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España

Rajoy protege a los criticos del PSOE frente a la pinza Sánchez-Iglesias

Rajoy, presidente en funciones, este lunes en la sede de Génova.

La ruptura del pacto entre PSOE y Podemos en Castilla la Mancha y en Extremadura han sido las primeras señales. Un puñetazo del partido de Pablo Iglesias en la quijada de Emiliano García Page, uno de los barones territoriales más activos en la campaña contra la estrategia ‘suicida’ de Pedro Sánchez, según la expresión que utiliza ese círculo hostil al secretario general. Dolores Cospedal salió, de inmediato, en apoyo del presidente regional, que le arrebató la Junta en las últimas autonómicas pese a haber vencido por un escaño. “Hay que evitar que la comunidad se paralice”, fue el argumento de la ex presidenta de la Comunidad para acudir presta al rescate del díscolo barón socialista.

En la cúpula de los populares se sospecha que Sánchez, en su deriva desesperada, ha alcanzado algún tipo de acuerdo con el líder de Podemos para amedrentar a sus barones más significados en la disidencia. Muchos de ellos alcanzaron la presidencia de su comunidad merced al apoyo o la abstención de Podemos, como son los casos de Extremadura (donde se consumó un movimiento similar al de La Mancha), Aragón, Comunidad Valenciana y otros. “En Extremadura el PSOE consiguió sacar adelante sus presupuestos gracias al respaldo del PP. Debería hacerlo siempre así, debería actuar de ese modo en todas partes”, insistió el presidente en funciones. Esta es la vía que Génova ha puesto ahora en marcha en Castilla la Mancha. “Page es más desconfiado que Fernández Vara”, reconocen en el PP, "quizás no admita nuestro apoyo. Necesitaba a Podemos para ser investido, pero no para gobernar”, añaden.

La reacción que no llega

Rajoy confirmó este lunes, tras la reunión de su Ejecutiva nacional, que la oferta efectuada por el PP meses atrás para que el PSOE cuente con los diputados populares y deje de depender de los de Podemos, sigue en pie. El pulso en la interna socialista, ya prácticamente una guerra abierta, va a ser muy duro de aquí a la celebración del Comité Federal del sábado. Génova necesita que los barones socialistas reaccionen y le planten cara a su secretario general.  “Tienen que pasar de las palabras a los hechos”, comentaba este lunes un miembro de la Ejecutiva del PP. ”Hay que apoyarlos y hasta animarlos para que se muevan, tienen que frenar a Sánchez”, insistía.

El presidente del PP, pese a la victoria en Galicia, transmitió a los altos cargos de su partido reunidos en la sede nacional una impresión pesimista del horizonte inmediato

El presidente del PP, pese a la victoria en Galicia y el modesto resultado del País Vasco, transmitió a los altos cargos de su partido reunidos en la sede nacional una impresión pesimista del horizonte inmediato. “Sigue todo igual que tras el 20-D. Las elecciones del domingo no han cambiado nada”, confirmó. "No habrá presupuestos, estamos trabajando en minimizar daños en conversación con las autonomías y los municipios", reconoció. Evitó valorar los pasos anunciados por Sánchez, decidido a arrasar con sus críticos mediante el respaldo, en una consulta ganadora, de sus bases. Un camino que no conduce a más salida que las urnas, de acuerdo con las mencionadas fuentes.

El gobierno alternativo

Rajoy es quizás el único de los suyos que mantiene sus sospechas de que Sánchez intentará el acuerdo con Podemos y los independentistas para abrirse paso hacia La Moncloa. El secretario general del PSOE no cerró esa puerta en su comparecencia del lunes. Respondió con la ambigüedad de siempre, e incluso llegó más allá, al recordar que el PP ya ha negociado con los nacionalistas catalanes en el reparto de puestos en la Mesa del Congreso. "¿Con quién creen que Rajoy sacará adelante sus Presupuestos si llega a Gobernar?", preguntó Sánchez a los periodistas en tono retórico. "Con los nacionalistas, naturalmente".

"Aritméticamente es posible, pero no se comparece ni con la razón ni con el deseo de los españoles", repitió Rajoy. Hay conversaciones entre el equipo de Sánchez y el de Iglesias desde hace tiempo, con vistas a lo que pueda pasar. El episodio de la fractura del ‘pacto manchego y extremeño', repentino y sin aviso previo, bien pudiera ser la primera señal. Sánchez ha alineado ya sus baterías contra sus opositores, ha organizado unas primarias para barrerlos del mapa y luego un congreso para consagrarse al frente del partido. “Si es que para entonces queda algo del partido”, dicen las fuentes populares.

“Algo se mueve en torno a Susana Díaz, el problema es que ya apenas hay tiempo”, subrayan. Rodríguez Zapatero está muy activo en la operación de defenestrar a Sánchez. La baronesa andaluza ha convocado a su dirección este jueves para afrontar el paso decisivo. ¿Qué se hace este sábado en el Comité Federal? Sánchez se negó a responder, por tres veces, a la pregunta de si dimitiría en el caso de que su propuesta fuera derrotada. En Génova piensan que todo es posible, que hay síntomas de que algo puede ocurrir. Una moción de censura, una sublevación frontal… La opinión mayoritaria, sin embargo, es que va a ser muy difícil “tirar a Pedro del caballo”, como decía este lunes un alto cargo del PP. “El problema es que si no lo descabalgan ellos, quizás se queden sin Pedro y sin caballo”, remata.

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