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España

PwC alertó a un banco suizo del riesgo de tener al sobrino de Fraga como cliente

Veinte años despues de abrir su primera cuenta, aún no era un cliente de fiar. Correos internos entre directivos del Dresdner Bank revelan que Luis Fraga, exsenador del PP y sobrino del fundador del Alianza Popular (AP) además de íntimo amigo de Luis Bárcenas, levantó sus sospechas el año que estalló el 'Caso Gürtel' por el origen del dinero que atesoró en el depósito que mantenía en esta entidad financiera desde 1990. Así lo revela la documentación remitida recientemente por las autoridades suizas al juez Pablo Ruz dentro de una voluminosa comisión rogatoria sobre cuentas opacas de implicados en la trama de corrupción y empresarios, y en la que se han incluido dos depósitos que este político español tenía en sendos bancos helvéticos. Según dichos emails, a los que ha tenido acceso este diario, una auditoria realizada por Price Waterhouse Cooper (PWC) para el banco en 2009 desveló que la empleada responsable de su cuenta no había recabado suficiente información sobre la procedencia de los fondos que ingresaba Fraga pese a que su condición entonces de miembro de la Cámara Alta le había llevado a ser etiquetado como Persona Políticamente Expuesta (PEP, en sus siglas en inglés) de "riesgo 3".

Fraga llegó a a atesorar en la cuenta del Dresdner Bank más de medio millón de euros a finales de 1998. Cuando la cerró a comienzos de 2011 sólo le quedaban 21.000 euros

Fraga, que no está imputado en el 'caso Gürtel' pero cuyos cuentas son investigadas desde el pasado verano por el magistrado español para conocer su supuesta implicación en los movimientos realizados por el extesorero del PP para poner a salvo su fortuna suiza, llegó a tener en dicha cuenta 537.938 euros a finales de 1998. Sin embargo, cuando cerró la misma, en enero de 2011, el saldo había quedado reducido a poco más de 21.000 euros. No obstante, el que fuera senador 'popular' durante 22 años mantuvo otro depósito opaco en otra entidad financiera de Ginebra, el Lombard Odier, que no clausuró hasta el pasado 31 de enero de 2013, el día que estalló el 'caso Bárcenas' al salir a la luz los apuntes contables de su amigo. El político español no reflejó ninguna de las dos en el registro de intereses que tuvo que rellenar en la pasada legislatura, su última como senador. 

El cruce de mensajes entre los directivos del Banco que revela la desconfianza hacia el exsenador español se inició el 29 de julio de 2009. Aquel día, Andrea Dankert, asistente del vicepresidente de la entidad financiera, envió un mensaje bajo el asunto"resultado de la auditoría de PwC" a Agathe Stimoli, la gestora de cuentas que en el Dresdner Bank se encargaba de los clientes españoles, entre ellos el propio Luis Fraga y su amigo Luis Bárcenas. En el mensaje, le indicaba que el análisis realizado por la empresa auditora de las fichas de los clientes había detectado incidencias en las de varios de ellos, entre los cuales había dos que estaban en su cartera. Uno de ellos era una persona que acumulaba seis depósitos distintos y del que "no está documentado" de donde procedía el dinero que ingresaba en ellos. Sobre éste, del que no se da su indentidad sino la numeración de todas sus cuentas, la directiva le indicaba a su subordinada que se habían visto obligados a encargar un informe sobre el mismo a una empresa especializada en rastrear la vida financiera  y que el coste del mismo, 5.500 francos suizos (4.450 euros) serían cargados a la oficina de Ginebra, donde trabajaba Stimoli.

Sin "pasado financiero"

El segundo cliente que había despertado sospechas era precisamente Luis Fraga, al que tampoco se identifica por su nombre, sino por el número de cuenta que entonces, verano de 2009, tenia abierta en la entidad: la número 1283047. La auditoría de PwC había recalcado que sobre el político español había "demasiada poca información" y que tras repasar los datos que sobre él figuraban en los archivos, los responsables del Dresdner Bank habían descubierto que sólo se habían recabado inormación sobre "su carrera política, pero nada sobre su pasado financiero". Cinco días después, Agathe Stimoli, que a finales del pasado año fue interrogada por el juez Ruz en Suiza sobre las cuentas de Bárcenas que ella gestionaba, respondió también por correo electrónico. En este mensaje, indicaba que estaba "investigando para obtener más información acerca de esas cuentas", pero que tardaría algo en recabarla ya que su intención era hablarlo directamente con Luis Fraga y el cliente de las seis cuentas "en mi próximo viajes de negocios a Madrid. Estos asuntos no pueden ser discutidos por teléfono con los clientes", se justificaba.

La ficha que él banco suizo tenía sobre el sobrino de Manuel Fraga le catalogaba como "hombre de negocios retirado" y político "funciones oficiales" pese a su condición de senador

Junto a los correos electrónicos, la comisión rogatoria remitida ahora por Suiza incluye una ficha de cinco folios elaborado meses después de aquel cruce de mensajes en el que se analizan catorce aspectos de Fraga como cliente. Desde sus aficiones personales (escalada, literatura y esquiar) hasta su condición de senador y miembro del PP "pero sin funciones oficiales". El documento catalogaba al sobrino del fundador del partido como un "hombre de negocios retirado" y aseguraba que entre 1980 y 1989 fue propietario de una compañía encargada de distribuir productos deportivos en Alemania, la misma excusa que esgrimió Bárcenas ante Ruz para justificar parte de su fortuna. El informe bancario recogía que el sobrino de Manuel Fraga compaginó esta etapa empresarial con sus estudios de "política y leyes" en la universidad de Munich. Fraga es licenciado en Derecho.

El documento detalla también que tras la venta de la sociedad dedicada a comercializar material deportivo "dedicó su tiempo a los estudios y a hacer expediciones de alta montaña", etapa en la que "ganó algo de dinero escribiendo artículos de escalada en revistas especialistadas en deportes de montaña". "También es consultor independiente de leyes", señalaba el documento interno del banco antes de afirmar que el dinero que ingresaba en la cuenta procedía de "los ahorros de su vida profesional en Alemania". El Dresdner Bank estimaba su "potencial" como cliente en 125.000 euros. A la ficha, su gestora había unido el curriculum que sobre él aparecía en la página oficial del Senado como miembro en activo entonces de la Cámara Alta.

La ficha elaborada por el banco suizo sobre Luis Fraga incluía también cuatro folios en los que se detallaba los 33 contactos que el político español había mantenido con los gestores en los últimos diez años de vida de su cuenta. En ellos se recogían las órdenes de compra y venta de acciones que el exsenador realizaba por teléfono, así como los encuentros que mantuvo con empleados de la entidad tanto en las oficinas de Ginebra como en desplazamientos que éstos hicieron a Madrid. En uno de ellos, fechado en septiembre de 2009, meses después de estallar el 'caso Gürtel' y de que PwC alertase sobre la escasa información existente sobre el origen de sus fondos, un gestor del banco recogió la negativa de Luis Fraga a que se contactara con él en España "ni por email ni por teléfono. No me ha querido dar su número de teléfono". La excusa que puso fue que gran parte del tiempo estaba viajando por Rusia y Alemania.

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