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España

Los partidos emergentes temen que el Gobierno también ponga límites al 'crowdfunding político'

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, junto al ministro de Economía, Luis de Guindos.

La financiación colectiva o en masa, conocida por el anglicismo crowdfunding, se ha convertido en herramienta básica de obtención de recursos para que nuevas formaciones política salgan a flote. Una fórmula alternativa a los compromisos bancarios que les permite disponer de medios suficientes con que hacer frente a los grandes partidos, con estructuras consolidadas desde hace décadas. La decisión del Gobierno de Mariano de Rajoy de poner coto al crowdfunding ha hecho saltar las alarmas entre los promotores de esas fuerzas minoritarias, que pese a librarse por ahora de la medida aprobada por el Ejecutivo temen una regulación más severa en un futuro cercano.

La inquietud de estos partidos emergentes se acrecienta al pensar en el debate que puede suscitar el anteproyecto de ley de fomento de la financiación empresarial durante su tramitación parlamentaria. Así, subrayan que el PSOE podría plantear lo que ya acordó en su Conferencia Política del pasado noviembre: reformar la ley de financiación de partidos políticos para "regular y explorar el crowdfunding vinculándolo a actividades y proyectos concretos con límite para las aportaciones".

Desde el Ministerio de Economía y Competitividad, a vista de la opinión extendida, no se ha hecho un esfuerzo suficiente a la hora de explicar que el tipo de crowdfunding que el Gobierno pretende limitar no es el que emplean estas formaciones nacientes, entre ellas Red Ciudadana-Partido X o Podemos, la plataforma del politólogo y excolaborador de IU Pablo Iglesias.

En concreto, el texto normativo sólo propone normas para dos modelos de financiación en masa, uno de préstamos con intereses --conocido como crowdlending-- y otro, donde para múltiples inversores ayudan a sociedades de responsabilidad limitada a llevar a cabo una actividad o negocio ---en inglés, equity--. Sin embargo, el Gobierno deja fuera a las plataformas de donaciones, compraventa y préstamos sin intereses, que siguen el crowdfunding más común, donde quien aporta el dinero no pretende obtener grandes beneficios en un futuro y suele recibir como contraprestación bienes tangibles, como un libro, un documental, una camiseta u otros elementos de merchandising.

Los socialistas abogan por "regular y explorar el crowdfunding vinculándolo a actividades y proyectos concretos con límite para las aportaciones"

Para los dos sistemas de micromecenazgo anteriores, el Ejecutivo establece un importe máximo de un millón de euros de captación de fondos por proyecto. Además, fija un límite de inversión individual de 3.000 euros por iniciativa y de 6.000 euros al año en una misma plataforma. La multa por no cumplir estas exigencias podrá conllevar la suspensión para operar por un plazo máximo de un año. Además, las sanciones por infracciones graves ascienden a 100.000 euros o el doble del beneficio bruto derivado de la infracción.

Por parte de Red Ciudadana-Partido X, su portavoz, Simona Levi, declara a Vozpópuli que el crowdfunding que practica su formación, pionera en el ámbito político en España, no se ve afectado por la normativa del Gobierno. Levi entiende que el Ejecutivo entre a legislar los otros modelos, puesto que en ellos no existe acotación de las inversiones. Algo muy distinto a lo que ocurre con el método más extendido, donde suelen fijarse cantidades simbólicas.

Asimismo. Levi recuerda que miembros de Red Ciudadana-Partido X ya participaron en la recaudación por parte del movimiento 15-M de 19.413 euros en un solo día, 4.000 euros más del presupuesto que estimaban necesario, para presentar una querella contra Rodrigo Rato, exdirector de Bankia, por haber "engañado a 400.000 inversores". Este sistema de microdonaciones, abonadas a través de la plataforma de pago on-line PayPal, superó los 1.006 cofinanciadores.

En la gira por 15 ciudades españolas realizada por el partido de Hervè Falciani, el antiguo empleado del HSBC que reveló datos de miles de evasores fiscales, han llevado a cabo un crowdfunding simultáneo en cada destino a la vez que organizaban actos para explicar su programa electoral para las europeas. Por ejemplo, en el cierre de la gira, celebrado en el Ateneo de Madrid el pasado 24 de febrero, recaudaron 3.326 euros gracias a las aportaciones (desde 2 euros hasta 50) de 323 mecenas.

Los mismos que han cobrado "sobresueldos"

Desde Podemos, su líder, Pablo Iglesias, enfatiza, de antemano, el "pánico que tiene el Gobierno a la participación ciudadana y popular". El tertuliano y profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid ve "llamativo que quienes han cobrado sobresueldos en A y en B a través de donaciones anónimas --en referencia al PP-- quieran ahora restringir el crowdfunding". A raíz del escándalo Bárcenas, el Gobierno de Rajoy ha suprimido por ley las donaciones de empresas a partidos políticos, pero ha mantenido las destinadas a fundaciones, vinculadas a ellos.

En la campaña de crowdfunding puesta en marcha por Podemos para costear el alquiler de un local, una furgoneta de viaje y la herramienta informática de sus primarias abiertas, ya han reunido cerca de 40.000 euros. Donaciones individuales de una media de 19 euros. La mayor aportación ha sido una contribución de 1.000 euros. "Tenemos un amigo con mayor nivel adquisitivo que nosotros", bromea Luis Alegre, portavoz de la plataforma.

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