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España

El PP madrileño cree que Esperanza Aguirre es la única candidata que puede salvar la alcaldía

Esperanza Aguirre en una imagen de archivo

Rajoy ha anunciado los tiempos. No habrá proclamación de candidatos a las autonómicas y municipales hasta después de Navidad, quizás unas fechas antes de la Convención Nacional del partido, que tendrá lugar a finales de enero. No lo cesan los nervios en la formación conservadora, que preferiría que la duda hubiera quedado despejada antes de final de año. En especial en las plazas donde las incógnitas son mayores, como Madrid o Valencia.

En Madrid se da por hecho que el actual presidente regional Ignacio González será elegido para encabezar las listas autonómicas. La duda está en el Ayuntamiento, donde todos reconocen que Esperanza Aguirre sería la candidata 'porque no hay nadie mejor'. La presidenta del PP madrileño tiene el apoyo absoluto de su partido su demarcación. Nadie le hace sombra. Son muchos años de control absoluto de la formación. Ignacio González lo confirmó una vez más esta misma semana en esRadio: "Es la que tiene más tirón". De eso no hay dudas. Así se pudo palpar este fin de semana con motivo de la recepción en la sede de la Comunidad con motivo del Día de la Constitución. Veteranos dirigentes de la formación conservadora señalaban que sólo Aguirre garantizaría un resultado digno en el duelo por la alcaldía. "El candidato del PSOE es muy mediático pero no tiene fuste político, y Aguirre está en clara ventaja frente a Podemos porque Iglesias se ha querellado contra ella, y eso es una condecoración para un dirigente liberal", comentaban. Su gente lo tiene muy claro. Su rival más directa, Cristina Cifuentes, mantiene un perfil muy activo, y también goza de simpatía popular. "Pero ofrece demasiadas similitudes ideológicas con Antonio Carmona, el aspirante socialista. Sería algo redundante, una apuesta equivocada", comentan algunas voces en Génova.

Asuntos pendientes

En su contra presenta Aguirre algunos serios problemas, como el incidente de tráfico en la Gran Vía, pendiente aún de resolución judicial, o la resaca de la 'operación Púnica', que tocó de lleno a quien fue uno de sus lugartenientes más próximos. Tampoco cosechó enormes aplausos con la fórmula de examen de candidatos a alcaldías de ayuntamientos, una especie de prueba descafeinada que casi derivó en el ridículo. Un patinazo al que se le está echando tierra a toda prisa.

Pero cuenta con un reconocimiento social y un aplauso popular que se trasladan inequívocamente en los sondeos. Lo reconocen incluso quienes no se cuentan entre sus admiradores más fieles. Dolores Cospedal, al ser preguntada sobre las posibilidades de Aguirre, respondió con tono seco y medido hace unos días: "El PP está haciendo todo lo que tiene que hacer para elegir a los mejores candidatos en toda España". Y no dijo más.

En Génova no se avanza ni una línea de por dónde pueden orientarse las listas en Madrid y Valencia, dos plazas clave para el partido. Las encuestas se siguen actualizando, aunque ya dejó dicho Aguirre que seguro que Arriola (el gurú demoscópico de Génova) las cocinará para que ella salga mal.

En esas encuestas han introducido también el nombre de Soraya Sáenz de Santamaría, algo que no le hacía nada de gracia a la vicepresidenta, y así lo trasladaba a sus colaboradores. Sin embargo ya ha decidido no dar la batalla sobre este tema. Esta misma semana, al ser preguntada sobre este particular, comentaba con cierta ironía: "He aprendido a vivir al día, incluso al minuto". Mariano te da sorpresas, parecía deslizar. Aunque ella es consciente de que el presidente puede estar pensando en cualquier opción salvo en la de prescindir de su vicepresidenta del Gobierno. Sáenz de Santamaría controla Moncloa y buena parte del Gobierno. Acaba de sumar a sus filas en el Gabinete a Alfonso Alonso, uno de sus más leales. Ni piensa en el Ayuntamiento, ni mucho menos lo quiere. Su carrea política va por otros derroteros.

A falta de candidatos de más fuste y de opciones más sólidas, Esperan Aguirre sigue apareciendo en cabeza. ¿Candidata por exclusión?

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