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España

Urdangarín facturó más de 6.000 euros a Francisco Camps por cinco viajes 'fantasma'

Iñaki Urdangarín, en una imagen reciente.

Facturas falsas para viajes inexistentes. La investigación del 'caso Nóos' está sacando a la luz el amplio catálogo de suspuestas irregularidades que Iñaki Urdangarín y su socio, Diego Torres, utilizaron para obtener dinero de las arcas públicas. Una de ellas, presentar como gastos a la Generalitat valenciana cinco facturas de desplazamientos de trabajadores de la falsa ONG que en realidad nunca se produjeron. El último escrito del juez José Castro, en el que solicita al Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad que investigue a los aforados Francisco Camps y Rita Barberá, detalla hasta cinco de estos viajes nunca realizados, según han reconocido media docena de empleados del yerno del rey. Una triquiñuela que permitió a los dos principales imputados en la causa embolsarse 6.644,55 euros.

Las facturas detallan falsos desplazamientos con motivo de los Juegos Europeos de media docena de empleados del yerno del rey que negaron uno tras otro al juez haber trabajado para dicho proyecto

En concreto, el magistrado detalla que dichas facturas fueron presentadas dentro del convenio de colaboración que en diciembre de 2005 suscribieron el Instituto Nóos, la Generalitat valenciana, entonces presidida por Camps, y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunidad Valenciana SA para intentar conseguir para la ciudad del Turia la organización de unos supuestos Juegos Europeos. Según detalla el escrito judicial, sólo hay constancia del trabajo de una persona en aquel proyecto, para destacar a continuación que la mayor parte de las facturas esgrimidas por Urdangarín y Torres para justificar los 382.203 euros cobrados o eran ficticias o ya las habían utilizado para justificar gastos en otros eventos.

En concreto, sobre las referidas a supuestos viajes, el juez enumera cinco. La primera, cargada a la Generalitat por un supuesto desplazamiento a Madrid el 16 de enero de 2006 de Mario Sorribas, imputado también en la causa y hombre de la máxima confianza de Urdangarín. Es el testimonio que el propio Sorribas prestó ante el magistrado el que delata la inexistencia del mismo. "O sea, que en los Juegos Europeos, usted no ha participado nada", le preguntó el fiscal del caso, Pedro Horrach. "No señor", respondió. Cuando el representante del Ministerio Público le interrogó en concreto sobre ese supuesto desplazamiento, el empleado se reafirmó en que no participó en ese proyecto ni sabía a qué viaje se refería.

Viajeros "fantasmas" e "hipotéticos"

El segundo desplazamiento bajo sospecha es el que supuestamente realizó a la capital Susana Zaragoza, trabajadora del Instituto Nóos, el 7 de febrero de 2006. El objeto del mismo era asistir a una reunión en el Consejo Superior de Deportes. De nuevo es la "supuesta viajera al parecer fantasma", como la describe el juez en su propio escrito, la que desmiente la existencia del mismo al asegurar, como hizo su compañero Sorribas, que ella nunca partició en "ese proyecto", en referencia a los nunca celebrados Juegos Europeos.

Los viajes fueron justificados para mantener encuentros en Madrid con directivos de distintos organismos deportivos oficiales que, sin embargo, nunca se celebraron

También aseguró insistentemente que él no había intervenido en dicho proyecto Iván Carballido, un colaborar externo de la ONG de Urdangarín y Torres al que el magistrado califica en su escrito de "hipotético viajero". Carballido aseguró que sólo había viajado una vez a Madrid, pero que no fue para hacer ninguna gestión ante el Comité Olímpico Español (COE), como indicaba la factura, sino para "un proyecto de Telefónica". El colaborador de Nóos, que aseguró que "fundamentalmente" se dedica a la edición de libros, insistió que de los Juegos Europeos él no sabía nada y que desconocía por qué su nombre aparece en una factura relacionada con los mismos.

Otro sorprendido porque su nombre apareciera relacionado con el polémico proyecto fue Pedro Alfonso Parada, un trabajador de Virtual Strategi SL que luego fue transferido a Aizoon SL, la empresa que compartían al 50% Urdangarín y la infanta Cristina, y que más tarde fue contratado sin su consentimiento por el Instituto Nóos. A Parada, el juez le interrogó por un viaje que supuestamente hizo el 20 de marzo de 2006 a Madrid para mantener una reunión en la Federación Española de Balonmano con los Juegos Europeos encima de la mesa. El empleado del duque de Palma negó dicho viaje y afirmó que nunca había estado en este organismo deportivo y que tampoco había participado en un proyecto "que ni conozco".

La quinta factura bajo sospecha mencionada en el escrito del juez Castro se refiere también a un supuesto desplazamiento realizado en el mismo mes de marzo de 2006, aunque por otros personas que el magistrado no determina. No obstante, el instructor del caso Nóos destaca que "tanto esta factura como la anterior y otras muchas más también fueron presentadas para justificar gastos de los eventos Illes Balears Forum". Un engaño 'viajero' por partida doble al que Camps nunca puso la más mínima objeción porque, como destaca el escrito del juez, "asentía a cuanto le ofrecía Urdangarín".

LA "ASISTENTA PARA LA ASISTENTA" Y OTROS TRUCOS

Las supuesta irregularidades en las facturas presentadas por el duque de Palma y su socio a la Generalitat valenciana por el frustrado evento deportivo no se limitan, sin embargo, a las cinco cargos por viajes 'fantasmas'. El juez Castro destaca también en su escrito que Urdangarín facturó "la contratación de una asistenta para la asistenta". "No se trata de un error", resalta el magistrado sobre lo que parece un juego de palabras, para a continuación insistir "que no es adivinable qué relación puede guardar con el Proyecto de Juegos Europeos". este sorprendete 'fichaje'.

Además, el magistrado destaca que el yerno del rey intentó "la misma frivolidad" al cargar como gastos de los Juegos Europeos las facturas de la empresa de limpieza que tenía contratada realmente para el Instituto Nóos. "La misma sensación se obtiene ante los cargos por consumo telefónico, material de oficina, asesoramiento informático y servicios contables y laborales por la entidad Bufete de Asesoramiento Fiscal Medina Tejeiro SL [propiedad del hermano de la mujer de Torres] que prestaba tales servicios para todas las sociedades del entramado", detalla el juez Castro. Cualquier factura era buena para inflar unos gastos que llegaron a alcanzar la cifra de 382.203 euros.

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