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España

El votante descontento con Pedro Sánchez se inclina por la abstención el 26J

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

El mayor enemigo del PSOE a la hora de perder la hegemonía de la izquierda el próximo 26 de junio puede que no sea la coalición Podemos-IU y su ambicioso sorpasso, sino la abstención. Así lo refleja un sondeo que acaba de elaborar el instituto Simple Lógica, según el cual el descontento del votante socialista no lo capitaliza ningún partido en cuestión: la opción más destacada en este espectro es la de no ir a votar. Y ello pese a que el PSOE ha sido, junto a Ciudadanos, una fuerza que ha cedido en su programa electoral para alcanzar acuerdos. No obstante, el hartazgo de la ciudadanía con la clase política actual es elevado y la figura de Pedro Sánchez tampoco termina de afianzar un liderazgo indiscutible.

En concreto, el estudio señala que si bien la tasa de fidelidad de voto del PSOE es del 66,5%, en la misma línea que la encuesta mensual anterior, hay luego casi un 20% de votantes socialistas del pasado diciembre que se declaran decididos por otras alternativas electorales, esto es, 1,1 millones de los 5,5 cosechados el 20-D. Una eventual pérdida de apoyo que llevaría al PSOE a tocar fondo una vez más, después de que en los últimos comicios generales registrara su peor resultado de la historia: 91 escaños y apenas un 22,08% de respaldo.

Podemos es la fuerza cuya actuación en el proceso de negociación para la formación de Gobierno recibe una mayor desaprobación

De esos 1,1 millones, el colectivo mayor, indica el sondeo, es el de los que optan fundamentalmente por la abstención, además del voto en blanco o nulo, que representan un 7,7%. Las demás fugas de apoyos se producen hacia opciones bien distintas, aunque la primera de ellas sería la suma de Podemos (2,4%) e IU (2,1%). El trabajo de campo fue realizado sobre una muestra de 1.032 entrevistas del 2 al 10 de mayo, sin margen, por tanto, para reformular el cuestionario respecto a la alianza que sellaron el día 9 el partido de Pablo Iglesias y el de Alberto Garzón.

En cuanto al resto de formaciones que se beneficiarían del voto descontento con el PSOE, un 3,2% iría a Ciudadanos, socios de Pedro Sánchez en esta legislatura fallida con la firma del acuerdo de El Abrazo, un 2,5% al PP y un 1,4% hacia otras opciones minoritarias.

Si Podemos no consigue arañar más votos en este caladero, en el de los que confiaron en el PSOE el 20-D pero suspenden su gestión postelectoral, es porque la formación de Pablo Iglesias mantiene una tendencia descendente en estimación de voto. Mientras el líder de Podemos da por hecho que adelantarán a los socialistas, su partido obtiene un porcentaje del 14,2%, más de dos puntos por debajo del que se registraba hace un mes (16,9%). Además, Podemos es la fuerza cuya actuación en el proceso de negociación para la formación de Gobierno recibe mayor porcentaje de menciones de desaprobación (72,2%), seguido a corta distancia por el PP (69,3%) y el Partido Socialista (67,2%). 

Por su parte, el PSOE experimenta una ligera mejoría en estimación de voto con respecto al mes anterior, situándose con un 21,5%. Sin embargo, este porcentanje es todavía inferior al que obtuvo en las pasadas generales, que fue del 22,01%. De ahí que prosiga desangrándose, afectado principalmente por la abstención. La fecha prevista para los comicios, en época veraniega y en el últmo día del Puente de San Juan, no anima a la movilización.

En el caso de Ciudadanos, la estimación de voto para el partido de Albert Rivera repite el porcentaje que ya registraba el mes pasado (17,7%). Asimismo, su tasa de fidelidad de voto se sitúa en el 64,9%, mientras que representan algo más del 21% los que se muestran partidarios de otras opciones. La principal de esas pérdidas de voto es la que gana el PP (8,9%), seguida de la que viaja hacia la abstención, voto en blanco o nulo (5,5%). Es también llamativo cómo entre quienes apoyaron a la formación centrista hace cinco meses son mayoría los que consideran que el partido más perjudicado el 26-J será el PSOE (42,3%), socio precisamente de Ciudadanos en la frustrada investidura de Sánchez.

Respecto al PP, la encuesta recoge que obtiene el mayor respaldo electoral con un 29,9% en estimación de voto. Los populares experimentan también un leve incremento en comparación con el mes de abril. De este modo, el partido que sustenta el Gobierno se coloca incluso por encima del porcentaje que obtuvo en las pasadas elecciones generales (28,72%). La fortaleza electoral del PP, según el trabajo de Simple Lógica, se fundamenta en buena medida en una sólida fidelidad de sus votantes, la más alta de las formaciones en liza: un 72,6%.

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