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España

Los buenos datos de la encuesta del CIS convierten a Rajoy en el abanderado del optimismo

Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal y Fernando Martínez Maillo durante la reunión de la Junta Directiva Nacional.

El presidente del PP intentó insuflar confianza en la victoria a su Junta Directiva, en reunión especial antes de embarcarse rumbo a la campaña electoral. Los datos del CIS animaron Rajoy, que se encargó de subrayar que se trata de una encuesta muy seria y que impulsa el seguir trabajando. En Génova se esperaban unos datos menos optimistas. Pese a que el sondeo se efectuó en tiempos duros, con la detención de Rodrigo Rato por medio, el PP aguanta el tirón. Era una jornada para mostrar satisfacción. Rajoy viajó a Pamplona y a Zaragoza, para cerrar acuerdos electorales, e incluso ultimó un pacto con el partido de Álvarez Cascos. El CIS subrayaba también que Pedro Sánchez sigue siendo el líder mejor valorado, que más de la mitad de los encuestados no confían en Rajoy como presidente del Gobierno. Pero el PP sigue ahí, en cabeza. Piensan en Génova que ya han empezado a despertarse los abstencionistas y los desertores. El PP recupera voto que se había dado a la fuga, según estos análisis. La movilización es clave, decía el presidente por los pasillos. Declaraba que no sabe lo que va a pasar pero transmite una imagen mucho más confiada que hace unos meses, tras el batacazo de las municipales. 

"Hay que llegar a la gente, además de tocar la guitarra", comentó con ironía Rajoy a los congregados en la sede nacional

Transmitir fe en la victoria a un partido que hace tan sólo un mes tenía la moral por los suelos, no es cosa fácil. Pero los episodios de los últimos días, con la crisis catalana como telón de fondo, han espoleado a los mandos del partido, que ahora sí, ven posible una victoria. "Hay que llegar a la gente, además de tocar la guitarra", comentó con ironía Rajoy a los congregados en la sede nacional. La mayoría de los convocados esperaba saber qué había de lo suyo, es decir, de las listas electorales. Nada, de momento, todo se andará. Rajoy quiso centrarse en los que serán los mensajes de campaña, en los que Cataluña ha desplazado ya a la economía. "La recuperación y la unidad de España", serán los ejes de los discursos, resumió el presidente. Hace un mes, el reto independentista no existía para el PP. Ahora se ha convertido en la estrella.

Rajoy apareció ante los dirigentes de su formación, muy tranquilo, con plena confianza en la victoria en los comicios de diciembre, y así quiso transmitirlo antes de arrancar la difícil campaña electoral prenavideña. Hasta hace apenas un mes, esta actitud era casi una excepción en la familia conservadora, que temía un revolcón dramático el 20D. Mucho han cambiado las cosas, pero en especial, resultado relevante el protagonismo que han cobrado los episodios que se suceden en Cataluña, con un nacionalismo dividido, disperso, desorientado, y lanzando proclamas y amenazas nerviosas e inasumibles. El Constitucional posiblemente tumbará la semana próxima la resolución soberanista que apruebe el pleno del Parlament. El Gobierno celebrará un consejo de ministros extraordinario posiblemente este martes, con el fin de recurrir esta declaración y así pasarle la pelota al alto Tribunal, donde subsiste una división interna sobre este particular. En cualquier caso, el Ejecutivo ya habrá dado un paso firme para frenar el proceso de medidas de cara a la 'desconexión' que pretenden Juntos por el Sí empujados por la CUP. Una baza que sin duda aireará con fruición la gente del PP a lo largo de la campaña electoral. Es cuestión que cala hondo entre los simpatizantes del PP, donde han empezado a despejarse algunas dudas sobre el horizonte inmediato e su formación.

Jorge Moragas, director de la campaña, debutó como orador para transmitir ánimos a los asistentes y, en especial, para recordar que el PP es un partido con aquilatada experiencia de Gobierno, en contra de lo les ocurre a algunos de sus rivales, que presentan candidatos sin trayectoria ni recorrido político. Esta será una constante en los próximos días, recordar que en la pugna de las generales hay demasiado amateur, demasiado recién llegado, que ni siquiera han tenido un puesto de concejal en su ayuntamiento. En la reunión de los dirigentes del PP surgieron preguntas sobre las listas electorales y, desde luego, sobre el programa electoral. Rajoy no desveló ningún secreto y, según lo trascendido, es posible que en los próximos días empiecen el goteo de nombres de quienes ejercerán de cabeza de cartel en las diferentes demarcaciones. Hay nervios e inquietud entre los aspirantes. El presidente insistió en que se trata de un trance 'muy duro' porque es consciente de que muchos de los que ahora ocupan un escaño en el Congreso no tendrán ya cabida en las próximas Cortes. El PP perderá, según los pronósticos, entre 40 y 50 diputados.

Cierre de filas

La moral se recupera, tímidamente, en el espíritu del Partido Popular. Rajoy ha recobrado la iniciativa en un asunto de tanto efecto social y político como es el reto soberanista catalán. Entre los asistentes a la junta de este jueves se apreciaba un tono bien distinto al que se palpaba semanas atrás. El liderazgo del presidente ya no se pone en duda, ni por supuesto, su idoneidad para asumir la candidatura del partido. Hay un movimiento espontáneo de cierre de filas y una resurrección en la esperanza de lograr la victoria electoral. 

El estancamiento del PSOE, con muy malas perspectivas, también induce a una cierta confianza en las filas del PP

El barómetro del CIS ha ayudado a calmar los ánimos, en especial ante las cifras de Ciudadanos, el fantasma que recorre todos los despachos directivos del PP. Por el momento, el partido de Rivera aparece mucho más lejano de lo que muestran otras encuestas, a casi la mitad de los puntos que se atribuyen al actual partido en el gobierno. El estancamiento del PSOE, con muy malas perspectivas, también induce a una cierta confianza. Algunos de los veteranos de la reunión comentaban que este sondeo demuestra que el suelo del partido, aunque algo bajo, está firme y consolidado, lo que no puede decir Pedro Sánchez. El crecimiento de Ciudadanos se orienta ahora por el nicho electoral de los socialistas. Al PP ya le ha arañado todo lo que podía, de acuerdo con estas fuentes. Hay informaciones de agrupaciones regionales del PSOE que provocan enorme preocupación en la sede de Ferraz.

El propio Rajoy se desplazó este jueves a Pamplona y Zaragoza para suscribir pactos de candidatura con la UPN y el PAR, con el fin de reforzar sus aspiraciones en Navarra y Aragón respectivamente. También, después de intensas negociaciones, se logró un consenso, en la misma dirección, con Francisco Álvarez Cascos, lo que permitirá que el PP acuda a la cita electoral junto al Foro Asturiano, algo que parecía un imposible pero que la necesidad la logrado hacer una realidad.

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