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España

Doble varapalo del TC a Artur Mas: tumba la proclamación soberanista y prohíbe el referéndum

Finalmente el Tribunal Constitucional ha alcanzado la unanimidad de sus doce miembros. La habilidad de su presidente, Francisco Pérez de los Cobos, ha logrado lo que parecía imposible, después de un largo año de deliberaciones. A tan sólo unos días de que el Congreso se pronuncie en Pleno sobre el derecho del Gobierno catalán a celebrar una consulta sobre la independencia, el TC ha fallado en contra de la declaración parlamentaria que proclama al pueblo catalán como "sujeto político y jurídico soberano" y, de paso, cierra la posibilidad a cualquier referéndum promovido desde una comunidad autónoma fuera del marco de la Constitución. Dos por le precio de uno.

Sujeto jurídico y político

El fallo del TC estima en parte la impugnación promovida por el abogado del Estado, en representación del Gobierno, referida a la iniciativa del Parlament que proclamaba que el pueblo catalán tiene "por razón de legitimidad democrática, carácter de sujeto político y jurídico soberano" y por tanto iniciaba el proceso para hacer efectivo el "ejercicio sobre el libre derecho para que los catalanes puedan decidir sobre su futuro".

El fallo es tajante a este respecto pues considera inconstitucional la proclamación de una soberanía política por parte de una comunidad autónoma, aunque deja abierta la posibilidad de que en una futura reforma de la Carta Magna sí se refleje la posibilidad del denominado 'derecho a decidir'. Una concesión algo etérea y de equilibrio para obtener la unimidad que se anhelaba. El Gobierno consideraba de enorme necesidad que el fallo del TC reflejara una opinión mayoritaria y contundente, para enarbolar esta baza jurídica en el pulso que mantiene con las intenciones de Artur Mas de celebrar un referendum secesionista.

Considera a este respecto el Constitucional que "el reconocimiento al pueblo de Cataluña de la cualidad de soberano, no contemplada en nuestra Constitución para las nacionalidades y regiones que integran el Estado, resulta incompatible con el artículo 2 de la Constitución, pues supone conferir al sujeto parcial del que se predica dicha cualidad el poder de quebrar, por su sola voluntad, lo que la Constitución declara como su propio fundamento en el citado precepto constitucional la indisoluble unidad de la Nación española"

Derecho de autodeterminación

El fallo del TC, cuyo contenido íntegro de 36 páginas se conoció ayer, ha sido elaborado por Adela Ansúa, dando una vuelta radical a su anteror escrito. Menciona el texto que las referencias al derecho a decidir de los ciudadanos de Cataluña "pueden ser interpretadas de conformidad con la Carta Magna, puesto que no consagran un derecho de autodeterminación no reconocido en la Constitución, sino una aspiración política". Para alcanzar este punto, el escrito del TC señala la necesidad de que se alcance mediante "un proceso ajustado a la legalidad constitucional con respecto a los principios de legitimidad democrática, pluralismo y legalidad".

Pero el Constitucional llega más lejos al pronunciarse taxativamente contra la posibilidad de que se celebre un referendum al margen de lo que señala la Constitución. Ningún gobierno autonómico podrá convocar unilateralmente un referendum de autodeterminación para decidir sobre su integración en España", señala el texto, según fuentes del Tribunal.

Tanto desde CiU como desde ERC, las dos formaciones catalanas que impulsan la consulta, ha reaccionado con severas críticas a la resolución judicial. "Una sentencia de agitadores políticos de la caalanofobia", se dijo ayer desde el partido en el Gobierno de Cataluña. ERC por su parte insistió en que el 9 de noviembre se sacarán las urnas a la calle.

Recusaciones frustradas

La celeridad que ha mostrado en esta ocasión del TC quizás la haya propiciado el propio Parlament al anunciar una recusación contra el presidente del TC y dos de sus magistrados, Enrique López y Pedro González-Trevijano, a quienes considera muy próximos a la órbita de FAES y el PP. Este recurso causó un profundo malestar en la jerarquía del TC, que, con la resolución de ayer, la ha dejado ya sin recorrido. La iniciativa parlamentaria de CiU, en este caso, ha puesto en evidencia los nervios que se viven en el Gobierno de la Generalitat conforme avanza el calendario rumbo a la fecha anunciada para el referéndum.

En el Gobierno se advertía ayer una evidente satisfacción ya que la decisón del TC fortalece la estrategia de Mariano Rajoy consistente en recurrir por la vía jurídica todos los pasos que lleve a cabo Artur Mas fuera del marco de la legalidad.

Lavado de imagen

El TC también sale fortalecido, con su coherencia, su unidad de criterios y la celeridad de su decisión. Un perfecto lavado de imagen de esta instancia judicial, que chapoteaba en el descrédito. Los casi cuatro años que trató en resolver el recurso del Gobierno contra el Estatut habían dañado peligrosamente su imagen.

La reciente incorporación del magistrado del Supremo Ricardo Enríquez al Constitucional, en sustitución del recientemente fallecido Francisco Hernando, con lo que se conformaba una mayoría conservadora de 5 a 7, ha resultado clave. Se desatascaba así la situación creada tras el virtual empate técnico en el TC al analizar el borrador del fallo primigenio elaborado por la vicepresidenta Adela Ansúa, en la que se abría la puerta a aprobar la declaración de la Cámara catalana por considerar que carece de efectos jurídicos ya que se trata exclusivamente de una inciativa de carácter estrictametnte político.

La noticia se produce apenas unos días antes de que el Pleno del Congreso se pronuncie sobre la petición del Parlamento catalán para que se le transfiera la competencia para poder celebrar en esa comunidad la consulta secesionista que promueve el Gobierno de CiU, convocada para el día 9 de novimebre. También se da por hecho que el rechazo del Congreso se utilice desde las fuerzas soberanistas como una agresión más a la voluntad de la sociedad catalana de manifestarse sobre su futuro. De hecho ya está previsto recurrir a este argumento para que la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC), la organización de movilización de masas con que cuenta Mas para menseñar "músculo" en las calles, lleve a cambo todo tipo de acciones en señal de rechazo por estas iniciativas del Gobierno y de la Justicia.

El presidente de la Generalitat ya ha anunciado que no asistirá a este cónclave del Parlamento español, para no someterse a la 'humillación' de ver cómo es rechazada su propuesta. Enviará a su consejero de Presidencia, Francesc Homs y al de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, en una muestra de relativo menosprecio a los trabajos de la Cámara española. De acuerdo con las cifras que manejan los expertos en sondeos de la Generalitat, estos rechazos desde Madrid a las reclamaciones que llegan de Cataluña crean nuevas adhesiones e incorporaciones de volutnarios a la ANC, lo que en su opinión, a la larga, les favorece.

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