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España

Los barones exigen liderazgo a Sánchez y que se olvide de primarias y listas cremallera

“Desde que el PSOE inauguró las primarias para que la militancia eligiera sus candidatos y desde que instauró también como regla fija las ‘listas cremallera’, no ha hecho sino perder afiliados y retroceder en sus resultados electorales”. Quien así se expresa en privado es un importante barón regional, que se atiene a datos objetivos. En las europeas de 2014, los socialistas se quedaron a tres puntos del PP y a dos diputados. En las municipales celebradas un año después, la diferencia en el cómputo nacional fue de dos puntos a favor de los populares. En las autonómicas de ese mismo año, donde estaban en juego 13 gobiernos regionales, el PSOE solo consiguió ganar en Asturias y Extremadura. Y el pasado 20D, Mariano Rajoy le sacó una ventaja de más de seis puntos y de 33 diputados a Pedro Sánchez, quien descendió al cuarto puesto en Madrid.

Desde que el PSOE estrenó las listas cremallera ha perdido todas las elecciones

“Este partido se enfrenta al problema de que ya no sabe tomar decisiones de arriba abajo. Incorporar las elecciones primarias ha sido un grave error, pues con ellas se ha perdido militancia y tampoco han valido para sumar votos”, afirma otro dirigente regional del PSOE. En su opinión, se ha producido también un retroceso con la imposición de las llamadas ‘listas cremallera’, es decir una representación en ellas del 50% de ambos sexos en los que hombre y mujer se alternan de manera consecutiva. “Es un invento que tampoco nos ha valido para conseguir ni más afiliados ni más apoyos”, resume, convencido de que lo más urgente para su partido es “dar con un liderazgo potente” y huir de las “decisiones asamblearias” en un momento en el que los ciudadanos están más politizados que nunca.

Entre los dirigentes regionales del PSOE está muy compartida la tesis de que el partido se encuentra cada vez más débil y sufre una especie de aluminosis de la que responsabilizan, en parte, al actual secretario general, aunque algunas “decisiones equivocadas vienen de atrás”. Para superar esta situación, Sánchez ha hecho uso a menudo de los golpes de efecto, como cuando ha introducido en su "Gobierno en la sombra" a la magistrada Margarita Robles o al exministro José Borrell.

El PSOE defendió por primera vez una nueva ley Electoral con ‘listas cremallera’ obligatorias en el verano de 2013, aunque la medida fue desechada en el congreso federal. La norma vigente establece que ninguno de los dos sexos puede tener una representación superior al 60% de la candidatura, regla que se lleva aplicando desde que en 2007 el Gobierno de Zapatero aprobó la ley de Igualdad, pero que no obliga a que mujeres y hombres se sucedan de forma alterna en la lista, aunque algunas comunidades autónomas fueron pioneras en su legislación y, como es el caso de Andalucía, Castilla-La Mancha o Baleares, sí aplicaron esta regla.

Fichajes 'estrella' y sometimiento a la militancia

Hace dos años, los socialistas estrenaron las candidaturas ‘cremallera’ en las europeas con los resultados ya conocidos y la comisión federal de listas llegó a recomendar que los ayuntamientos de menos de 50.000 habitantes siguieran también el ejemplo. Cuando Pedro Sánchez sustituyó a Alfredo Pérez Rubalcaba en la secretaría general, utilizó esta herramienta para limpiar las listas de exministros y fieles a Zapatero, provocando un auténtico terremoto interno el pasado diciembre cuando incluyó en la candidatura por Madrid a la exUPyD Irene Lozano y a la excomandante Zaida Cantera. Para ello, tuvo que desplazar a miembros de la ejecutiva federal, como Manuel de la Rocha, a Eduardo Madina, su contrincante en las primarias de 2014, y también a José Enrique Serrano, uno de los principales motores de la negociación con Ciudadanos antes de la investidura fallida de Sánchez.

Las primarias internas no han servido a los socialistas para ganar votos y afiliados

Los barones regionales también se llevaron las manos a la cabeza cuando el líder socialista trasladó el pacto con Albert Rivera a la votación de la militancia –participó el 51% y votó a favor el 79%- y más tarde amenazó con seguir el mismo camino para bendecir posibles acuerdos de Gobierno con Podemos. Sin decirlo, lo que ha hecho Sánchez a ojos de la mayoría de los barones es dinamitar el comité federal, el máximo órgano del partido entre congresos. Próxima parada, el 26J.

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