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España

Génova cree inoportuna la marcha de Aguirre por robar protagonismo a los próximos cambios de Rajoy

Esperanza Aguirre,iz y Cristina Cifuentes durante la reunión del Comité Ejecutivo Regional.

Aguirre renuncia a todo su poder en el partido regional pero a cambio pretende la celebración de un congreso extraordinario con primarias para nombrar a su sucesor. Una iniciativa inesperada, no por el contenido, que es viejo, sino por el momento elegido para difundirla. En Génova se piensa que ahora todo el foco de atención se encentra en los cambios que anunciará Rajoy el próximo jueves. Hay incluso quien lo ha visto como una desconsideración, casi una bofetada de la 'lideresa' por marcar los tiempos.

Las relaciones entre el presidente del Gobierno y su líder regional madrileña son inexistentes. No se hablan desde mucho antes de la campaña electoral, según fuentes del PP. Rajoy quiere que Esperanza desparezca cuanto antes como referente del PP en Madrid, que asuma Cristina Cifuentes esa responsabilidad, y lo más rápido posible. Necesita un PP fuerte en unos de sus principales bastiones de cara a las generales.

Rajoy quiere que Esperanza desparezca cuanto antes como referente del PP en Madrid

Aguirre aprovechó la celebración de la primera ejecutiva regional tras las elecciones para sorprender con su iniciativa, algo que ya había dejado caer tras la derrota del 24-M, pero nadie esperaba que insistiera en ella justo en este momento. Aguirre habló de su congreso extraordinario, recuperó protagonismo, arrebató algo de foco a Rajoy, y de paso, aprovechó para explicarle cómo se hacen las cosas: Tras un desastre electoral sin más paliativos que haber sido la lista más votada, hay que celebrar un congreso extraordinario, el líder debe renunciar a ser candidato y se designa a su sucesor mediante el sistema de "un militante, un voto". Nada de eso está dispuesto a hacer Rajoy, por supuesto.

Feroz autocrítica

También efectuó la líder del PP madrileño una autocrítica feroz sobre errores propios y ajenos, que derivaron en el enorme terremoto sufrido en las urnas. Llegó la hora de la generosidad y de la humildad, de modo que toca irse, vino a concluir. En Génova no ven más que una lectura a esta iniciativa de Aguirre: hacer ruido porque no se trata de otra cosa ya que los congresos extraordinarios no los convocan los líderes regionales, sino que los proponen y luego les da el visto bueno la dirección nacional. También pudiera ser un movimiento de prevención para que no se le convoque la gestora que reclaman muchos dirigentes.

Pocos en el PP conocían la jugada de Esperanza Aguirre, quien el sábado asistió con toda normalidad a la toma de posesión de Manuela Carmena al frente del Consistorio madrileño. La 'lideresa' madrileña aprovechó esa oportunidad para arremeter contra Podemos y contra el PSOE, por haber facilitado su acceso a la alcaldía de Madrid. Y confirmó que no renunciará a su acta de concejal, como hizo Rita Barberá en Valencia y que ejercerá su papel de jefa de la oposición durante toda la legislatura.

Aguirre ya amagó con la celebración de un 'congreso de refundación' a las pocas horas de conocerse el descalabro del 24-M. Eran días de tribulación, en los que la presidenta del PP madrileño ametralló con una serie indiscriminada de propuestas, incoherentes e inconexas.

Otros líderes regionales también insistían en la necesidad de irse tras su congreso extraordinario, como Bauzá en Baleares, o Rudi en Aragón. La respuesta de Génova fue rauda: los congreso regionales se celebrarán cuando toca, es decir, el año que viene, después de las generales y del congreso nacional del PP". Este mismo martes, el portavoz del partido en el Congreso, Rafael Hernando, se encargó de recordarlo, al igual que hizo Cristina Cifuentes, quien negocia estos días arduamente con Ciudadanos para conseguir la presidencia de la Comunidad madrileña.

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