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España

Tres usuarios de las 'black' alegan que se las merecían por "su esfuerzo y dedicación"

Un preferentista se manifiesta con un cartel alusivo al uso de las tarjetas black.

Cualquier excusa es buena para ser exculpado. Tres de los 55 exconsejeros de Caja Madrid y Bankia que aún permanecen imputados en el 'caso de las tarjetas black' han presentado sendos recursos en la Audiencia Nacional en los que vuelven a pedir al titular del Juzgado Central de Instrucción número 4, Fernando Andreu, que sobresea la causa contra ellos con argumentos, cuanto menos, sorprendentes. Alejandro Couceiro, Juan Gómez Castañeda y Fernando Serrano Antón, que hace sólo unas semanas presentaron otros escritos en el que solicitaban anular la causa porque Bankia había facilitado al magistrado los movimientos de sus 'visas opacas' sin pedirles autorización, esgrimen ahora que si ellos eran titulares de los polémicos 'plásticos' era en pago a "su esfuerzo y dedicación" en favor de la entidad. Además, niegan que los gastos que hicieron con la misma fuera del horario laboral tuvieran un carácter personal ya que, destacan, en su condición de miembros de Caja Madrid en ocasiones debían asistir a "acto oficial, conferencia, entierro, boda etc" en representación de ésta.

Los tres directivos de Caja Madrid insisten en que la entidad "conocía, controlaba y consentía" los gastos de sus 'black' y que con ellas no han producido "daño alguno" a la misma

Los tres directivos, que dilapidaron en total 275.000 euros con sus 'black', presentan de la mano del abogado que comparten escritos casi idénticos en los que recalcan que fue Caja Madrid quien les asignó la misma "libre y discrecionalmente" con "una cantidad alzada para gastos, tanto propios de su cargo como personales". En este sentido, recalca que la tarjeta eran simplemente "el elemento material para la disposición de tales gastos" y que no existía "criterio limitativo del tipo de gasto, que podía ser propio del cargo o de tipo personal". De hecho añaden que no se les exigía ni "la justificación del gasto" ni "el deber de sus restitución, todo ello hasta el límite asignado a mi representado".

En sus idénticos escritos, Couceiro, Gómez Castañeda y Serrano Antón, niegan haberse "apropiado" o "distraído cantidad alguna de Caja Madrid", e insisten que si usaron sus tarjetas para "gastos personales" era porque así se les "tenía asignado de modo personal y expreso" por parte de la propia entidad a la que, recalcan, "entregaban su esfuerzo y dedicación, origen y justificación del gasto asignado". Además, insisten en que Caja Madrid "en todo momento conocía, controlaba y consentía" y que en ningún momento su actuación ha "producido daño alguno" a la misma. En este punto, recuerdan que "en momento alguno se ha censurado, ni recriminado, ni tampoco reclamado" cantidad alguna por parte de la entidad a cuenta del uso de sus visas opacas.

Ponen en duda la relación de gastos

Los tres directivos también ponen en duda la veracidad de los datos sobre sus gastos contenidos "en una tabla 'excel' confeccionada exclusivamente por Bankia" y que fue el origen de la denuncia que dio pie a abrir la pieza separada de las 'black' en el 'caso Bankia'. Sus escritos aseguran que dichos cargos "no se han acreditado de modo objetivo mediante las facturas, boletas, etc firmada por los interesados, ni por extractos a los que los interesados dieran su conformidad en caso de que reflejaran las supuestas operaciones realizadas". De este modo, se suman a la estrategia seguida ya por otros imputados de exigir pruebas documentales más allá de cuadro estadístico que obra en la causa, una posición que inició el que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

Couceiro, Gómez Castañeda y Serrano ponen en duda la veracidad de los datos sobre sus gastos facilitados por Bankia al juez y exigen las "facturas y boletas" con su firma

