ataques directos que lanzó a la actual clase dirigente. A su juicio, habría que exigirle al “maquinista” que accione la palanca y evite el choque de trenes entre Cataluña y España, pues de lo contrario se originará una división que empobrecerá a todos. Ahora vivimos, en opinión de Roca, un “momento constitucional muy complicado” en el que el “derecho de España a cambiar la Constitución” se ve impedido por unos dirigentes políticos que tienen poco de estadistas y ni siquiera son capaces de sentarse a hablar.

El defensor de la infanta Cristina admite que el modelo autonómico está agotado y alude a la crisis de las instituciones y de los partidos

Roca opina que carece de sentido tenerle miedo a la palabra “soberanía” cuando el propio Gobierno español necesita ya el visto bueno de Bruselas para aprobar sus presupuestos anuales. No funcionan las instituciones, añadió sin ninguna alusión directa a la Corona, no funcionan tampoco los partidos y nadie parece capaz de repensar el modelo “agotado” del Estado de las autonomías intentando alcanzar un punto intermedio entre la recentralización de competencias que coloca en el campo del PP, el sistema federal que propone el PSOE y la independencia de Cataluña que busca Artur Mas. Puyas para todos: para el PP porque recurrió al Constitucional la reforma del Estatuto refrendada por el Parlamento catalán y también para el PSOE, porque ahora defiende a destiempo la supresión del recurso previo de inconstitucionalidad para evitar choques de legitimidades.

El 'padre' de la Constitución critica al PP por haber recurrido en su día la reforma estatutaria al Constitucional

Lo mejor de todo es que Roca reconoció que no tiene la solución para el problema catalán, pues lo único que propone es hablar, hablar y hablar, sin ver como inevitable la colisión entre Cataluña y el Estado. Para comprender mejor la sensibilidad con la que el defensor de la Infanta observa el problema, él mismo echó mano de un chiste fácil: El marido llega a su casa por la noche después de un duro día de trabajo y se encuentra con que su mujer le dice: “Estoy cansada de ti, me tratas mal, no te aguanto y me separo”.

El marido la responde: “Pero ¿Dónde vas a ir tu que más valgas? ¡Desgraciada! ¡Te voy a quitar todo el dinero, te vas a quedar sin pensión y hasta voy a conseguir que te quiten el pasaporte!”

La mujer entra en un mar de lágrimas y su marido le pregunta: “Pero ¿qué te pasa? ¿Ahora por qué lloras?

Y la mujer dice entre sollozos: “¡Porque yo creía que me querías!”

Pues así ve Roca la relación entre España y Cataluña.

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