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España

26J: Sevilla y Garicano eligen caminos distintos hacia la Vicepresidencia económica

Jordi Sevilla, en el centro, habla con Luis Garicano delante de José Enrique Serrano.

La mayoría de los miembros de la ejecutiva que rodean a Pedro Sánchez vieron en Jordi Sevilla a un paracaidista cuando, procedente de la consultora Price, aterrizó en el cuartel general de Ferraz el pasado verano para hacerse cargo de la asesoría económica, dejando a un lado a Manuel de la Rocha, responsable de este área en la dirección del partido. Sánchez se sirvió del exministro de Zapatero para conocer a banqueros y empresarios y también para transmitirles tranquilidad. "Si llega el PSOE al Gobierno promoverá un cambio tranquilo y no hará tonterías", fue el mensaje que trasladó a propios y extraños con una probada eficacia. Antes del 20D era normal escuchar de boca de algunos de los principales integrantes del Ibex que el dúo Sánchez/Rivera les despertaba la misma confianza o más que un Gobierno presidido de nuevo por el PP.

Jordi Sevilla ha tomado apuntes para un libro sobre su negativa experiencia en la negociación con Podemos

Sevilla cobró creciente protagonismo y fue incorporado por el líder socialista al equipo que negoció con Ciudadanos y Podemos la investidura fallida de Sánchez. El exministro presume en privado de haber resumido en sus apuntes numerosas anécdotas de aquella experiencia y de estar ultimando, incluso, un libro relatando el agrio sabor que dejó en su boca el contacto con Pablo Iglesias y su guardia pretoriana durante estas negociaciones. Está claro que si llega a ver la luz, se habrá cerrado todas las puertas para ser responsable de Economía en un Gobierno en el que participe Podemos, aunque la organización morada ya le había vetado con antelación, al trasladar en más de una ocasión a Sánchez que Iglesias nunca dejaría la política económica "en manos de un lobista".

Han transcurrido casi cinco meses desde el 20D y otro gallo peleón, Luis Garicano, compite con el dorsal de Ciudadanos por el mismo puesto al que aspira Sevilla en un futuro Gobierno. Al contrario que Sánchez, Albert Rivera ha decidido darle más protagonismo en la campaña para brindarle la oportunidad de que explique mejor el programa económico con el que consiguió 3,5 millones de votos en las últimas elecciones. La dedicación casi exclusiva a la que se ha comprometido le ha llevado a abandonar el consejo de Liberbank.

El frustrado ascenso de Garicano al Banco de España

Si de Jordi Sevilla hay ministros en funciones que hablan bien, el ejemplo más notorio es el de Luis de Guindos, con Garicano ocurre todo lo contrario. Algunos de ellos recuerdan como quiso convertirse en el principal asesor económico de Mariano Rajoy en la etapa de oposición vendiéndole la marca de la London School of Economics, con la única obsesión de llegar al Banco de España o al Ministerio de Economía. El gallego colocó en esta última cartera a De Guindos y éste a Luis María Linde en el viejo caserón de la calle Alcalá, momento a partir del cual las relaciones de Garicano con el PP se enfriaron, hasta que Ciudadanos asomó fuera de Cataluña y el presumido profesor vio la oportunidad de engancharse al nuevo proyecto político mostrándole sus excelencias.

Si después del 26J Rajoy estuviera en condiciones de elegir la formación de Gobierno con el PSOE o con Ciudadanos, apostaría sin duda por la primera opción. De esta forma, Sevilla jugaría claramente con la ventaja de encajar mucho mejor que Garicano como ministro de un Gabinete presidido por el PP. "Nuestra disposición a compartir tareas de Gobierno con un PSOE moderado es total", asegura una fuente ministerial de entera fiabilidad. "Lo único que pediríamos es que los ministros socialistas no tuvieran un huella ideológica excesivamente reconocida y fueran gente de prestigio".

La eliminación de 25.000 funcionarios y el tipo único en el IRPF, principales máculas en la carrera del exministro de Zapatero

En este perfil no encajaría un Jordi Sevilla guerrero y mitinero, razón que explica su apartamiento de la primera fila para reservarle en la recámara. Hará poca campaña y ha sido uno de los pocos miembros del equipo negociador que ha quedado fuera del comité electoral. En su lugar, ha sido colocado el diputado murciano Pedro Saura, profesor de Economía, de verbo agresivo, con gran experiencia en la administración regional, con mayor engranaje en el PSOE y menos ambición que el exministro de Zapatero. Sevilla cayó en desgracia cuando anunció como titular de Administraciones Públicas que en España sobraban 25.000 funcionarios, después de haber patentado el invento fallido del tipo único en el IRPF. Ahora aguarda una segunda oportunidad.

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