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España

Cinco claves para entender el verdadero 'caso Nicolás' antes de su declaración frente al juez

El joven Francisco Nicolás declarará ante el juez el próximo viernes.

Francisco Nicolás Gómez Iglesias tiene una cita en el juzgado de instrucción número 2 de Madrid el próximo viernes. Allí deberá prestar declaración ante el juez Arturo Zamarriego. El caso de este joven ha alcanzado tal magnitud que constantemente se confunden y entremezclan las cuestiones puramente legales con los detalles más estrambóticos del asunto, tales como las supuestas amistades del joven en las altas esferas o su facilidad para colarse en todos los actos públicos imaginables. Más allá del ruido mediático, en el tribunal solo se investiga si el Pequeño Nicolás cometió o no los delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas.

El propio interesado ha conseguido, gracias a sus apariciones en televisión, generar una nebulosa de incertidumbres que han enmarañado más, si cabe, un asunto turbio de por sí

El ruido del caso Nicolás ha sobrepasado cualquier límite imaginable. En parte porque los medios de comunicación han informado sobre mil y un asuntos en los que el joven está presuntamente implicado, en muchos casos sin demasiadas pruebas. En parte porque el propio interesado ha conseguido, gracias a sus apariciones en televisión, generar una nebulosa de incertidumbres que han enmarañado más, si cabe, este asunto turbio de por sí. Y en parte porque el secreto de sumario de las actuaciones ha contribuido a alargar y acrecentar los curiosos misterios que rodean el caso. Por tanto, antes de su esperadísima declaración judicial, que llega después de negarse en primera instancia a hablar ante el juez, resulta conveniente reparar en las principales claves que constan en el sumario y por las que el joven tiene que responder ante la justicia. Es decir, el meollo del verdadero caso Nicolás

1. Una presunta estafa de 25.000 euros. Debido a las conocidas imágenes de Francisco Nicolás en tantos actos de relevancia y junto a tantas personas relevantes, entre los que destaca su entrada en el acto de proclamación de Felipe VI (donde se coló al usar el nombre de un amigo), apenas se habla de la esencia del caso por el que fue detenido. Y, en puridad, la clave es saber si el joven estafó o no al empresario Javier Martínez de Lahidalga. Y es que, como se recordará, la Policía Nacional arrestó al muchacho precisamente cuando se dirigía a la vivienda de este hombre. Los agentes consideraron que el Pequeño Nicolás podría estar estafando al empresario al prometerle una mediación con el Gobierno (y cobrar por ello) en la venta de una finca de éste en Toledo. Eso sí, el empresario no ha denunciado al afectado, como él mismo siempre destaca. 

2. La documentación falsa que tenía Francisco Nicolás. En íntima relación con el punto anterior, una de las claves del caso es saber por qué el joven tenía en su vivienda numerosa documentación falsificada. Ahí se enmarcan, entre otros, tanto un documento del Centro Nacional de Inteligencia que Fran entregó al empresario citado como otro documento falso en el que se concedía la inmunidad diplomática también a Francisco Javier Martínez de Lahidalga. Este segundo escrito llevaba, además, la firma del mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Es decir, más allá de sus amistades o sus relaciones, ¿por qué tenía estos documentos falsos? En otras palabras, ¿cometió un delito de falsedad documental?

3. Por qué Asuntos Internos se encargó de la investigación y el arresto. Otro de los temas que permanentemente da que hablar sobre el caso es la participación del Grupo IX de Asuntos Internos de la Policía en el caso. Los policías aseguran, en un documento ya desgranado por este diario, que este grupo se ocupó "debido a la afectación de altas instituciones del Estado [referido tanto al Gobierno como a la Casa del Rey] y que el denunciado pudiese tener algún tipo de relación con algún miembro de las mismas o con funcionarios de distintas administraciones que le pudiesen alertar". En este sentido, se resalta que dicha unidad, "por su naturaleza e idiosincrasia", iba a permitir evitar "cualquier tipo de filtración que pusiera en riesgo la investigación" y que, en un primer momento, buscaba simplemente "comprobar la veracidad de la información y, en el que caso que dicha persona incurriera en un ilícito penal, se procediera a su detención y puesta a disposición judicial". La versión del joven es diferente: el grupo habría actuado así por la implicación directa de esas altas instituciones, no de simples miembros de ellas. 

4. ¿Se hacía pasar por agente del CNI o era un colaborador? La respuesta a esta pregunta la ha dado, según consta en el sumario, un banquero bastante avispado que, según declaró, se dio cuenta de la presunta estafa de Nicolás cuando éste se presentó con Martínez de Lahidalga en su oficina bancaria. Ambos, el famoso joven y el banquero de marras, mantuvieron un diálogo rocambolesco en el que, según el empleado de banca, el muchacho dijo ser agente del CNI. Este comentario, junto al citado documento falso del CNI que Nicolás entregó al empresario y a sus declaraciones en televisión sobre que colaboraba con la casa de los espías, con Presidencia y con la Casa Real, podrían suponer un delito de falsad de usurpación de funciones públicas. Eso sí, es evidente que el joven tiene contactos en ambientes policiales y, de hecho, en el sumario constan sus relaciones con varios agentes de las Fuerzas de Seguridad y con concejales del Ayuntamiento de Madrid.

5. Las conclusiones de la Policía. Desde que fue detenido en octubre, Francisco Nicolás ha visitado varias veces el plató del programa Un tiempo nuevo (Telecinco). Y allí ha hablado, amén de sus supuestos trabajos para la seguridad del Estado y de las "guerras internas" en las instituciones, de sus relaciones de amistad con el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz (no puede olvidarse que el miembro del Gobierno recomendó al joven), con el exsecretario de las infantas, Carlos García Revenga, con el propio rey emérito Juan Carlos I, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, etcétera. Pero estas cuestiones y otras muchas publicadas, que han constituido algo así como la defensa del joven, no son relevantes en el caso desde el punto de vista meramente jurídico. Sí lo son, en cambio, las conclusiones del Grupo policial que investigó el caso.

La Policía concluye que Francisco Nicolás "ofrece sus influencias a cambio de su correspondiente comisión, que como se ha evidenciado por manifestaciones de los propios cargos públicos, no posee"

Y los policías concluyen, como consta en el sumario, que el Pequeño Nicolás "se sirve de un despliegue de medios, efectos y documentos para aparentar en sus apariciones, reuniones o negociaciones de una apariencia oficial y gubernamental que no posee". Para ellos, sus puestas en escena, que incluyen el alquiler de vehículos, "son creadas con la intención de infundir error sobre su carácter oficial o influencia política aparentando poder conseguir tratos de favor de las administraciones e instituciones españolas". Para ello, dicen los agentes, "falsifica como él mismo reconoce informes procedentes de los mismos [en referencia a altos organismos y administraciones del estado], así como certificados o inmunidades diplomáticas o indultos". Y, así las cosas, "ofrece sus influencias a cambio de su correspondiente comisión, que como se ha evidenciado por manifestaciones de los propios cargos públicos, no posee". Ahora, toca escuchar al joven, por fin, en sede judicial. 

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