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España

Botella hará otro ERE para echar al 60% de la plantilla de la Empresa de Vivienda y Suelo

Botella durante un acto como alcaldesa acompañada por Gallardón.

Tras el ERE de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), llega el de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS). Se trata de un expediente de regulación mucho más ambicioso, ya que pretende echar al 60% de los aproximadamente 350 empleados, unos 210 trabajadores frente a los 38 amenazados en Madridec.

ESte miércoles, el 'número dos' de Cibeles, Enrique Núñez, reconoció el ERE de Madridec; pero, preguntado por el expediente que planea sobre la EMVS, solo acertó a decir que es una de las empresas "con situaciones complicadas", sin aventurarse a avanzar más. Sin embargo, Vozpópuli ha podido confirmar lo que nadie dice en el Ayuntamiento de Madrid: que Ana Botella ya tiene el ERE preparado para despedir a más de la mitad de los operarios del organismo encargado de promocionar la vivienda social en la capital.  

Más de 600 millones de deuda

La EMVS afronta una deuda superior a los 600 millones de euros, generada principalmente durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón (2003-2011), que toleró operaciones para nada relacionadas con la naturaleza primigenia de la empresa, cuya función inicial era el desarrollo de una política de vivienda incluyente y no exclusiva. Así, la EMVS compró masivamente suelo al Ayuntamiento a lo largo de la burbuja inmobiliaria, adquisición que le sirvió al Consistorio para financiar otras obras ruinosas como la M-30 o las monumentales instalaciones deportivas pensadas para unas Olimpiadas que nunca llegan.

El organismo local, nacido en 1981, también ha padecido recientes varapalos judiciales que han complicado su existencia: en octubre del año pasado, una sentencia del Supremo confirmó la ilegalidad de 22 nuevos barrios de la capital cuya creación había sido impulsada por la EMVS y en los que viven actualmente cerca de 400.000 personas. Según el veredicto, los desarrollos urbanos fueron tramitados sin un estudio medioambiental previo. Ahora el Ayuntamiento persigue que el suelo declarado rústico sea, de una vez, considerado urbanizable.

Operaciones ruinosas durante el 'boom'

Cibeles ha logrado reducir parcialmente la deuda de la EMVS con agresivas ventas del patrimonio de la empresa –edificios, instalaciones- que han irritado a oposición y sindicatos. Otra vía utilizada para rebajar el pasivo suscitó más críticas: la venta de vivienda social a fondos de inversión privados, transacción tenida por inmoral por muchos y con la que se pretenden recaudar unos 150 millones.

Aunque la Administración local ha manifestado que el objetivo del ente será dedicarse a incentivar el alquiler, rehabilitación y remodelación urbana, más de 13.000 personas están inscritas en los registros de la EMVS madrileña para comprar casas a buen precio a pesar de la crisis inmobiliaria. La respuesta de los sindicatos, que consideran viable la empresa, no se hará esperar.

Desde su nacimiento, la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo ha sido el mayor promotor de España, al conceder una remesa de entre 2.000 y 3.000 viviendas anuales. Gracias a ella, Madrid fue pionera en este tipo de políticas urbanísticas y su modelo fue copiado por casi todas las demás ciudades. Ahora, el futuro de la EMVS pende sobre un fino alambre. 

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