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España

Moncloa cree superado el "examen Bárcenas" y descarta crisis de Gobierno hasta la próxima Semana Santa

Moncloa considera despejado el horizonte de los próximos meses hasta el punto de que cree exorcizada la posibilidad de que se produzca una crisis del Ejecutivo a corto plazo, según señalaron a Vozpópuli distintas fuentes gubernamentales consultadas. Ésta es quizá la conclusión más importante de la jornada parlamentaria celebrada este jueves, en la que la intervención de Mariano Rajoy fue recibida con alivio en la bancada popular, necesitada de una dosis de moral y de ánimo. Los posibles cambios del Consejo de Ministros se retrasan pues, a la Semana Santa, con el telón de fondo de las elecciones europeas, que podrían justificar alguna modificación de destino, indicaron los mismos medios.

De rebote, apelan a que el Gobierno ha tomado la iniciativa con esta comparecencia, lo que no quiere decir ni mucho menos que den por zanjada una cuestión que aún tiene un largo recorrido judicial, pero que también aleja la posibilidad de la puesta en marcha cualquier "plan B" para sustituir a Rajoy al frente de la jefatura del Ejecutivo. Su voluntad, como este jueves dejó muy claro, es continuar, sin dimisiones ni convocatoria de elecciones legislativas. Ya de paso ciega la vía a los que se aferran a la opción Soraya Sáenz de Santamaría en caso de que él se viera obligado a dimitir.

Así, salvo imprevistos de última hora, --dado que todavía queda por testar cuál es el grado de enojo y, por tanto, de respuesta del "señor Bárcenas", tal y como Rajoy se refirió a su persona-- los ministros cerrarán este viernes el curso político con la seguridad de que a la vuelta de las vacaciones de verano seguirán en sus puestos. De hecho, Bárcenas ha servido hasta para afianzarlos "dado que sería contraproducente que se intepretara una crisis de Gobierno como respuesta al escándalo del ex tesorero", razonaba en este caso un miembro de la dirección popular. Incluso cabe la posibilidad de que Jaime Mayor Oreja siga de cabeza de lista en la candidatura a la Eurocámara, tal y como admitieron fuentes próximas a Mariano Rajoy, pero, en todo caso, hasta el arranque de la primavera del año que viene "no se tomará una decisión al respecto".

Esta vez no hubo discrepancias entre los miembros del equipo de Rajoy sobre la necesidad de citar, con todas sus letras, el nombre del extesorero

Rajoy celebrará este viernes la última reunión del Consejo de Ministros antes de irse a descansar unos días a Doñana y tras pasar una semana frenética sacudida por la  tragedia ferroviaria de Galicia. Este jueves, a decir de los suyos, "cogió el toro por los cuernos" con un discurso estructurado para dar una respuesta directa al 'caso Bárcenas', del que comenzó a hablar a los seis minutos de empezar a tomar la palabra. No hubo discrepancias entre los miembros de su equipo habitual sobre la necesidad de citar el nombre del extesorero con todas sus letras y asumir la "equivocación" de haber creído a un "falso inocente". "Eso estaba claro desde el principio", aseguran fuentes conocedoras del proceso de redacción del discurso presidencial, convencimiento que parece que compartía hasta el siempre prudente Pedro Arriola, partidario de atemperar los ánimos.

Ministros como Alberto Ruiz-Gallardón o Ana Mato parecen más consolidados que nunca. El primero porque su hipotética defenestración sería interpretada como un gesto de "cortesía" con Bárcenas, la segunda, porque el propio Rajoy se encargó esta semana de fotografiarse con ella en la presentación del Pacto sanitario, que se trasladó a Moncloa para darle una escenificación más solemne en una imagen de respaldo inequívoca. Muy llamativos fueron también los insistentes agradecimientos que Rajoy trasladó este jueves a su Grupo Parlamentario, conocedor del desconcierto que ha generado entre ellos las revelaciones del extesorero.

Y todo ello asumiendo el evidente riesgo de que Bárcenas se descuelgue con nuevas revelaciones, verídicas o no, en torno a la contabilidad del partido en general, o sobre Mariano Rajoy, en particular, temor que albergan los suyos en Moncloa pero sabedores de que no existían atajos en la comparecencia de ayer si se quería que el presidente del Gobierno saliera bien parado de la misma.

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