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España

Limpiezas y Jardines de Madrid, más trabajo con la mitad de la plantilla desde 2013

Un trabajador de Limpieza y otro de Jardines charlan en una plaza madrileña

El cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de Madrid ha transformado parte de la resignación que desde hace años soportan algunos empleados públicos en cierta esperanza ante un hipotético cambio en el modo de actuar. Es el caso, por ejemplo, de los trabajadores de Limpieza Viaria y Jardines, que han visto cómo desde 2013 sus condiciones de trabajo no han hecho más que empeorar pese al acuerdo que llegaron a firmar casi fuera de plazo y que se vendió como un triunfo. 

Por aquel entonces, Madrid sufrió 13 días de huelga de basuras que tocaron directamente la moral de la ciudad: la imagen era nefasta de cara al turismo y la insalubridad y los inconvenientes para los ciudadanos llegaron a hacerse insoportables. El pulso con la anterior alcaldesa, Ana Botella, acabó con la firma de un acuerdo que fue vendido como un triunfo para los sindicatos: no habría ni despidos definitivos ni rebajas salariales, de manera que se retiraba el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) planteado contra 1.134 trabajadores. A cambio, se firmaba un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de 45 días por año hasta 2017, además de bajas voluntarias con una remuneración de 28 y 29 días por año trabajado y excedencias a 5 y 10 años con indemnizaciones del 50% y 75% del salario bruto respectivamente. 

Ayuntamiento y sindicatos firmaron un ERTE de 45 días por año, bajas y excedencias incentivadas con indemnizaciones del 50% y 75% del salario bruto

Dos años después, la situación de los trabajadores está lejos de ser lo que se esperaban. "El problema del ERTE que se firmó para 4 años es que las empresas dijeron que se firmaba porque les sobraba personal y podían hacer el mismo trabajo con menos plantilla, pero no es cierto. No es un ERTE organizativo como se dijo, sino que es económico. Es una cuestión de dinero, si les sale más barato hacer un ERTE y que le multen a mantener a las personas que tiene la empresa, pues prefieren las multas y no limpiar las calles", explica Jorge Collantes, responsable de Somos Sindicalistas de Limpieza Viaria de Madrid. 

Según argumenta a Vozpópuli, el antiguo equipo de Gobierno ya hizo una rebaja en los presupuestos de casi el 30%, y luego ha habido empresas que sumaron otro 25% más del canon que el Ayuntamiento había puesto, algo que hacía imposible mantener los puestos de trabajo con el dinero que se había ofertado. "Cuando comenzaron los ajustes despidieron a 500 personas, y luego mediante bajas y excedencias incentivadas, en mi empresa en concreto fueron otras 120. Ellos mismos redujeron el precio en las ofertas para quedarse con las contratas, y cuando vieron que no se podía llevar a cabo lo comprometido decidieron hacer un ERE que quedó finalmente en un ERTE. Ahora reclaman que si el consistorio les quita las multas intentarán limpiar mejor, pero en realidad lo que piden es obtener más dinero", señala Collantes. 

Las mencionadas multas provienen de la potestad que tiene el Ayuntamiento para sancionar con hasta el 20% de la asignación mensual que otorga a las concesionarias (OHL-Ascan, FCC y Sacyr Valoriza) si considera que el trabajo no está bien hecho, algo que ha pasado, según el responsable sindical, prácticamente todos los meses. Ahora, el nuevo equipo de Gobierno ha tendido una mano anunciando que si a finales de año Madrid está más limpio, se retirarán las multas. "El Ayuntamiento dice esto, pero si las empresas tienen las mismas personas y quieres que te quiten las multas, tendrás que limpiar más, y la única manera es metiendo más presión aún a los trabajadores, que no podemos hacer más de lo que estamos haciendo", admite Collantes. 

Condiciones poco sostenibles

El acuerdo firmado en 2013 afectaba tanto a Limpieza como a Jardines, ya que iban ambos dentro de la misma contrata. A los trabajadores se les impuso 45 días de paro al año, cobrando un 70% del salario, una media de 1.700 euros en mes y medio. Además se les descuenta la parte proporcional de las pagas extraordinarias, lo que supone unos 200 euros, y también se descuenta la paga por beneficios. Las vacaciones también se ven afectadas, de manera que pierden 4 días. Antes, además, no descontaban el día de trabajo si tenían que acudir al médico y ahora sí, por lo que la gente ha dejado de ir, según Collantes. Son unas condiciones que, los trabajadores de turnos entre semana podrían aguantar, pero que afectan especialmente a los de fines de semana, que en ocasiones no tienen derecho a paro por jornada laboral insuficiente o que cobran 150 o 200 euros por los 45 días de ERTE. 

