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España

Rajoy, Van Rompuy, Merkel, Hollande y Monti coordinan su posición de cara al G-20

Sobre la siete y cuarto de esta tarde terminaba la vídeoconferencia de una hora que han mantenido Mariano Rajoy con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompyuy; la canciller alemana, Angel Merkel; el presidente de la República francesa, François Hollande, y el primer ministro iltaiano, mario Monti. Los cinco han coordinado su posición de cara al temario de la reunión del G-20", que se reúne el lunes y martes próximos en Los Cabos (México) y que tratará, entre otras cosas, sobre la crisis del euro. Como telón de fondo gravitan las elecciones griegas del domingo, de las que depende en buena medida la supervivencia de la moneda única.

Los contactos entre los cuatro grandes del euro están siendo constantes en las últimas semanas. De hecho, los cinco interlocutores de hoy tienen previsto volver a hablar este lunes en México, cita a la que pueden unirse el presidente estadounidense, Barack Obama y el premier británico, David Cameron. Además, Rajoy, Merkel y Hollande serán recibidos el viernes por Monti en roma para la llamada "cumbre del crecimiento", al objeto de introducir definitivamente el debate en torno a la necesidad de desarrollar políticas de impulso económico junto con las de disciplina fiscal.

A estas alturas, todos los interlocutores de Rajoy conocen su posicionamiento ante la crisis del euro, en general, y la española, en particular. Y la conocen porque está contenida en una carta que el pasado día 6 remitió a Van Rompuy así como al presidente de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durao Barroso. En la misma alertaba de que la huída de liquidez de los países periféricos a los del centro de Europa está desencadenando una situación "insostenible e impredecible" que "podría llevar al euro al límite", de modo que la percepción sobre el "riesgo de ruptura" del euro sea cada vez mayor. Tras ese demoledor análisis abogaba pro dos cosas, esto es, la unión fiscla y bancaria aún a costa de perder cuotas de sobernía, y que el Banco Central Europeo asegure tanto las condiciones de liquedez de los países miembros como la estabilidad del sistema.

La semana que viene es, por tanto, capital para rebajar la tensión en torno a España, con unos niveles de prima de riesgo y de intereses de la deuda cercanos al rescate.

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