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España

Un pacto entre Podemos y EH Bildu podría gobernar en Euskadi tras las autonómicas de octubre

El líder de Sortu, Arnaldo Otegi, participa en el acto de inicio de campaña electoral de EH Bildu junto al candidato Oskar Matute, en la localidad guipuzcoana de Irún.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV) sigue siendo la fuerza hegemónica en Euskadi, a notable diferencia del resto de partidos, aunque pierde fuerza en relación con las autonómicas de 2012. Así, en los comicios del próximo mes de octubre conseguiría 24 escaños frente a los 27 actuales, con siete de diferencia con EH Bildu, que pierde 4, y Podemos-IU, que irrumpiría con fuerza empatarían en segundo lugar con 17 escaños. Ya a notable distancia el PSE sería la cuarta fuerza política del tablero vasco, con 9 escaños, 7 menos que en la última convocatoria a las urnas, por 7 del PP, que pierde 3. UPyD, que en la actual legislatura tiene un único representante en la Cámara de Vitoria, pasaría a ser una fuerza extraparlamentaria, dando paso en su lugar a Ciudadanos, que lograría un escaño.

El PNV consolida su victoria en Vizcaya, donde obtendría el 35,7% de los votos y 10 escaños frente a los 6 de Podemos-IU, que se convierte en segunda fuerza en este territorio, por 4 de EH Bildu, 3 del PSE y 2 del PP. En Álava los peneuvistas empatan en el primer puesto con Podemos-IU a seis escaños, aunque son la primera fuerza por número de votos,  con el 23,5%, y en Guipúzcoa lo hacen con EH-Bildu con 8, aunque en este territorio es la coalición abertzale la que consigue un mayor número de sufragios, con el 29,1% del total.

El PNV sigue siendo la fuerza más votada, con 24 escaños, aunque pierde tres, seguida de Podemos-IU y EH-Bildu, que empatarían a 17 diputados

La encuesta del Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco recoge también otro hipotético escenario, en el que Podemos e IU concurrieran por separado a las urnas, en cuyo caso el PNV seguiría sumando 24 escaños, pero EH Bildu se consolidaría como segunda fuerza política vasca, con 18 representantes, por 14 de Podemos, 10 del PSE y 8 del PP. IU, por su parte, no lograría sufragios suficientes para obtener representación y continuaría siendo una fuerza extraparlamentaria.

A la vista de los resultados y de las excelentes expectativas que las encuestas atribuyen a la alianza entre Podemos e IU bajo la marca electoral Unidos Podemos, no es descartable que lo que en este momento se ha articulado como un pacto para las elecciones del 26-J se consolide con la mirada puesta en las autonómicas vascas y gallegas del próximo otoño. Un ejemplo de la pujanza de dicha coalición son los resultados que la encuesta del Gobierno vasco atribuye a la misma en las generales del próximo día 26, en el que se impondría incluso al PNV con siete escaños, dos más que los nacionalistas  y triplicando en los resultados a EH Bildu, PSE y PP, que sólo conseguirían dos.

Las quinielas de los pactos.

A la vista de los resultados que depara la encuesta, una hipotética coalición postelectoral entre Podemos y EH Bildu sumaría 34 escaños, uno más que la alianza entre peneuvistas y socialistas, que se quedarían en 33, lo que le permitiría gobernar. Una hipótesis nada descabellada si tenemos en cuenta que en una reunión celebrada entre ambos partidos el pasado 11 de abril la nueva secretaria general de Podemos Euskadi, Nagua Alba, manifestó al término de la misma que ambos partidos habían constatado que existían mimbres para trenzar una alternativa "que desaloje al PNV". Una situación inédita con la salvedad del interregno que supuso el ejecutivo de Patxi López (PSE), que desalojó por primera vez al PNV de Ajuria Enea con el apoyo externo del PP.

En este supuesto resultaría fundamental la actitud que adoptasen los populares, que se han mostrado dispuestos a facilitar su apoyo a un hipotético ejecutivo del PNV con tal de evitar un ejecutivo de izquierdas. Si los populares sumaran sus escaños, en una especie de gran coalición, a los de PNV y PSE, el tripartito alcanzaría los 40 escaños y mayoría absoluta (38 sobre 75) para gobernar. Una situación muy poco habitual en el País Vasco salvo en la etapa de los gobiernos de coalición entre PNV y PSE. La única alternativa al mismo, que cosecharía aún más respaldos, sería un improbable ejecutivo nacionalista entre PNV y EH-Bildu, que lograría una mayoría absoluta de 41 escaños.

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