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España

Soberano plantón de Rubalcaba a don Juan Carlos en la última cena de gala de su reinado

Rubalcaba y don Juan Carlos en una audiencia en Madrid

Don Juan Carlos presidió la que será la última cena de gala de su reinado con motivo de la visita oficial del presidente de México, Enrique Peña Nieto. Ocurrió la semana pasada. Junto al rey se encontraba también la reina doña Sofía y los príncipes de Asturias, que se sumaron a una recepción que contó con más de 120 invitados. Ministros, dirigentes autonómicos, representantes de las instituciones, del mundo de la economía, de la cultura y de los medios de comunicación. Una velada de gala para agasajar a un visitante ilustre y, al tiempo, para celebrar con don Juan Carlos la que sería ya su última cena de Estado.

Este es el motivo de que no dejara de llamar poderosamente la atención la ausencia del representante del PSOE. Invitado estaba Alfredo Pérez Rubalcaba, que no pudo asistir, según dicen. Pero no envió a nadie en su sustitución. Ni a Soraya Rodríguez, la jefa de su grupo parlamentario, ni a Eduardo Madina, portavoz adjunto, sumido ahora en la recolección de avales en su carrera para asumir la secretaría general del partido. Nadie. Estaba, eso sí, Trinidad Jiménez, exministra de Exteriores con Rodríguez Zapatero, pero 'a título personal', como ella misma se encargó de subrayar.

Sorpresa y recelos

Representantes de otros grupos parlamentarios en el Congreso como Sánchez Llibre por CiU (Duran i Lleida excusó su ausencia), Rosa Díez por UPyD así como el PNV y otros no faltaron a la cita. Pero, inexplicablemente, nadie del primer partido de la oposición en una ceremonia tan señalada. Sorpresa tanto en la Casa Real como en el Gobierno. En especial cuando se piensa en el papel decisivo que ha tenido Rubalcaba en los trámites parlamentarios para sacar adelante por la vía de urgencia la ley orgánica de abdicación de don Juan Carlos, una iniciativa que mostró el nivel de solidez en las relaciones entre el PP y PSOE en apoyo de la Corona.

Era la última cena de gala del monarca y el feo del PSOE fue más que sonado

Precisamente ahora las dos fuerzas mayoritarias del Parlamento deben acordar una fórmula para dotar de algún grado de aforamiento a la figura de don Juan Carlos en el momento en el que deje de ser rey. La Zarzuela ha recordado la necesidad de que el trámite se lleve a cabo con celeridad, ya que es una situación inédita y comprometida. También el Consejo General del Poder Judicial ha hecho público un informe en el que se sugiere también la necesidad de encontrar una figura de protección jurídica para el monarca saliente. Este es uno de los aspectos más peliagudos de cuantos han surgido al hilo de las prisas con que se ha llevado a cabo la abdicación. Cabos sueltos hay muchos, pero el futuro aforamiento de don Juan Carlos es uno de los más inquietantes.

El Gobierno es consciente de que para que la tramitación de cualquier fórmula por la vía más rápida necesita del concurso del grupo socialista en el Congreso. Y esta ausencia clamorosa de los representantes parlamentarios del PSOE en la última cena de gala de don Juan Carlos ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones. Bien sea que Rubalcaba quiere aparentar cierto distanciamiento formal con la Monarquía, en unos momentos en los que este asunto es objeto de debate en el seno de su propia formación, o, sencillamente, una descortesía sin demasiado sentido en un momento muy especial en el reinado de don Juan Carlos.

Era la última cena de gala del monarca y el feo del PSOE fue más que sonado. A falta de explicaciones, en Zarzuela, sumidos en un sinfín de trabajos por realizar, han optado por no darle demasiada importancia al episodio y dejarlo en un mero desaire sin mayores consecuencias. En Moncloa, sin embargo, el plantón se ha tomado como un preocupante síntoma de hacia dónde pueden evolucionar las cosas en adelante ante la nueva etapa en la que se adentra el PSOE.

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