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España

Una mayoría de dirigentes del PSOE, partidaria de la abdicación del Rey y de un relevo en el trono sin traumas

El ‘caso Urdangarin’, la presentación en sociedad de la bella Corinna, sus negocios ocultos con los Gobiernos de turno, los dos meses largos de convalecencia que le aguardan al Rey y, en suma, la grave crisis que ha echado por tierra en los últimos meses la imagen de la Casa Real, conducen a la mayor parte de los dirigentes del PSOE a opinar que ha llegado el momento de abrir el relevo en el trono mediante la abdicación de don Juan Carlos y el acceso a la jefatura del Estado del príncipe Felipe. Esto es lo que se defiende en privado en la cúpula del primer partido de la oposición, en la que prevalece la consigna de silencio que ha impuesto Alfredo Pérez Rubalcaba.

El debate sobre la abdicación del Rey no ha llegado todavía a la Ejecutiva socialista por miedo a filtraciones y malos entendidos

De hecho, el debate sobre las ventajas de la abdicación ni siquiera ha sido planteado de manera formal en la Ejecutiva federal por temor a que haya filtraciones o malos entendidos, pues se da por entendido que la mayoría de sus miembros, si no todos, comparten el criterio de que el Rey debería aprovechar esta oportunidad, la operación de su hernia discal, para renunciar y ceder los trastos a don Felipe. “Me consta que todos los que se sientan a mi lado en la Ejecutiva creen que sería bien aceptado por la sociedad que el Rey abdicara, pues este paso contribuiría a revalorizar la imagen de la Corona”, afirma un destacado miembro de Ferraz, que acompaña su testimonio con esta reflexión: “Habría que gestionar la sucesión en el trono sin traumas, pues en estos momentos existe un alto riesgo de fractura social ya que buena parte de los españoles son refractarios a la política y solo piden soluciones”.

Otro dirigente socialista es aún más directo. “La cautela que nos ha impuesto Alfredo [Pérez Rubalcaba] es lógica porque no podemos contribuir a que a la crisis política y a la económica se sume la apertura en canal de la jefatura del Estado. Dicho esto, sabemos que la irrupción de Corinna ha hecho imposible el papel de la reina Sofía, que al Rey le va a ser muy difícil recuperar su crédito y que al príncipe, el mejor favor que se le podría hacer es dejarle reinar cuanto antes. Esto no aguanta y o don Juan Carlos cede el testigo o cada vez se le va a complicar más el proceso”.

"Habría que gestionar la sucesión sin traumas, pues en estos momentos existe un alto riesgo de fractura social ya que una buena parte de los españoles son refractarios a la política", se afirma desde el PSOE

Estos y otros testimonios del mismo tenor prueban que las críticas realizadas dentro del PSOE a Pere Navarro, todavía líder del PSC, por su “salida de tono” de hace una semana, nacieron con abundantes dosis de cinismo. Navarro defendió ante un grupo de empresarios catalanes la abdicación del Rey y provocó un sarpullido en Ferraz, pues pilló a Rubalcaba desprevenido justamente cuando iba a subirse a la tribuna del Congreso para enfrentarse a Mariano Rajoy en el debate del estado de la nación. Si se analiza la rápida y ambigua respuesta que Ferraz le dio a Navarro – “No estamos en absoluto de acuerdo, nos parece un error” – se comprueba la utilidad de la hipocresía. En realidad, no refutaba la opinión del ‘barón’ socialista sino lo inoportuno del momento elegido para hacerla pública. “De hecho”, reconoce un miembro de la Ejecutiva, “nos hubiera puesto todavía en un aprieto mayor si Navarro se hubiera definido ahora, ya que en el fondo todos compartimos su parecer”. Tanto es así, que el PSC, antes de inflamarse la polémica por el “derecho a decidir” en Cataluña, expresó la certeza de que terminaría convenciendo “a los compañeros del PSOE” de las ventajas de que el Rey abdique en favor del Príncipe de Asturias. Más descaro frente al fingimiento.

La actitud tan precavida de Rubalcaba es comprendida por buena parte de los dirigentes socialistas, aunque éstos admiten que hay cuadros del partido que, siempre en voz baja, están defendiendo la necesidad de conectar con los sectores de la sociedad y de sus votantes que verían con simpatía un cuestionamiento de la institución monárquica. Nadie se atreve a hablar de la oportunidad que esta crisis aportaría para trabajar por un cambio de régimen, pero sí están llegando hasta la calle Ferraz no pocas peticiones de militantes que se decantan por delimitar jurídicamente la figura del Heredero y, de paso, dar un fuerte tijeretazo a los ocho millones de euros anuales de presupuesto público que consume la Casa Real.

El Gobierno y el PSOE recubren de secreto los favores de Estado que la princesa Corinna reconoce que ha hecho "en el marco de la política exterior"

En la ejecutiva socialista, al igual que en el Gobierno, se ha extendido un velo de secreto sobre las cuentas sin desagregar de La Zarzuela y, en particular, sobre los favores de Estado que la propia princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein reconoce ha hecho “en el marco de la política exterior, siempre que las autoridades relevantes me lo pidieron”. Lo máximo que han hecho los principales grupos parlamentarios es plantear al Ejecutivo que la futura ley de Transparencia implique también obligaciones para La Zarzuela, algo que todavía está por ver. 

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