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España

Primeras críticas de barones del PP a la campaña 'light' de Moragas

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.

La campaña electoral diseñada por Génova de cara al 26-J no convence a todos los barones de la formación conservadora. La consideran algo light y 'meliflua' de acuerdo con las opiniones recogidas entre algunos dirigentes regionales. “Demasiado arriolista, siempre lo mismo, no apretar para que la oposición no se movilice", concluyen.

La queja se centra en el papel que se le ha adjudicado a Mariano Rajoy, el principal activo del PP, el único capaz de movilizar a más de siete millones de españoles. Da la sensación de que no se aprovecha su relevancia y su empuje como conviene, casi se le oculta, ni siempre se le saca partido, aseguran. "Mientras no haya otro, hay que apostar a fondo, y si no les gusta, que lo cambien", sentenció. Algunos incidentes vividos en estos primeros pasos de la precampaña, como el furibundo espontáneo que surgió en el acto del Retiro, o los aislados abucheos de este miércoles en una localidad valenciana, pueden incluso retraer los ánimos del equipo de campaña.

Una cosa es no organizar enormes montajes en pabellones o plazas de toros y otra bien distinta es desplazar a Rajoy para que tan sólo se dé una vuelta por la calle mayor, se acerque a una frutería y luego suelte un discursito en el casino local ante cien individuos ya convencidos y totalmente entregados, señala un veterano dirigente de la formación, tras conocer las líneas maestras de la campaña. 

Hay criterios coincidentes en reprocharle a Jorge Moragas, mentor jefe del guión popular, ese esquema algo 'naíf' a la hora de presentar a Rajoy en campaña

No se trata de voces aisladas. Hay criterios coincidentes en reprocharle a Jorge Moragas, mentor jefe del guión popular, ese esquema algo 'naíf' a la hora de presentar a Rajoy en campaña. “Hay plazas en las que no es necesario organizar el macro-acto, especialmente en las zonas tradicionalmente más ‘peperas’. Todos han asistido a grandes mítines de Rajoy, lo han visto cientos de veces en acción y son demarcaciones donde no hay riesgo de que el PP pierda el primer puesto. "Hay otras zonas donde es imprescindible recurrir al formato tradicional, un mitin para quinientas o mil personas, no sólo para nuestros votantes, sino para los militantes que tienen que lidiar en territorios muy hostiles y que necesitan enormes dosis de moral. Este tipo de actos son imprescindibles, ya lo hemos visto decenas de veces, cómo cambia nuestra gente después de asistir a un gran mitin de Rajoy”, insisten estos cargos del PP, que batallan en territorios en los que aparecer con la bandera de la pancarta entraña un acto de inusual entrega. Y no sólo es el País Vasco.

El único protagonista

El gran y único protagonista de la campaña del PP es su presidente, como ya es tradición. Incluso algo más que en el 20-D, ya que en esta ronda incluso asistirá al debate a cuatro que está en preparación en algún escenario y fecha todavía por dilucidar. Sin embargo, no siempre ese esfuerzo que hace el jefe de filas del partido por llegar a todos los lugares posibles, en una campaña intensa de carretera y manta, se traduce en resultados prácticos. “En la anterior campaña pasó por aquí y apenas se enteró la gente. No vale con tomarse un vino y saludar a dos jubiladas para que luego cuelguen el vídeo en la página del partido. Eso está bien, pero hay sitios en los que se necesita mucha más trompetería”, insisten estas fuentes de Vozpópuli.   

Menos mítines, actos más pequeños, contacto con la gente, paseos y plazas forman el eje básico de la estrategia, casi un calco de lo realizado el pasado diciembre. Reducción de gastos y más intensidad en las redes. Es la hora de la austeridad, esa máxima admitida formalmente por todas las formaciones. Más megáfono y menos auditorios.

Estas son las líneas generales. Toca ahora escuchar a las voces aisladas, pero importantes, que reclaman gestos diferentes, y claras excepciones. Consideran que en Génova falta sensibilidad para con los militantes, con los mandos locales, con los responsables intermedios que son, a la hora de la verdad, quienes mueven la maquinaria de la formación para que una campaña funcione. La sugerencia es una mayor variedad en el formato de los actos y, desde luego, organizar montajes para sacar pecho, 'para que la gente salga del mitin orgulloso de ser del PP y con ganas de trabajar por sus colores', añaden las fuentes. De eso, esta vez, hay muy poco.

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