"Si hace 5 años podía haber unas 70 personas en un turno, ahora una mañana hay 20 o 25", explica el representante sindical

"Primero fueron cerca de 1.000 personas en la calle, y los que quedamos sufrimos ese expediente de regulación de empleo, de manera que si somos cuatro turnos, siempre hay uno en el paro. A eso súmale la gente que se va de vacaciones, quienes necesitan un día concreto, lo que sea. En mi lugar de trabajo (el lote 5, que se encarga de Vallecas, Mortalaz y Vicálvaro) si somos 600 personas, entre 150 y 200 están en el paro, y tienes q sumar las que no trabajan por otros motivos. El único mes en el que están todos los turnos salvo el del ERTE es entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre. Hay semanas en las que directamente falta la mitad de la plantilla, los camiones están casi el 50% parados porque no hay quien los saque a recoger basuras. Si en mi parque hace 5 años podía haber unas 70 personas en un turno, ahora una mañana hay 20 o 25. Es imposible barrer Madrid con lo que hay ahora", denuncia el responsable sindical. 

Pero aparte de los ajustes económicos están las complicadas condiciones laborales. Limpiar una ciudad como Madrid con casi la mitad de la gente supone abarcar zonas más amplias y asumir tareas que no eran las propias antes de los acuerdos. Para la limpieza de papeleras, por ejemplo, antes existía una empresa que se encargaba de ello, y ahora es tarea de Limpieza, por lo que pocas veces les da tiempo a hacerlo. En zonas donde antes se pasaba todos los días, ahora pueden pasar una vez cada cuatro o cinco, de manera que el mantenimiento es bastante mejorable. También la recogida de los sacos de escombros que en ocasiones deben retirar también debido a que el Selur no se hace cargo. 

Más grave es aún el caso de recogidas de los excrementos caninos, que era competencia de la empresa Sanecan hasta que se extinguió el contrato con la misma. "Antes eran contenedores estancos, llegaban los operarios con sus medidas de salud laboral, sus guantes, su mascarilla y lo recogían, si no era el contenedor como tal era la llamada 'motocaca' que recogía los excrementos de las aceras. Ahora las bolsitas van a la papelera, y los recogemos nosotros sin más, o bien vaciando la papelera o bien barriendo el excremento de la acera. Con el calor los olores son increíbles, y a veces se te mancha la escoba o la pala y estás todo el día trabajando con ellas. Puedes negarte, pero entonces al día siguiente te encuentras con una sanción. Tenemos que hacer el trabajo de empresas que han desaparecido", lamenta Collantes. 

Según él, son el último eslabón, el que da la cara al público, quien al conocer su situación sí que se muestra comprensivo, pero que en ocasiones "ve que su calle está sucia o los resíduos le generan molestias y acaba insultándonos o increpándonos", algo con lo que tienen que lidiar muy a menudo. 

"A las empresas les sale más barato que les multen a tener toda la plantilla completa. Confío en el nuevo Ayuntamiento pero aún no han hablado con nosotros", dice Collantes

Cierta esperanza

Según el acuerdo firmado en 2013, todavía quedarían al menos dos años de aplicación del ERTE y del resto de las condiciones laborales, aunque el responsable de Somos Sindicalistas admite que esperan pocos cambios. "Las empresas lo tienen claro, les sale más barato que les multen antes que tener toda la plantilla completa. Lo que quieren es dinero, y si no hay más no van a cambiar su parecer, la única manera de conseguir más será aumentando la presión sobre el trabajador, que ahora mismo tiene miedo porque no están las cosas para decir 'no voy a hacerlo'", apunta. 

Sin embargo sí muestra confianza en el nuevo equipo de Gobierno madrileño, especialmente después de que éste manifestara abiertamente que quería "limpiar Madrid". "Lo que pasa es que creo que pecan de no tener conocimiento de cómo va esto. Conociendo a las empresas, no van a aceptar la propuesta de limpiar Madrid mejor para lograr retirar el ERTE, ya que van a intentar conseguirlo a base de presionar al trabajador. Lo primero sería que las empresas se comprometieran a quitar el expediente y entonces el Ayuntamiento podría de alguna manera adquirir también un compromiso para quitar las multas o cambiar el sistema", opina. 

Collantes recuerda que el equipo de Manuela Carmena sí dijo en un principio que quería solucionar esta situación y que pretendía hablar con los trabajadores afectados, aunque admite que aún no lo han hecho. Por eso su idea es que con un Gobierno nuevo se intente arreglar lo que se hizo mal con el ejecutivo anterior que encabezaba Ana Botella. 

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