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España

Los Duques de Palma ponen a la venta su casa de Barcelona por 9,8 millones

La casa de los Duques de Palma en Barcelona

La infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarin, que tienen a la venta desde hace meses su casa de Pedralbes (Barcelona), la ofrecen a potenciales compradores a través de la web BarcelonaRent.info, en la que se piden 9,8 millones de euros por esta vivienda de 1.001 metros cuadrados construidos. La web inmobiliaria, que presentan la casa como una "villa de lujo en la zona más prestigiosa de Barcelona, con una hermosa vista de la ciudad", muestra una decena de fotografías del inmueble y explica que dispone de cuatro plantas, siete habitaciones, 10 baños, piscina, bodega y tres plazas de aparcamiento, con un jardín que sitúa la superficie total del terreno en 2.200 metros cuadrados.

Para adquirir esta vivienda, situada en la calle Elisenda de Pinós y conocida popularmente como el "palacete de Pedralbes" por el barrio donde está situada, doña Cristina e Iñaki Urdangarin pidieron un crédito hipotecario de seis millones de euros, según detalló al juez José Castro el notario de los duques de Palma, Carlos Masia. El Rey concedió en 2004 a doña Cristina un préstamo de 1,2 millones de euros, sin intereses y por un plazo de 23 años -con un periodo de carencia de tres años-, para ayudarla en la compra del inmueble y facilitó a su hija el dinero mediante dos transferencias bancarias efectuadas desde cuentas particulares.

La Casa del Rey ha facilitado esta semana a los medios informativos el documento de la escritura del préstamo, firmada por don Juan Carlos y la infanta Cristina ante el notario Joaquín M. Rovira el 23 de diciembre de 2004, en el que se establece un importe anual de 50.000 euros para el pago de las diez primeras anualidades y una cantidad de 70.000 euros para las diez restantes.

A finales de junio se supo que la infanta Cristina se disponía a instalarse con sus cuatro hijos en Ginebra, donde la Fundación "la Caixa" le ha encargado que coordine sus programas con agencias de la ONU, mientras que Urdangarin iba a mantener Barcelona como ciudad de residencia, pendiente del proceso judicial, y a repartir su tiempo entre la capital catalana y la ciudad suiza.

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