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España

Margallo, en cabeza: tres grandes pifias del PP para abrir la campaña

Margalllo, ministro de Defensa en funciones.

García-Margallo y las críticas a la austeridad, así en genérico, abrieron el rosario de desaguisados en estos primeros compases de la precampaña. Le siguió la localización del vídeo institucional del presidente en funciones. ¿Hablaba como jefe del Ejecutivo o como candidato?”. González Pons ha sumado su granito de arena con unas declaraciones fuera de lugar.

García-Margallo tiene bula, lo saben todos en el PP, donde han sufrido sus salidas de tono, ocurrencias y declaraciones intempestivas. Poco antes de que Génova lanzara este lunes el vídeo de Rajoy que inaugura oficialmente la precampaña, el ministro de Exteriores en funciones ya había provocado un enorme revuelo en televisión y en las redes. “Con la austeridad nos hemos pasado cuatro pueblos”, dijo con contundencia.

Iglesias y Garzón agradecieron irónicamente al Gobierno que al fin se haya sumado a sus posiciones de denuncia frontal del ‘austericidio’

La oposición no demoró en aprovechar el patinazo. Pedro Iglesias y Alberto Garzón agradecieron irónicamente al Gobierno que al fin se haya sumado a sus posiciones de denuncia frontal del ‘austericidio’ y sus nefastas consecuencias para los desfavorecidos. Pablo Casado, vicesecretario portavoz del PP, jugó al despiste y trocó la austeridad presupuestaria de la que hablaba el ministro por el debate sobre ahorro de la campaña electoral. Eludió así la respuesta.

A Luis de Guindos le salpicó el debate en pleno corazón de la UE, donde acude a una reunión del Eurogrupo, precisamente para negociar los ajustes a los que se comprometió por carta Mariano Rajoy, hace tan sólo unos días, para adecuar el severo problema del Gobierno español con el cumplimiento del déficit. Guindos evitó el debate y se centró en el mensaje oficial de Moncloa sobre nuestra voluntad de cumplimiento con Bruselas.   

“¿Nadie puede decirle a este hombre que se calle?”, comentaba a Vozpópuli un dirigente de la formación conservadora. Todos saben que Margallo va por libre, aunque ha perdido ya la confianza plena de Rajoy desde que amagó con una jugada en clave sucesoria. El presidente del PP le puso entonces la cruz y, según algunos conocedores de aquel episodio, no le ha perdonado.

Novedades y perspectivas

El responsable de comunicación del PP pretendía en la mañana del lunes transmitir las novedades de la campaña, como el nuevo lema, “Ahora más que nunca”, las políticas de pactos en Asturias o Navarra y los objetivos cara a las urnas. El eje del mensaje de los populares va a ser escueto y directo. “Si no quieres que gobierne Podemos, vota al PP”, resumió Casado. El voto útil y el miedo a la extrema izquierda, con las inevitables referencias a Grecia y Syriza.

Margallo no ha sido el único elemento de la polémica en estos primeros pasos preelectorales del PP. El mencionado vídeo del presidente en funciones, sin corbata y leyendo ostensible un texto muy básico, ha despertado algunas suspicacias. Está grabado en Moncloa, sede del Gobierno. Albert Rivera, en tono de crítica, comentó que no deben mezclarse las cuestiones de partido con las del Ejecutivo.

En el PP se recordó que está grabado en el mismo escenario que el vídeo de las elecciones de diciembre, que el texto habla del voto por correo, invita a la participación ciudadana y subraya la importancia de los próximos comicios. “Es un mensaje institucional, los reproches vienen de un exceso de sensibilidad, fuera de lugar”, apostillaron estas fuentes. No ha pasado inadvertido que el mensaje del presidente en funciones concluya con un “Empezamos”, el mismo recurso que utiliza cada noche el presentador del informativo de Antena 3.   

El corolario de las inconveniencias lo puso el eurodiputado Esteban González Pons, quien se refirió a Pablo Iglesias como un político “culto, creativo, inteligente” y de quien se manifestó su “seguidor desde el PP”. Justo en el momento en el que Génova decide señalar a Podemos como el mayor riesgo para la estabilidad política, su veterano portavoz en Europa incurre en el elogio y el incienso. “No damos una”, concluía la mencionada fuente. 

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