Couceiro, Gómez Castañeda y Serrano Antón también cuestionan la reciente petición realizada por el juez Andreu a la Policía para que elabore un informe sobre los gastos realizados con las 'visas opacas' en "días festivos, en fines de semana o fuera del horario laboral". Según ellos, el planteamiento del magistrado de centrar las pesquisas en los cargos realizados en dichas franjas temporales es erróneo ya que consideran que el hecho de haberse realizado en esos momentos del día "no supone ni permite excluir que tales operaciones carezcan de carácter de gastos propios de cargo". En este sentido recalcan que "como saben los que ejercen actos de representación de cualquier entidad u organismo, también días festivos, en fines de semana o fuera del horario laboral tienen lugar este tipo de actos de representación".

Actos en los que, añaden, se "producen gastos que han de ser pagados por quien los realiza", como puede suceder si se asiste a un "acto oficial, entierro, boda etc, de personas relacionadas con la actividad de la empresa u órgano al que se representa". Couceiro, Gómez Castañeda y Serrano Antón consideran que al pedir dicha diligencia el juez Andreu ha actuado por prejuicio al "ignorar la buena cantidad de actos propios de determinados cargos a los que cabe asistir, ocasionando gasto por desplazamientos etc, como seguramente supo valorar Caja Madrid" que nunca se los reclamó. Además, recuerdan que "las personas que realizan esta representación o gasto", entre los que se incluyen, "no suelen estar sujetas a un riguroso horario laboral, como no es difícil de entender".

Aluvión de recursos

La petición de los tres exdirectivos se produce en pleno aluvión de recursos por parte de los imputados en la causa que reclaman el sobreseimiento después de que en las últimas semanas el juez Andreu, con el respaldo de Anticorrupción, haya decidido exonerar de responsabilidad penal a 26 de ellos. A 14 por prescripción del delito del que se les acusaba. A los 12 restantes, al considerar que las 'visas opacas' que utilizaron fueron un complemento salarial y, por lo tanto, no hubo delito de apropiación indebida, como hasta ese momento se les acusaba. Algunos de los que permanecen aún encausados, entre ellos Couceiro, Gómez Castañeda y Serrano, han intentado alegar ambos argumentos, pero con nulo éxito hasta ahora. No han sido los únicos. Antes habían intentado conseguir la nulidad de la causa para lo que reclamaron al magistrado que se solicitase a la Agencia Española de Protección de Datos un informe que determine si el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el Banco Financiero y de Ahorro (BFA) y Bankia violaron la ley al facilitar a la Fiscalía Anticorrupción los datos sobre las 'visas opacas' que permitieron abrir la causa. El instructor, con el apoyo de la Fiscalía Anticorrupción, lo rechazó de plano.

Los tres antiguos directivos intentaron en mayo anular la causa de las tarjetas amparándose en la Ley de Protección de Datos. Andreu y Anticorrupción lo han rechazado de plano

Los tres exconsejeros de Caja Madrid que ahora aseguran que recibieron las 'black' en pago a "su esfuerzo y dedicación" dilapidaron 275.000 euros con los polémicos 'plásticos'. Así, Alejandro Couceiro, el exsecretario general de la CEIM que estuvo en Caja Madrid entre 2003 y 2006, derrochó cerca de 70.000 euros en 549 pagos, gran parte de ellos en la compra de mobiliario y aparatos electrónicos, así como en supermercados y restaurantes. Más dinero, 128.000 euros, desembolsó con la suya Juan Gómez Castañeda, quien fuera miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid a propuesta de IU. Gómez Castañeda gastó dicha cantidad principalmente en vinos, estancias en hoteles, comidas en restaurantes y numerosas compras en supermercados y perfumerías. Por su parte, Fernando Serrano Antón, quien tuvo que dimitir de su puesto como vocal del Tribunal Económico Administrativo Municipal de Madrid cuando estalló el escándalo, gastó 78.600 euros con la tarjeta opaca de que dispuso en sus seis años en Caja Madrid.

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