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España

Las cartas del presunto hijo ilegítimo de Juan Carlos I: "Querido padre..."

Esta es una de las cartas que Alberto Solá envió a Juan Carlos I en 2007.

Aunque el Tribunal Supremo ha tumbado por ahora sus esperanzas, el presunto hijo ilegítimo de Juan Carlos I no se rinde y luchará hasta el final en los tribunales. Alberto Solá lleva muchos años de lucha en busca de su padre biológico. A lo largo de ese tiempo, ha enviado varias misivas manuscritas a la Casa del Rey. Vozpópuli ha tenido acceso a varias de ellas. Su contenido va desde el "Querido padre" con que se inician hasta "se despide su hijo con un cariñoso y afectuoso abrazo". Cartas que evidencian que al menos desde hace casi ocho años Solá vive convencido de que el rey emérito es su progenitor. 

La primera carta manuscrita, fechada el 25 de abril de 2007 y se dirige a la atención de Su Majestad, empieza con un "querido padre". "Por medio de la presente le quiero informar lo que está sucediendo en relación a la salud de mi madre adoptiva y el entorno familiar". Más en concreto, Solá da cuenta de que a su madre adoptiva, de 87 años, le han diagnosticado "demencia senil". Y no lo hace, según escribió entonces, para reclamar nada. "Le comento esta situación porque creo que tanto usted como mi madre biológica deben estar enterados, no les pido ayuda porque lo más seguro es que si se la pidiera, tampoco me la darían". Y, para finalizar, se despide: "Me despido de usted y le mando un cordial saludo y un afectuoso abrazo de su hijo. Atentamente". 

La segunda misiva, fechada el 11 de junio de 2007, concluye: "Sin más por el momento se despide su hijo y la manda un cariñoso y afectuoso abrazo. Atentamente"

Del contenido de la segunda misiva, fechada el 11 de junio de 2007, se deduce que la Casa del Rey contestó a la primera. También se inicia con un "querido padre". "Por la presente me es grato expresar mi más sincero agradecimiento, y a la vez estoy sorprendido de la carta que recibí en mano, remitida desde la Casa de S. M. el Rey en relación al problema de mi madre adoptiva. Padre de todo corazón gracias, le he informado a mi madre adoptiva, le gustó mucho el gesto de usted". Y concluye: "sin más por el momento se despide su hijo y la manda un cariñoso y afectuoso abrazo. Atentamente". Es evidente, por tanto, que al menos desde hace ocho años Solá vive convencido de que Juan Carlos I es su padre. 

Como ha ido narrando este diario, Solá asegura ser el primogénito de don Juan Carlos. En primer lugar, este hombre presentó el pasado junio la Audiencia de Madrid una demanda acompañada de una prueba de ADN con una "fiabilidad superior al 99,9 por ciento". La Audiencia Provincial remitió la causa al Supremo tras la abdicación de don Juan Carlos como jefe de Estado. Y ahora la Sala de lo Civil del Alto Tribunal ha frenado sus intenciones al no admitir su demanda. Aunque no ha hecho lo propio con la otra presunta hija no reconocida del rey jubilado. 

El abogado de Solá, Francesc Bueno, pedía que si esta prueba de ADN no era admitida se realizase otra y se llamase a declarar como testigo al perito que analizó la fiabilidad de la misma en su momento. Sin embargo, el fiscal ocupado de este caso, José María Paz, calificó la prueba como una "mera hipótesis", dado que a su juicio no aporta el principio de prueba de filiación que exige la ley. Eso sí, el afectado promete seguir dando la batalla.

El presunto hijo ilegítimo del rey emérito aseguró hace unos días a Vozpópuli que "ha tenido que haber presiones o un acuerdo en el Tribunal Supremo" para que se desestimase su reclamación de paternidad. El afectado dijo no entender el cambio de criterio de la Fiscalía en este asunto y prometió batalla. "Si hace falta, iremos a Estrasburgo, hasta el final". En conversación telefónica con este diario, Solá afirmó estar tranquilo a pesar del varapalo que ha supuesto que el Tribunal Supremo no haya admitido a trámite su demanda de paternidad y, sin embargo, sí haya aceptado estudiar la presentada por Ingrid Sartiau.

Y, sobre todo, remarcó sus intenciones de seguir adelante con el litigio frente al monarca jubilado. "Todavía no tenemos la resolución del Supremo, cuando la tengamos mi abogado la estudiará para ver qué hacemos", argumentaba. "Si se puede actuar aún en España, probaremos aquí, pero si no se puede, iremos a Estrasburgo, porque vamos a ir hasta el final". Y es que está convencido de que él acabará ganando en los tribunales, sea en España o en la Unión Europea, "porque la verdad es que él, lamentablemente, es mi padre".

 

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