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Los 4 testimonios clave que pueden salvar a la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin de la cárcel

La infanta Cristina con su esposo tras su declaración.

La estrategia de defensa de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin desarrollada durante sus interrogatorios en el juicio del caso Nóos ha pasado en todo momento por señalar que ellos confiaban en sus "asesores", tanto de la Casa Real como del Instituto Nóos, por lo que en ningún momento pensaron que aquellas actividades fueran ilegales.

En concreto, hay tres nombres que tanto la hermana de Felipe VI como su marido han pronunciado en la sala de vistas y que afectan directamente a la Casa Real: el de Carlos García Revenga, secretario de las Infantas; el de José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao y asesor jurídico de Juan Carlos I; y el de Federico Rubio, asesor fiscal del monarca.  

Junto a ellos, los ex Duques de Palma se han referido al que fuera secretario del Instituto Nóos, Miguel Tejeiro, que salió del banquillo de los acusados tras haber alcanzado un pacto con la Fiscalía Anticorrupción y haber retirado el sindicato Manos Limpias la acusación que sostenía contra él. El ex contable decidió colaborar con la justicia y eso le ha permitido ser absuelto en la fase de cuestiones previas del juicio.

Está previsto que en el juicio de Nóos declaren como testigos este mes Carlos García Revenga, el conde de Fontao y Miguel Tejeiro

Se da la circunstancia de que tanto Federico Rubio como García Revenga, el conde de Fontao y Miguel Tejeiro declararán como testigos en la vista del caso Nóos y lo harán, es decir, con obligación de decir verdad. El ex secretario personal de las Infantas lo hará el próximo 20 de marzo; dos días después será el turno para José Manuel Romero Moreno; y el próximo día 9 el de Miguel Tejeiro. Sus testimonios serán determinantes para afianzar la estrategia de defensa de Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin o para echar por tierra sus afirmaciones si dan versiones distintas a las prestadas por los imputados.

En el caso de García Revenga, el ex jugador de balonmano dijo ante el tribunal que él "no daba un paso en su vida sin consultarlo con García Revenga" mientras la Infanta añadió que si ella entró a formar parte de la sociedad pantalla Aizoon es porque primero lo consultó con su secretario y éste no le puso objeción alguna.

Los testigos claves

Además, cuando se le preguntó a Urdangarin ante el tribunal presidido por la magistrada Samantha Romero que quiénes lo asesoraban en sus actividades en el Instituto Nóos el cuñado del Rey señaló directamente a la Casa Real. "El reporte era con Carlos García Revenga, secretario de las Infantas, los temas jurídicos los hablábamos con el Conde de Fontao, abogado del Rey emérito, y nunca hubo ningún reproche y cuando lo hubo se hizo lo que nos recomendaron. Los temas fiscales con el señor Federico Rubio. Las cuestiones de seguridad con el director de seguridad y los de comunicación con los responsables de comunicación. Había una supervisión de muchas personas", manifestó el imputado.

Por su parte, la Infanta señaló durante su corta declaración ante el tribunal en qué personas confiaba ella en los años en que se constituyó Aizoon.  "Por supuesto en mi marido, en Carlos García Revenga, en el asesor fiscal de la Casa del Rey (Federico Rubio), en mis compañeros de trabajo y en temas jurídicos en José Manuel Romero, en mi entorno más cercano". Entonces su abogado, Pablo Molins, le preguntó: Y "¿también en el asesor fiscal de su marido?", en referencia a Tejeiro. "Ahora ya no", respondió la infanta.

Tanto Urdangarin como la Infanta se escudaron en sus respectivos asesores para eludir cualquier responsabilidad penal en torno a Nóos y Aizoon

Por otro lado, Iñaki Urdangarin descargó la responsabilidad de la facturación de las actividades de Nóos en el ex secretario del Instituto. "El tema de las facturas las realizaba el señor Miguel Tejeiro. Mi función no era esa. (…) Es importante saber que en las empresas existe división de funciones y ésta no era mi función", subrayó el ex Duque de Palma.

Por su parte, ni a Cristina de Borbón ni a su cónyuge se les volverá a ver por el polígono San Rossinyol de Palma de Mallorca hasta el próximo mes de junio cuando se expongan las conclusiones definitivas y se dé la opción a desarrollar el derecho a la última palabra.

La Infanta está acusada de ser cooperadora necesaria de dos delitos fiscales cometidos presuntamente por Urdangarin al haber defraudado hasta 337.138 euros en las cuotas del IRPF del 2007 y el 2008 a través de Aizoon. Su esposo, Iñaki Urdangarin, se enfrenta a una petición de pena de 19 años y medio por parte de la Fiscalía Anticorrupción por los delitos de malversación, prevaricación, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil, estafa, fraude a la administración, dos delitos fiscales y blanqueo de capitales. 

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