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España

El PP ofrecerá estabilidad al PSOE en seis comunidades si facilita la investidura de Rajoy

Pedro Sánchez junto al presidente asturiano, Javier Fernández, durante un mitin en Oviedo.

La recomposición del poder territorial en toda España es una de las grandes asignaturas pendientes para los dos grandes partidos desde que en mayo del año pasado las elecciones autonómicas y locales dejaron la geografía sembrada de gobiernos en minoría. El PSOE gobierna seis de ellos gracias al respaldo de Podemos y el PP está dispuesto a garantizar su estabilidad si a cambio los socialistas facilitan la investidura de Mariano Rajoy.

Solo los presidentes de la Comunidad Valenciana y Baleares están satisfechos con la colaboración de Podemos

Las elecciones del pasado diciembre y la fallida negociación posterior para formar Gobierno, dejaron sin margen tanto al PP como al PSOE para afianzar la estabilidad en siete comunidades y casi 2.500 ayuntamientos donde hay gobiernos en minoría y su continuidad depende de que se promuevan o no mociones de censura. Los socialistas están en una posición de debilidad en los gobiernos de la Comunidad ValencianaExtremadura, Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón y Baleares. En todos ellos, hay presidente autonómico gracias a la voluntad de Podemos que, en la mayoría de los casos, prefirió rehuir en estos territorios las responsabilidades institucionales facilitando al PSOE apoyos externos. Andalucía es la única comunidad que los socialistas gobiernan con el aval de Ciudadanos y en la cabeza de Susana Díaz no está cambiar de socio.

Las alianzas territoriales con Podemos pueden tener fecha de caducidad en breve si el Partido Socialista, como anticipan algunas encuestas, queda el próximo domingo en tercera posición, nombra una gestora provisional para preparar el 39º Congreso y opta por dejar que gobierne la lista más votada. En este supuesto sería el PP, absteniéndose en la investidura de Rajoy o del candidato que designe su partido. La contrapartida inmediata que tendría este favor sería el respaldo automático del PP a Ximo Puig, Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page, Javier Fernández, Javier Lambán y Francina Armengol en sus respectivos feudos autonómicos, sirviéndoles en bandeja que puedan dar la espalda a Podemos.

División entre los dirigentes territoriales

En el PP se reconoce que no es una operación fácil, entre otras razones porque de estos barones socialistas solo hay cuatro –el extremeño, el castellano-manchego, el aragonés y el asturiano– que podrían ver con satisfacción este cambio de compañía, mientras que Puig y Armengol preferirían continuar como están, beneficiándose de la muleta de la izquierda radical. Hay que tener en cuenta que el pacto alcanzado el año pasado en estas comunidades entre el PSOE y Podemos, alcanza también al poder municipal, aspecto que complicaría este cambio de cromos.

El escenario cambiaría de forma radical si el PSOE retuviera este domingo la segunda posición, supuesto en el que Pedro Sánchez volvería a intentar un pacto de izquierdas para la formación de Gobierno, que no haría necesario este movimiento de piezas a nivel autonómico y municipal. En este último ámbito, las plazas más sensibles serían las de MadridBarcelona y Valencia. En la primera, el PSOE tiene decidido participar en el Gobierno de Manuela Carmena si el domingo no encuentra dificultades añadidas para ello. En el Ayuntamiento barcelonés, los socialistas catalanes acaban de entrar en el equipo de Ada Colau, una decisión polémica con la que ha terminado tragando la ejecutiva federal. En Valencia, la estabilidad de Joan Ribó como alcalde opera bajo otras coordenadas desde el alejamiento de Compromís de la disciplina de Podemos.

La recomposición del poder territorial queda supeditada a los resultados del domingo

Uno de los barones socialistas que gobierna gracias a Podemos explica que no le está resultando nada sencilla su tarea, teniendo en cuenta que la organización a nivel regional se mueve a paso de tortuga ya que tiene que consultar todas las decisiones importantes con Madrid. Estas dificultades, por ejemplo, fueron las que entorpecieron la aprobación de los presupuestos de Castilla-La Mancha y Extremadura, hasta el punto de que en esta última comunidad el PSOE se vio obligado a sacarlos adelante con el respaldo del PP. Fue un anticipo de lo que puede ocurrir a partir del domingo si el PSOE cambia de socio en este y otros territorios.

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